El temporal de Santa Rosa se ha comportado muy mal
conmigo.
En primer lugar me angustió a la hora de partir
porque hubo un alerta naranja de ciclón, que hizo temer que no pudiera viajar, perdiéndome
asì la única función de este año en el Colòn con estrellas de primera magnitud
en la ópera internacional, como antes ocurría con frecuencia en el Colòn cuando
era el principal teatro de ópera del continente o como ocurre hoy en Chile.
Pero Santa Rosa ganó la guerra. El mal tiempo
reinante en BA provocó la indisposición de 2 de las 3 estrellas que esperaba
ver. El barítono directamente canceló el resto de las funciones y se volvió a
España donde reside. Lo lamenté menos porque ya lo había visto incontables
veces y en mejor estado vocal cuando viajaba por el mundeo. La soprano en
cambio canceló sòlo una función ( la mìa ) y cantò el resto incluyendo la función
después de la mìa.
Especulè con ir a verla pese a que era una locura
financieramente hablando por el altísimo precio de la entrada ( 3.000 pesos
argentinos o 6.000 uruguayos ), aunque fuera desde un mal lugar más barato donde
se oyera aunque no se viera nada, pero nada que hacer LOCALIDADES AGOTADAS.
Quedó entonces el streaming. El Colòn trasmite en
vivo la última función de cada ópera, de modo que me preparé para por lo menos verla en tv. Pero el Colón temeroso
de que la soprano no estuviera del todo recuperada optó por trasmtir “ en vivo “
la función que yo había visto el Domingo con tenor titular y soprano y barítono
suplentes. De modo que finalmente no conseguí ver a la soprano. No se entiende
por qué el Colon a la hora de decidir no trasmitir la función en vivo por temor
al estado de salud de la soprano y sustituírla por una grabación eligió la grabación
de otro día donde ella no cantó y no alguna de las funciones que cantó.
Es verdad que la actuación de los dos “ suplentes “
fue memorable ( ver mi nota en el blog ) pero eso no alivia la sensación de
frustración de no haber podido ver en vivo a una estrella que muy posiblemente ya
no tendré otra oportunidad de ver en un
teatro.
Es como si anunciaran que viene JUDI DENCH
(olvidemos la barrera idiomática )
y por enfermedad es sustituìda por alguna gran actriz local como ESTELA
MEDINA NORMA ALEANDRO NIDIA TELLES. Muy posiblemente estas actrices locales
logren trabajos memorables que quizás superen inclusive al de la estrella invitada.
Pero ese no es el punto. El punto era verla a ella por primera y muy probablemente
última vez en vivo a pocos metros de distancia.
Y esa es la posibilidad que se frustro.
Pero Santa Rosa no se dio por satisfecha y
convirtió mi regreso en una pesadilla. Tenía que viajar a las 12,30 via Colonia
( que cuesta 1/3 del viaje directo y demora 4 hs., incluído un incómodo
trasbrdo y un màs incómodo viaje en ómnibus, en vez de 2,30 hs).
Pero el temporal cerró el puerto de Colonia y adiós
viaje en barco.
Felizmente Buquebus tuvo la gran delicadeza de transferirnos para el Francisco y traernos directo a Montevideo sin cobrarnos nada por ello. Y encima como la clase económica estaba agotada, nos trajo en clase turista que es bien mejor porque es en un salón alto y no en el subsuelo del buque. Punto para la empresa del odiado ( en Urughuay ) LOPEZ MENA
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