EL DR.ALBERTO LEAL,MI JEFE EN LA REVISTA OPERA IN THE WORLD FINALMENTE CONSIGUIO VENIR A MONTEVIDEO , CONOCER EL SODRE Y VER LA FUNCION DEL ESTRENO DE OTGELLO
. ESCRIBIO UN BELLO COMENTARIO SOBRE LA SALA Y UN EXTENSO COMENTARIO DE LA FUNCION QUE EL VIO,REPRODUCIENDO PARA LOS OTROS DOS OTELLOS MI COMENTARIO PERSONAL, CON LO CUAL TENEMOS UN MUY COMPLETO " DOSSIER OTELLO EN EL SODRE. "
ESTO SE COMPLEMENTARA CON REPORTAJES QUE HICIMOS APROVECHANDO LAS CIRCUNSTANCIAS. EL DR.LEAL ENTREVISTO A AUGUSTO TECHERA, UNA DE LAS VOCES DETERMINANTES EN LA ELABORACION DE LAS TEMPORADAS DEL TEATRO SOLIS, Y AL BARITONO ALFONSO MUJICA QUE ESTA DISFRUTANDO DE UNA CRECIENTE PRESENCIA EN EL PLANO SUDAMERICANO Y QUE HA TENIDO SU PUNTO MAS ALTO EN SU DEBUT EN EL TEATRO COLON.
YO POR MI PARTE ENTREVISTE A MARTIN GARCIA, DIRECTOR DESIGNADO DE LA ORQUESTA DEL SODRE, QUE ENTRA EN FUNCIONES EL 1.,1.16 , A P.P. PRUDENCIO EL EXCELENTE DIRECTOR CHILENO QUE DIRIGIO MUSICALMENTE EL OTELLO Y A PABLO MARITANO SU "COMPINCHE " ESCENICO EN LA PRODUCCIÓN.
ENTREVISTE ADEMAS A CARLO VENTRE, NATURALMENTE, Y A LA SOPRANO CHILENA CON GRAN ACTUACION EN EUROPA Y EEUU MAUREEN MARAMBIO.
TODO ESE MATERIAL ESTA EN LISTA DE ESPERA PARA SU PUBLICACION EN LA REVISTA, CON ABUNDANTE MATERIAL FOTOGRAFICO PERO ESTA DEMORADO POR PROBLEMAS EN EL ESTUDIO QUE MANEJA LA PAGINA WEB DE LA REVISTA, PROBLEMAS QUE ALENTAMOS LA ESPERANZA SE RESUELVAN EN UN PLAZO RAZONABLE.
EN EL INTERIN LA REVISTA HA PUBLICADO ESTOS TEXTOS EN SU PAGINA FB Y YO HAGO LO PROPIO AQUI EN MI BLOG PARA GARANTIZAR QUE LLEGUE AL MAYOR NUMERO POSIBLE DE INTERESADOS.
A LA REVISTA SE ACCEDE VIA EL LINK WWW.OPERAINTHEWORLD.COM
LA PAGINA FB SE LLAMA OPERAINTHEWORLD.Y PUDEN HACERSE SUSCRIPTORES PARA RECIBIR NOVEDADES.
A CONTINUACION LA TRANSCRIPCION :
HOLA AMIGOS, LOS INVITO A LEER LAS CRÍTICAS DE "OTELLO" QUE FUE PRESENTADO EN EL SODRE DE MONTEVIDEO. VAN A ENCONTRAR 3 CRÍTICAS, TANTO DE LUIS BAIETTI COMO MÍAS YA QUE HUBO TRES TENORES PARA ENCARNAR A OTELLO,
ENRIQUE FOLGER, JOSE AZOCAR Y CARLO VENTRE. PRONTO LAS TENDREMOS EN NUESTRA REVISTA CON GRAN CANTIDAD DE FOTOS.
