RINALDO, OPERA EN VERSION DE
CONCIERTO- DIR.MARTIN HASELBOECK-TEATRO COLON
No es una proeza menor que el
Teatro Colon haya conseguido estrenar en el pais la magnifica obra de Haendel y
haya logrado hacerlo con un elenco casi completamente nacional, donde solo 2 de
los cantantes y el Director Musical son de otras nacionalidades.
Las dos ultimas decadas han
visto un resurgir de las operas del barroco o inclusive las operas autores que como Rossini plantearon serias
demandas tecnicas ornamentales a sus
interpretes, al amparo del surgimiento de toda una cosecha de
especialsitas en el genero. Mientras , paralelamente
las operas de Wagner y Verdi se van
volviendo cada vez mas difíciles de programar debido a la escasez de voces adecuadas
para este repertorio.
RINALDO es una bellisma
opera, una colección ininterrupta de gemas musicales, propias del incomparable
genio de su autor.
Puede ser objetado como
teatro, como todas las operas del barroco, porque estamos como quien dice en la
prehistoria de la opera. Los numeros musicales son estaticos, las letras muchas
veces son una reiteración ad infinitum de una unica frase , mientras el autor
explaya su rica inventiva musical, y crea un clima adecuado con la musica. Pero
no hay realmente una accion teatral, se salta de una situación a otra sin que
haya continuidad argumental. Todo lo que ocurre en terminos dea ccion ocurre
fuera de escena y no esta musicalizado.
Por eso, contrariamente a la opinión
generalizada de la critica argentina y sin animo de pretender saber mas o siquiera
lo mismo que los prestigiosos profesores de musica que comentan las operas en
la prensa, yo pienso que ha sido una decisión sumamente inteligente la de
presentar la opera en versión de concierto. Una versión escenificada no.haria
mas que resaltar la endeblez teatral de la obra, que tiene en la sublime musica
su exclusiva persuasión. Y ademas nos
ahorro el riesgo de que la puesta cayera en manos de algun regisseur “ creativo
“que la transformara en vaya uno a saber que cosa.O simplemnte hiciera con ella
teatro dentro del teatro y se dedicara puntualmente a demolerla como historia
Claro, la versión no escenificada aumenta considerablemente
la responsabilidad de los musicos, ya que no hay elementos que distraigan la atención
de una atenta audición de lo que se canta o se toca.
Pero no hubo el menor peligro
en este rubro ya que la representación estuvo en manos de interpretes de
absoluta calidad.
En primer lugar la orquesta ,
que sono como si nunca hubiera tocado otra cosa que Haendel. Una maravilla al
oido.
En gran medida el éxito de la
representación se debio al maravilloso trabajo de direccion del austriaco
MARTIN HASELBOECK, un musico refinado que condujo con elegancia e intensidad
dramatica la bellisima partitura.
El elenco tuvo valores superlativos. En primer lugar la deslumbrante versión del protagonista que nos
dio FRANCO FAGIOLI que si ya en sus comienzos locales era una apabullante
presencia vocal, ahora después de años de triunfo en Europa ha madurado
adquiriendo un mayor dominio aun de un organo vocal privilegiado y logra una de
esas interpretaciones que uno no acierta a imaginarse igualadas o superadas jamas.
Fagioli posee una bellisima y extensa voz que en su centro y graves remeda la
voz de una mezzo soprano, pero que se remonta a la estratosfera con un claro
color de soprano y complementa algunas notas graves con un cierto registro
baritonal, siendo un prodigio de su arte como logra pasar del grave de mezzo a
la voz baritonal sin que se produzca un choque de sonidos, teniendose la clara sensación
de que es siempre la misma voz. Su tecnica de coloratura es sencillamente soberbia,
asi como su fuerza expresiva. Una
inrtepretacion para atesorar en la memoria.
No le fue muy en zaga
VERONICA CANGEMI , soprano mendocina radicada en Europa que desplego una
bellisima voz de soprano lirica, con tenues pianisimos , una agilidad pasmosa
para la coloratura y una impactante fuerza expresiva.
Otro puntal de la versión fue
el contratenor canadiense DANIEL TAYLOR,
con una voz mas aguda que Fagioni, que remeda claramente la de una soprano
lirica ,y una agilidad y fuerza expresiva no menos lograda que sus otros dos
colegas de elenco.
INESSA GALANTE, con una voz
que tiende hacia el lirico spinto ( su repertorio incluye Ballo, Aida,Manon Lescaut ) tuvo una magnifica ejecución
de la coloratura , con un uso expresivo de la mezza voce y una gran fuerza expresiva.
En su aria principal sorteo con gran aplomo la dificultad extra que le
represento una breve interrupcion de su emision de sonido por una fraccion de segundo al pasar de la voz
forte a la mezza voce retomando sin
solucion de continuidad la nota iterrumpida en su justo tono.
VICTOR TORRES en un papel relativamente menor, pero con una
coloratura endiabladamente difícil, volvio a exhibir su perfeccion estilistca
que hace que cada una de sus intervenciones en las difversas formas de
repertorio que se le confien, suenen como si nunca hubiera cantado otra cosa.
Magistral.
DAMIAN RAMIREZ, que posee una
potente voz asopranada en los agudos, fue un solidoEustasio cantando con total convicción
y justeza musical las difíciles arias confiadas a su personaje.
No soy un cultor de la opera
barroca y en general tiendo a aburrirme si tengo que oir toda una opera de este
estilo de una sola tirada, prefiriendo hacerlo por etapas en dias sucesivos.
Pero ante tal exhibición de calidad, debo rendirme y .,como lo hice en la sala,
sacar los BRAVOS de su descanso..
Es una pena que el publico
del abono no haya disfrutado en su toalidad de este que puede acabar siendo el
mejor espectáculo del año. Muchas caras desconocidas identificaron a los
abonados que vendieron o regalaron sus
entradas, asi como los lugares vacios en
la platea , que aumentaron considerablemente luego de los intervalos.
Es en el fondo una silenciosa
condena al metodo de difusión de imponer un texto en el paquete a quien vino a
a buscar otra cosa. Hay que repensar la estrategia. Porque el Colon tiene que
poder seguir ofreciendo titulos como este, cuando pude garantizar este nivel de calidad.
Sr. Baietti, coincido absolutamente con su apreciación de "Rinaldo". Fue una estupenda versión y me encantó completamente, incluso considerando (por las razones que Ud. bien apunta) que una ópera de Händel no es lo que uno elegiría como primera opción a presenciar. Pero la calidad musical y vocal (y el genio de Händel) obraron el milagro y fue apasionante. Única "manchita" en la velada del domingo fue olvidar dar entrada a Armida cuando tenía que "secuestrar" a Almirena, inconveniente que el excelente Haselboeck resolvió rápidamente saltando la parte.
ResponderEliminar(Soy el pasajero con el que Ud. conversó en antes de tomar el avión de Bahía.)
Lo saludo.