UNA CRITICA SORPRENDENTE.
Tanto yo como mi actual Jefe el Director de OPERA IN
THE WORLD, aplicamos siempre el principio de no leer los comentarios de otras
personas que escribían sobre los espectáculos antes de escribir los nuestros, para
no correr el riesgo de ser influídos por ellos . Este principio lo seguíamos
casi como fobia cuando se trataba de nuestros respectivos comentarios. Esto
porque , cuando aún no nos conocíamos y ni soñábamos que algún día
trabajaríamos juntos, habíamos detectado que nuestras opiniones solían tener
puntos de concordancia a veces sorprendentes, como cuando destacábamos la actuación
de algún cantante en un papel secundario y expresábamos nuestra convicción de
que el cantante en cuestión estaba para logros mayores y hasta para una carrera
en el exterior, como nos ocurrió más de una vez, para dar un ejemplo, con RICARDO
CRAMPTON cuya carrera en Italia nos está
dando la razón.
Esto ha derivado en que , deseoso de presentar en mi
página las opiniones de otros comentaristas, subiera en ella opiniones que no había
leído como como ocurrió recientemente con las notas de PÁGINA 12, LA NACION y CLARIN sobre DIE SOLDATEN que no he leído
aún pero que sé que son muy pero muy
entusiastas porque así lo indica el título de las mismas.
Cual no sería mi sorpresa al leer la nota cuyo link
adjunto de EL APASIONADO, que por su título es francamente desfavorable. La sorpresa
es doble porque EL APASIONADO es como su nombre lo indica la publicación de
alguien muy apasionado con la Opera que a veces precisamente por esa pasión llega
a llevar sus elogios hacia un espectáculo mucho más allá de lo que yo , con una
mente más fría lo haría.
No pude contener la curiosidad y leí el primer
párrafo de la nota, que es demoledor
Comencemos por el final, y voy a
ser completamente sincero conmigo mismo y con la gente que lea esta nota. 100%
sincero, como siempre. Cuando terminó Die Soldaten me alegré, porque
haberla presenciado fue como pasar dos horas y media de violencia física y
mental dentro del teatro. Y sin que ello significara nada en especial, nada que
no se sepa, nada nuevo, al contrario. En principio, una muy buena puesta en
escena de Pablo Maritano, pero con luces led que (no sé si a propósito o no)
agredían la vista, molestaban y cada vez que el disco giratorio del escenario
se ponía en movimiento comenzaba una nueva tortura lumínica. Luego, una obra
que se basa en la violencia, el predominio violento, física o sicológicamente
de un ser sobre otro (padre sobre hija, hermana sobre hermana, madre sobre
hijo, soldado sobre mujer, soldados sobre civiles, soldados sobre soldados), en
las relaciones insanas, en todos los sentimientos negativos del hombre, que no
agrega nada a lo que ya conocemos. Y para coronar la cima de la violencia, una
música que no contiene una sola melodía destacable, que hace ruido y molesta
todo el tiempo (como las acciones arriba del escenario, en eso es coherente)
una música que no tiene nada de meritorio, absolutamente nada rescatable.
Por todo eso, cuando terminó la obra me alegré. La gente que volvió a
sentarse para el segundo acto (no fue todo el teatro) y que no se escapó
rápidamente al final (y eso que eran apenas las once menos veinte) aplaudió sin
ganas, apenas por respeto al esfuerzo de los actores (que, eso sí, esfuerzo
pusieron y mucho, no se si para bien o para mal) y que solamente cuando asomó
la soprano danesa Susanne Elmark y luego el director, cambió los aplausos
anodinos por algo de entusiasmo.
No veo la hora de ver la obra , formarme mi opinión,
y luego leer el cuerpo de la nota para ver hasta que punto coincido con el autor o me sumo al coro de los que han
cubierto de elogios a la obra.
Por lo pronto les proporciono el link para que uds. tengan
la primicia de leerlo antes que yo.- Y para ser equilibrado también proporciono
el link para leer los comentarios opuestos de LA NACION CLARIN y PAGINA |12
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