OTELLO EN EL SODRE- MONTEVIDEO
FUNCION DEL .6 Noviembre ( FOLGER – MARAMBIO - GUGLIELMI)
OTELLO EN EL SODRE - MONTEVIDEO
OTELLO – Función del 6/11 - estreno
OPERA DE GIUSEPPE VERDI SOBRE LIBRETO EN ITALIANO DE ARRIGO BOITO, A PARTIR DE LA OBRA DE WILLIAM SHAKESPEARE
ORQUESTA SINFÓNICA Y CORO NACIONAL DEL SODRE
DIRECION MUSICAL – PEDRO PABLO PRUDENCIO
DIRECTOR ESCENICO-PABLO MARITANO
DIRECTOR DEL CORO- ESTEBAN LOUISE
ESCENOGRAFIA E ILUMINACION-ENRIQUE BORDOLINI
VESTUARIO-SOFIA DI NUNZIO
OTELO: ENRIQUE FOLGER
DESDÉMONA: MAUREEN MARAMBIO
YAGO: RODOLFO GIUGLIANI Y ELENCO
AUDITORIO NACIONAL ADELA RETA
ENRIQUE FOLGER, JOSE AZOCAR Y CARLO VENTRE. PRONTO LAS TENDREMOS EN NUESTRA REVISTA CON GRAN CANTIDAD DE FOTOS.
OTELLO EN EL SODRE- MONTEVIDEO
FUNCION DEL .6 Noviembre ( FOLGER – MARAMBIO - GUGLIELMI)
OTELLO EN EL SODRE - MONTEVIDEO
OTELLO – Función del 6/11 - estreno
OPERA DE GIUSEPPE VERDI SOBRE LIBRETO EN ITALIANO DE ARRIGO BOITO, A PARTIR DE LA OBRA DE WILLIAM SHAKESPEARE
ORQUESTA SINFÓNICA Y CORO NACIONAL DEL SODRE
DIRECION MUSICAL – PEDRO PABLO PRUDENCIO
DIRECTOR ESCENICO-PABLO MARITANO
DIRECTOR DEL CORO- ESTEBAN LOUISE
ESCENOGRAFIA E ILUMINACION-ENRIQUE BORDOLINI
VESTUARIO-SOFIA DI NUNZIO
OTELO: ENRIQUE FOLGER
DESDÉMONA: MAUREEN MARAMBIO
YAGO: RODOLFO GIUGLIANI Y ELENCO
AUDITORIO NACIONAL ADELA RETA
Finalmente llegó el día! Luego de tener planeado varias veces conocer el Sodre y tener que cancelar por diversas circunstancias, esta vez se hizo realidad.
Hermoso Teatro con un diseño moderno, pero para nada agresivo. Su estructura vidriada le da brillo y le quita pesadez. Tiene un tamaño ideal, grande pero accesible a distinto tipo de voces. Y me sorprendió gratamente el mantenimiento del mismo, la organización y la muy buena predisposición de toda la gente que trabaja en él. Realmente un orgullo para nuestra Región. Tal vez esta puesta de “Otello”, que ya he visto en el Teatro Argentino de La Plata, no fue la mejor opción y menos ubicado en primera fila, que dista de ser mi ubicación preferida como creo que le pasa a la mayoría que amamos la ópera. El sonido sin tratar puede generar errores auditivos que no se verifican en otras ubicaciones.. En lo personal lo facial no es lo que mas me importa en una representación de opera, ya que las escenas como un todo y el balance vocal se pierde inexorablemente. Pero así se dieron las cosas.
Poco interés generaba en mí la puesta, que ya había visto en el Teatro Argentino de La Plata. Lamentablemente, aunque el Sodre tiene un escenario amplio no posee el fondo del Teatro Argentino y la escenografía lució encorsetada, apretada, en todos los cuadros llegando al inicio del foso. Esto le quitó belleza visual a la mayoría de los cuadros. Difícil de entender como esto no se previó antes.
La puesta en si, tiene muy buenas ideas y otras sin sentido. Creo que lo más molesto es el teatrito del primer acto, totalmente superfluo y por momentos de mal gusto. Me pareció interesante llevarlo a la época de SHAKESPEARE y darle forma de Globe Theatre. Pero todo lució mucho menos en Montevideo. Fue positivo alivianar las descomunales pelucas presentadas en el Argentino, de todas formas sigue sin convencerme el vestuario que aumenta kilos y años a la mayoría del elenco. La marcación actoral fue correcta y seguramente existieron cambios en cada uno de los elencos presentados.
El Maestro PEDRO PABLO PRUDENCIO, a quien vi en algunos títulos en Buenos Aires, no acertó con los acelerados tiempos del primer acto, que por suerte fue modificando con el correr de los actos .Floja la prestación de la orquesta con algunas notables desafinaciones o entradas en falso (falta de ensayos?), que el Maestro no pudo dominar.
Tampoco brilló el Coro, con notables voces sueltas y conocidos solistas en él con muy buen material vocal pero que no empastaban.
El tenor argentino ENRIQUE FOLGER, programado para el segundo elenco, tuvo que debutar en el estreno por la cancelación de Carlo Ventre por enfermedad.
Folger debutaba el rol más complejo de opera italiana. Cantante de notables condiciones e inteligencia, tomó de modelo a Plácido Domingo cuando encaró el rol. Con su hermoso timbre, impecable línea de canto y su conocido nivel actoral y temperamento logró un excelente trabajo para un debut absolutamente complicado, sin perder de vista una versión más lírica del rol. Por momentos era oír al Domingo de sus primeros Otello, aunque Folger tiene en la actualidad un registro grave más contundente que el Maestro en su momento. . Por supuesto que es un rol que tiene que internalizar, frecuentar, trabajar, tiene todas las condiciones para ser un gran Otello de esta época, mostrando una mezcla de descontrol, dolor y violencia absolutamente inolvidable. Ahora, cuando volverá a cantarlo si es un título que se ha presentado en los últimos años en Chile, La Plata, Colón y el Sodre? Realmente sería de lamentar que un artista de estos quilates no pueda ahondar en un rol para el que no abundan cantantes de sus condiciones.
Difícil de entender como un programador de un Teatro importante en nuestra Región contrata a MAUREEN MARAMBIO (Cantó Simón Boccanegra en el Teatro Colón con el nombre de Ángela Marambio) para el rol de Desdémona. Poseedora de una voz contundente, de interesante timbre y una presencia de igual contundencia, lejos está – tanto vocal como actoralmente de poder brindar la fragilidad que por momentos el rol requiere. Alejada hace un tiempo, por propia decisión, de los principales teatros internacionales, creo que su repertorio hoy (y lo mismo pensé cuando cantó en el Teatro Colón) debe pasar por los Verdi dramáticos, Wagner y Strauss. Puso su mejor voluntad cantando gran parte en pianísimo, donde su timbre no luce bien. Pero es dueña de una técnica impecable, que mostró claramente en el último acto, aunque no sea una opción lógica para Desdémona.
El barítono RODOLFO GIUGLIANI, como Yago, mostró una notable facilidad en el sector agudo, un agradable timbre y un canto afinado. El volumen y la facilidad de su sector agudo parecen no tener coherencia con un centro y grave de poco volumen y por momentos no muy audible. Aceptable como actor, necesita trabajar mas para generar movimientos más armónicos con su cuerpo.
Bettina Victorero, no aportó mucho como Emilia, inaudible en gran parte de la obra, solo logró un volumen interesante en el último acto, pero con notables problemas de dicción. Me cuesta creer que Uruguay no cuente con una mezzo para interpretar Emilia con mejor nivel que la cantante invitada.
El Cassio de Gerardo Marandino mostró, en principio, una interesante voz con un volumen más importante que el habitual para el rol e interesante timbre, pero a medida que transcurría la función su presencia, tanto vocal como actoral, se fue desdibujando, mostrando limitaciones en el sector agudo.
Marcelo Otegui, cantante camaleónico si los hay, cantó vocalmente un impecable Ludovico y actuó con la capacidad que le conocemos. Difícil de entender porque fue tan envejecido y tanto él como sus acompañantes con una marcación absolutamente amanerada.
Correcto el resto del elenco.
Aunque tenía entrada para la función del día siguiente decidí no asistir ya que Otello sería interpretado por José Azocar, a quien ya vi en varias oportunidades en el rol.
El Sub- Director de nuestra revista asistió a la mayoría de las funciones. Nunca el Teatro se mostró con suficiente público. Tal vez sería importante rever los títulos a programar. El público de Montevideo estuvo carente de ópera por muchos años y se necesita crear nuevamente asistentes en forma masiva. Tal vez con títulos más populares y – seguramente con costos más bajos – esto no sería algo utópico. Y para un Teatro de esa belleza y eso medios solamente dos títulos al año parecen muy poco.
En lo personal pasé una hermosa velada, gente amiga, mas que agradable contexto y, aún con sus mas y sus menos, un Verdi que siempre logra interesarme y conmoverme.
Hermoso Teatro con un diseño moderno, pero para nada agresivo. Su estructura vidriada le da brillo y le quita pesadez. Tiene un tamaño ideal, grande pero accesible a distinto tipo de voces. Y me sorprendió gratamente el mantenimiento del mismo, la organización y la muy buena predisposición de toda la gente que trabaja en él. Realmente un orgullo para nuestra Región. Tal vez esta puesta de “Otello”, que ya he visto en el Teatro Argentino de La Plata, no fue la mejor opción y menos ubicado en primera fila, que dista de ser mi ubicación preferida como creo que le pasa a la mayoría que amamos la ópera. El sonido sin tratar puede generar errores auditivos que no se verifican en otras ubicaciones.. En lo personal lo facial no es lo que mas me importa en una representación de opera, ya que las escenas como un todo y el balance vocal se pierde inexorablemente. Pero así se dieron las cosas.
Poco interés generaba en mí la puesta, que ya había visto en el Teatro Argentino de La Plata. Lamentablemente, aunque el Sodre tiene un escenario amplio no posee el fondo del Teatro Argentino y la escenografía lució encorsetada, apretada, en todos los cuadros llegando al inicio del foso. Esto le quitó belleza visual a la mayoría de los cuadros. Difícil de entender como esto no se previó antes.
La puesta en si, tiene muy buenas ideas y otras sin sentido. Creo que lo más molesto es el teatrito del primer acto, totalmente superfluo y por momentos de mal gusto. Me pareció interesante llevarlo a la época de SHAKESPEARE y darle forma de Globe Theatre. Pero todo lució mucho menos en Montevideo. Fue positivo alivianar las descomunales pelucas presentadas en el Argentino, de todas formas sigue sin convencerme el vestuario que aumenta kilos y años a la mayoría del elenco. La marcación actoral fue correcta y seguramente existieron cambios en cada uno de los elencos presentados.
El Maestro PEDRO PABLO PRUDENCIO, a quien vi en algunos títulos en Buenos Aires, no acertó con los acelerados tiempos del primer acto, que por suerte fue modificando con el correr de los actos .Floja la prestación de la orquesta con algunas notables desafinaciones o entradas en falso (falta de ensayos?), que el Maestro no pudo dominar.
Tampoco brilló el Coro, con notables voces sueltas y conocidos solistas en él con muy buen material vocal pero que no empastaban.
El tenor argentino ENRIQUE FOLGER, programado para el segundo elenco, tuvo que debutar en el estreno por la cancelación de Carlo Ventre por enfermedad.
Folger debutaba el rol más complejo de opera italiana. Cantante de notables condiciones e inteligencia, tomó de modelo a Plácido Domingo cuando encaró el rol. Con su hermoso timbre, impecable línea de canto y su conocido nivel actoral y temperamento logró un excelente trabajo para un debut absolutamente complicado, sin perder de vista una versión más lírica del rol. Por momentos era oír al Domingo de sus primeros Otello, aunque Folger tiene en la actualidad un registro grave más contundente que el Maestro en su momento. . Por supuesto que es un rol que tiene que internalizar, frecuentar, trabajar, tiene todas las condiciones para ser un gran Otello de esta época, mostrando una mezcla de descontrol, dolor y violencia absolutamente inolvidable. Ahora, cuando volverá a cantarlo si es un título que se ha presentado en los últimos años en Chile, La Plata, Colón y el Sodre? Realmente sería de lamentar que un artista de estos quilates no pueda ahondar en un rol para el que no abundan cantantes de sus condiciones.
Difícil de entender como un programador de un Teatro importante en nuestra Región contrata a MAUREEN MARAMBIO (Cantó Simón Boccanegra en el Teatro Colón con el nombre de Ángela Marambio) para el rol de Desdémona. Poseedora de una voz contundente, de interesante timbre y una presencia de igual contundencia, lejos está – tanto vocal como actoralmente de poder brindar la fragilidad que por momentos el rol requiere. Alejada hace un tiempo, por propia decisión, de los principales teatros internacionales, creo que su repertorio hoy (y lo mismo pensé cuando cantó en el Teatro Colón) debe pasar por los Verdi dramáticos, Wagner y Strauss. Puso su mejor voluntad cantando gran parte en pianísimo, donde su timbre no luce bien. Pero es dueña de una técnica impecable, que mostró claramente en el último acto, aunque no sea una opción lógica para Desdémona.
El barítono RODOLFO GIUGLIANI, como Yago, mostró una notable facilidad en el sector agudo, un agradable timbre y un canto afinado. El volumen y la facilidad de su sector agudo parecen no tener coherencia con un centro y grave de poco volumen y por momentos no muy audible. Aceptable como actor, necesita trabajar mas para generar movimientos más armónicos con su cuerpo.
Bettina Victorero, no aportó mucho como Emilia, inaudible en gran parte de la obra, solo logró un volumen interesante en el último acto, pero con notables problemas de dicción. Me cuesta creer que Uruguay no cuente con una mezzo para interpretar Emilia con mejor nivel que la cantante invitada.
El Cassio de Gerardo Marandino mostró, en principio, una interesante voz con un volumen más importante que el habitual para el rol e interesante timbre, pero a medida que transcurría la función su presencia, tanto vocal como actoral, se fue desdibujando, mostrando limitaciones en el sector agudo.
Marcelo Otegui, cantante camaleónico si los hay, cantó vocalmente un impecable Ludovico y actuó con la capacidad que le conocemos. Difícil de entender porque fue tan envejecido y tanto él como sus acompañantes con una marcación absolutamente amanerada.
Correcto el resto del elenco.
Aunque tenía entrada para la función del día siguiente decidí no asistir ya que Otello sería interpretado por José Azocar, a quien ya vi en varias oportunidades en el rol.
El Sub- Director de nuestra revista asistió a la mayoría de las funciones. Nunca el Teatro se mostró con suficiente público. Tal vez sería importante rever los títulos a programar. El público de Montevideo estuvo carente de ópera por muchos años y se necesita crear nuevamente asistentes en forma masiva. Tal vez con títulos más populares y – seguramente con costos más bajos – esto no sería algo utópico. Y para un Teatro de esa belleza y eso medios solamente dos títulos al año parecen muy poco.
En lo personal pasé una hermosa velada, gente amiga, mas que agradable contexto y, aún con sus mas y sus menos, un Verdi que siempre logra interesarme y conmoverme.
Dr. Alberto Leal
OTELLO- FUNCION DEL DIA 7 NOVIEMBRE (AZOCAR - BRUNO –SILVERA)
Debió ser la primera función de Folger, derivado a la función del estreno por la enfermedad de Carlos Ventre quien debía cantar en esa función.
Para suplir a Folger se trajo de Chile a JOSE AZOCAR que en una verdadera proeza cantó esta función de Otello aprovechando su noche libre en el Municipal de Chile entre dos funciones de CAVALLERIA Y PAGLIACCI ( AMBOS ROLES ¡!!).
Azocar es una variable conocida. Una voz segura, firme, un perfecto conocimiento de la partitura ya que la ha cantado varias veces y hasta de la producción ya que tuvo a su cargo el elenco principal en La Plata, el elenco único en Rosario y el elenco nacional en Chile.
Es un Otello absolutamente competente, especialmente cuando como ocurrió esta noche está en una de sus mejores noches (hay noches en las cuales se filtra en su actuación un pronunciado vibratto) y una actuación convincente sin deslumbrar.
Es una verdadera incógnita por qué Sandra Silvera no es llamada con más frecuencia. Tiene una bella voz de lírico spinto, muy buenos pianísimos, una figura delicada y razonables condiciones de actriz. Debería estar cantando un día sí y el otro también, pero de alguna manera es siempre relegada. Y en más de una Opera se han traído del exterior sopranos que no estaban a su altura.
Licio Bruno reiteró su deslumbrante Iago de La Plata. No es una voz enorme para ganar olimpíadas, pero es una voz que funciona y que el artista usa con inteligencia, poniéndola al servicio de una interpretación excepcional que domina totalmente la acción.
Andrés Presno, por último fue un Cassio muy bonito de oír con una bella, joven voz de tenor lírico que promete mucho (tiene sólo 22 años y está en la Escuela) .Actoralmente fue víctima de la marcación ya anotada.
Hubiera sido un lujo ver a Folger con este elenco.
Orquesta y Coro superaron nítidamente sus actuaciones del estreno, especialmente la primera.
No hubo variantes en la regie.
LUIS G BAIETTI
EXCLUSIVO PARA OPERA IN THE WORLD
Debió ser la primera función de Folger, derivado a la función del estreno por la enfermedad de Carlos Ventre quien debía cantar en esa función.
Para suplir a Folger se trajo de Chile a JOSE AZOCAR que en una verdadera proeza cantó esta función de Otello aprovechando su noche libre en el Municipal de Chile entre dos funciones de CAVALLERIA Y PAGLIACCI ( AMBOS ROLES ¡!!).
Azocar es una variable conocida. Una voz segura, firme, un perfecto conocimiento de la partitura ya que la ha cantado varias veces y hasta de la producción ya que tuvo a su cargo el elenco principal en La Plata, el elenco único en Rosario y el elenco nacional en Chile.
Es un Otello absolutamente competente, especialmente cuando como ocurrió esta noche está en una de sus mejores noches (hay noches en las cuales se filtra en su actuación un pronunciado vibratto) y una actuación convincente sin deslumbrar.
Es una verdadera incógnita por qué Sandra Silvera no es llamada con más frecuencia. Tiene una bella voz de lírico spinto, muy buenos pianísimos, una figura delicada y razonables condiciones de actriz. Debería estar cantando un día sí y el otro también, pero de alguna manera es siempre relegada. Y en más de una Opera se han traído del exterior sopranos que no estaban a su altura.
Licio Bruno reiteró su deslumbrante Iago de La Plata. No es una voz enorme para ganar olimpíadas, pero es una voz que funciona y que el artista usa con inteligencia, poniéndola al servicio de una interpretación excepcional que domina totalmente la acción.
Andrés Presno, por último fue un Cassio muy bonito de oír con una bella, joven voz de tenor lírico que promete mucho (tiene sólo 22 años y está en la Escuela) .Actoralmente fue víctima de la marcación ya anotada.
Hubiera sido un lujo ver a Folger con este elenco.
Orquesta y Coro superaron nítidamente sus actuaciones del estreno, especialmente la primera.
No hubo variantes en la regie.
LUIS G BAIETTI
EXCLUSIVO PARA OPERA IN THE WORLD
OTELLO - FUNCION CON VENTRE-GUGLIELMI Y MARAMBIO
14 DE NOVIEMBRE.
14 DE NOVIEMBRE.
Finalmente Ventre acabó cantando dos funciones de Otello, una vez superado el malestar que le impidió cantar la función del estreno.
Fue una doble satisfacción para él mostrar lo que ha logrado en la ciudad que le vio nacer, pobre y esforzado, y que lo vio luchar, y para todos los montevideanos de poder apreciar su actuación que, mucho me temo no podremos oír nuevamente tan pronto.
Carlos Ventre está haciendo sus primeras armas en el papel de Otello, ya cantado por él en Frankfurt y Parma. No tengo la menor duda de que apenas se filtre en Europa la noticia de que hay un tenor cantando el Otello con el grado de brillantez y seguridad que él despliega, lo van a asediar pidiéndole que cante la parte y si se descuida lo van a encasillar como le pasó a Martinucci con Turandot. Desde el ESULTATE fue posible intuir que veríamos un Otello de resplandeciente vocalismo, cabiendo sólo la duda de si llegaría hasta el final con el mismo despliegue y la misma frescura. Llegó y con resto, y cabe señalar que el Sodre no es el Met, la Bastilla o la Opera de Houston, pero tampoco es un Teatro chico como lo son la mayoría de las Operas europeas. El punto fuerte vocalmente de su Otello es el registro agudo incisivo, lindo de oír y seguro, que se ve completado por un sólido centro y buenas notas graves que no fueron cubiertas por la orquesta. No parece ser muy inclinado al pianísimo. Para los que conocen grabaciones, diría que fue un Otello más en el estilo de Guichandut que en el de Vinay, Vickers o Domingo. Actoralmente es un eficiente actor, dio con naturalidad el carácter dominante de su personaje y fue muy creíble en sus arrebatos de cólera. Nada de Freud o sutilezas sicosociológicas con él. Apenas un Otello directo, como el que hacía por ejemplo Atlantov cuando cantaba (sublimemente) la parte. Un Otello que cualquier Teatro de Opera contrataría, pero no la Royal Shakespeare Company.
A su alrededor, la función mejoró a ojos vista en relación a lo que se vio en el estreno.
La orquesta en primer lugar superó ampliamente su actuación de la noche del estreno, donde el Maestro visiblemente preocupado por evitar cualquier tipo de desajuste, estuvo más pendiente de evitar accidentes que en imprimir fuerza y dramatismo a la ejecución.. Hoy, con la notoria superación del rendimiento, pudo dedicarse a proyectar una detallista concepción de la partitura que incluyó grandes momentos sonoros y dramáticos en las escenas colectivas y un delicadísimo trabajo de orfebre en las escenas más íntimas. En ese contexto se entendió muy bien su apenas contenida impaciencia con el público que parecía poco inclinado a guardar silencio permitiendo que se iniciara el cuarto acto que se abre con una delicadísima melodía cuyo efecto se pierde totalmente si debe competir con los sonidos de una platea más inclinada a conversar que a escuchar. Prudencio es un gran director, absolutamente entregado y atento al detalle y es de desear que no sea esta su última actuación en el medio. A juzgar por los aplausos del público y de la propia orquesta, dejó afectos en quienes seguramente verán con alegría un eventual retorno.
El coro mejoró notablemente. Al menos tuvo menos desencuentros con la orquesta. Persiste una tendencia sobretodo en la escena inicial de sonar como un conjunto de voces individuales y no como un conjunto integrado, pero esto muy bien puede deberse a la escenografía que obligo a colocar a los cantantes muy alejados unos de otros y para colmo muy cercanos al foso orquestal, haciendo que el sonido saliera desintegrado, lo cual posiblemente no haya perjudicado a los espectadores ubicados en sitios más traseros de la sala, donde el espacio de esta puede haber suplido la ausencia del espacio escenográfico. No debe ser casual que el nivel se haya elevado considerablemente en la escena del acto 3, que tiene lugar en el interior del castillo, donde el coro y la orquesta directamente descollaron.
Maureen Marambio repensó notoriamente su personaje y decidió dar piedra libre a su poderoso instrumento vocal, al par que dar una imagen más extrovertida del personaje. Quizás no haya sido la Desdémona que todos soñamos, frágil y delicada jovencita sino una mujer mucho más fuerte, pero al menos pudimos disfrutar de una poderosa voz que alcanzó un momento de gran lucimiento vocal en el final del tercer acto y en general dio una intensa versión, muy compenetrada dramáticamente de los dos actos finales. Es otra que debería volver pero en algún papel más fuerte, más acorde con su vocalidad y su personalidad.
Volvió a impresionar el poderoso registro agudo y el inteligente uso de los pianísimos de Rodolfo Guglielmi, que en esta función no tuvo las dificultades con las entradas que sufrió en la noche del estreno, poco habituado al ritmo vertiginoso que Prudencio imprimió a los recitativos. Negoció además mejor la sonoridad de su registro central que fue menos cubierto por la orquesta, y reiteró sus recursos histriónicos para suplir los graves que no son la mejor parte de su armadura vocal. Es un notable, sutil actor en lo facial con fabulosas contra escenas, pero carece de plasticidad corporal lo cual fue acentuado por la fea vestimenta que se le asignó a él y en general a todos los hombres, muy especialmente a Cassio.
Continuó gustándome la puesta, con algunas reservas , en general referidas al teatro isabelino incluido en el primer y segundo actos y sobre todo a lo que se representó encima de él, que pareció más bien concebido con el deliberado propósito de provocar escándalo.
Fue una doble satisfacción para él mostrar lo que ha logrado en la ciudad que le vio nacer, pobre y esforzado, y que lo vio luchar, y para todos los montevideanos de poder apreciar su actuación que, mucho me temo no podremos oír nuevamente tan pronto.
Carlos Ventre está haciendo sus primeras armas en el papel de Otello, ya cantado por él en Frankfurt y Parma. No tengo la menor duda de que apenas se filtre en Europa la noticia de que hay un tenor cantando el Otello con el grado de brillantez y seguridad que él despliega, lo van a asediar pidiéndole que cante la parte y si se descuida lo van a encasillar como le pasó a Martinucci con Turandot. Desde el ESULTATE fue posible intuir que veríamos un Otello de resplandeciente vocalismo, cabiendo sólo la duda de si llegaría hasta el final con el mismo despliegue y la misma frescura. Llegó y con resto, y cabe señalar que el Sodre no es el Met, la Bastilla o la Opera de Houston, pero tampoco es un Teatro chico como lo son la mayoría de las Operas europeas. El punto fuerte vocalmente de su Otello es el registro agudo incisivo, lindo de oír y seguro, que se ve completado por un sólido centro y buenas notas graves que no fueron cubiertas por la orquesta. No parece ser muy inclinado al pianísimo. Para los que conocen grabaciones, diría que fue un Otello más en el estilo de Guichandut que en el de Vinay, Vickers o Domingo. Actoralmente es un eficiente actor, dio con naturalidad el carácter dominante de su personaje y fue muy creíble en sus arrebatos de cólera. Nada de Freud o sutilezas sicosociológicas con él. Apenas un Otello directo, como el que hacía por ejemplo Atlantov cuando cantaba (sublimemente) la parte. Un Otello que cualquier Teatro de Opera contrataría, pero no la Royal Shakespeare Company.
A su alrededor, la función mejoró a ojos vista en relación a lo que se vio en el estreno.
La orquesta en primer lugar superó ampliamente su actuación de la noche del estreno, donde el Maestro visiblemente preocupado por evitar cualquier tipo de desajuste, estuvo más pendiente de evitar accidentes que en imprimir fuerza y dramatismo a la ejecución.. Hoy, con la notoria superación del rendimiento, pudo dedicarse a proyectar una detallista concepción de la partitura que incluyó grandes momentos sonoros y dramáticos en las escenas colectivas y un delicadísimo trabajo de orfebre en las escenas más íntimas. En ese contexto se entendió muy bien su apenas contenida impaciencia con el público que parecía poco inclinado a guardar silencio permitiendo que se iniciara el cuarto acto que se abre con una delicadísima melodía cuyo efecto se pierde totalmente si debe competir con los sonidos de una platea más inclinada a conversar que a escuchar. Prudencio es un gran director, absolutamente entregado y atento al detalle y es de desear que no sea esta su última actuación en el medio. A juzgar por los aplausos del público y de la propia orquesta, dejó afectos en quienes seguramente verán con alegría un eventual retorno.
El coro mejoró notablemente. Al menos tuvo menos desencuentros con la orquesta. Persiste una tendencia sobretodo en la escena inicial de sonar como un conjunto de voces individuales y no como un conjunto integrado, pero esto muy bien puede deberse a la escenografía que obligo a colocar a los cantantes muy alejados unos de otros y para colmo muy cercanos al foso orquestal, haciendo que el sonido saliera desintegrado, lo cual posiblemente no haya perjudicado a los espectadores ubicados en sitios más traseros de la sala, donde el espacio de esta puede haber suplido la ausencia del espacio escenográfico. No debe ser casual que el nivel se haya elevado considerablemente en la escena del acto 3, que tiene lugar en el interior del castillo, donde el coro y la orquesta directamente descollaron.
Maureen Marambio repensó notoriamente su personaje y decidió dar piedra libre a su poderoso instrumento vocal, al par que dar una imagen más extrovertida del personaje. Quizás no haya sido la Desdémona que todos soñamos, frágil y delicada jovencita sino una mujer mucho más fuerte, pero al menos pudimos disfrutar de una poderosa voz que alcanzó un momento de gran lucimiento vocal en el final del tercer acto y en general dio una intensa versión, muy compenetrada dramáticamente de los dos actos finales. Es otra que debería volver pero en algún papel más fuerte, más acorde con su vocalidad y su personalidad.
Volvió a impresionar el poderoso registro agudo y el inteligente uso de los pianísimos de Rodolfo Guglielmi, que en esta función no tuvo las dificultades con las entradas que sufrió en la noche del estreno, poco habituado al ritmo vertiginoso que Prudencio imprimió a los recitativos. Negoció además mejor la sonoridad de su registro central que fue menos cubierto por la orquesta, y reiteró sus recursos histriónicos para suplir los graves que no son la mejor parte de su armadura vocal. Es un notable, sutil actor en lo facial con fabulosas contra escenas, pero carece de plasticidad corporal lo cual fue acentuado por la fea vestimenta que se le asignó a él y en general a todos los hombres, muy especialmente a Cassio.
Continuó gustándome la puesta, con algunas reservas , en general referidas al teatro isabelino incluido en el primer y segundo actos y sobre todo a lo que se representó encima de él, que pareció más bien concebido con el deliberado propósito de provocar escándalo.
LUIS G BAIETTI
EXCLUSIVO PARA OPERA IN THE WORLD.
EXCLUSIVO PARA OPERA IN THE WORLD.
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