EL CONDE ORY
OPERA DE GIACOMO ROSSINI BASADA EN UN GUION DE LIBRETTO
DE SCRIBE Y DELESTRE POIRSON
DIRECCION MUSICAL
HERNAN SCHVARTZMAN
DIRECCION ESCENICA –MARIA JAUNARENA
DIRECCION CORAL
HERNAN SANCHEZ ARTEAGA
ESCENOGRAFIA GONZALO CORDOBA
JUVENTUS EN EL TEATRO AVENIDA.
Cuando a fines del año pasado JUVENTUS anunció su temporada para 2017, provocó en la
prensa especializada una reacción que mezclaba el asombro con el estupor. Es
que la temporada , compuesta por tres títulos , se arriesgaba con 3 de las Operas
más difíciles de montar en todo el repertorio italiano.
Conociendo los limitados recursos de esta Compañía
que se maneja exclusivamente con fondos privados procedentes de sus suscriptores,
adherentes y sponsors, y la casi imposibilidad por razones de presupuesto de
recurrir a elencos extranjeros, la decisión más que una osadía pareció ser una
imprudencia.
NORMA, TURANDOIT Y EL CONDE ORY son tres óperas muy
difíciles de montar, que requieren un conjunto de intérpretes de calidad, que
son muy exigidos. A ello se agregan en el caso de Turandot fuertes exigencias
corales y escenográficas. Pero por sobre todas las cosas las tres Operas tienen
un intérprete principal que le da el
título a la obra que es muy difícil de programar. Normalmente en una generación
no se dan más de 5 cantantes capacitdados para cantar dichos papeles, si tanto,
y lo normal es que cuando aparece uno, los grandes teatros se disputen a golpes de puño el
derecho de contratarlo.
Las dos primeras funciones del año disiparon en gran
medida los temores. En Norma Juventus se dio el lujo de proponer dos Normas extremamente
atendibles. En Turandot se consiguió cumplir cabalmente con los aspectos del
espectáculo de masas, con un coro en gran noche y hubo para los dos repartos dos
protagonistas solventes, quizás no brillantes, pero que cumplieron sin desfallecimientos
con las exigencias del papel título, que ya no es poca cosa..
Restaba ver que ocurría con la Opera de Rossini que
más allá de las exigencias para todos los cantantes, tiene un papel de tenor
que es el que ha originado que la Opera no se cante con demasiada frecuencia,
siendo resucitada cuando un teatro cuenta con una gran figura para servirlo.
El papel del Conde se inscribe dentro de la lista de
los papeles de tenor más terribles del repertorio, como OTELLO, TRISTAN ( estos dos en el polo opuesto de las demandas de Rossini
) ARNOLDO DE GUILLERMO TELL, y este.
Se pide un tenor con una terrible agilidad para la
coloratura, generosos sobreagudos y que además sea un excelente comediante. La primera
reacción seguramente debe haber sido
buscar en los escenarios del mundo un joven tenor en inicio de carrera que aún
no haya sido descubierto por los grandes teatros y no cobre cachets imposibles,
y que tenga los requisitos de la parte. O entonces pensar en los tenores que
han estado cubriendo este tipo de papel entre los locales. Pero malas noticias
: el tapado extranjero no apareció y los dos tenores locales que podrían haber sido considerados adecuados
para el papel, estaban ocupados en Montevideo casualmente cantando un papel
rossiniano de similares exigencias.
Y allí es donde Juventus comienza a tener una importante
deuda de gratitud con SEBASTIAN RUSSO que logró con una interpretación muy solvente y en algunos momentos inclusive brillante salvar
el escollo y permitir que haya sido un
logro este muy buen espectáculo con el que la Institución celebra un año en el que
arriesgó y ganó.
Es evidente que Russo, Schvartzmahn y Jaunarena han trabajado
con rigor la parte y han logrado gracias a ello redondear una actuación que supera todo lo que
a priori uno podía haber esperado.
En primer lugar nunca había visto a Russo actuar con
tanta desenvoltura. Russo siempre fue un cantante muy expresivo, que ponía gran
sentimiento en sus partes, pero que en general tenía una mayor comunicatividad
facial que corporal donde se resentía de una cierta rigidez. Nada de eso se vió
aquí , con una actuacdión agil y bien humorada que sacó muy buen partido de los
travestimentos que impone la parte. Vocalmente
logró una buena encarnación luciendo su bello timbre lírico y haciendo
un uso generoso de la media voz y el falsetto para llegar sin problemas a las terribles notas agudas del partitura.
Solo el aria inicial, bastante simplificada por otra parte, pareció exigirlo
más allá de sus posibilidades.
A su lado JAQUELINE LIVIERI en apabullante estado
vocal hizo lo que quiso con su voz, impactando en todo momento , divirtiendo y divirtiéndose
( quizás algo sobreactuada ) en una creación
de auténtico nivel internacional.
Muy lograda
VICTORIA GAETA como Isoler y
muy solventes y en papel MARIA GOSO y NATALIA
SALARDINO.
El veterano LUIS GAETA lució como Gobernador toda su experiencia
escénica. y GABRIEL CARASSO sacó buen partido actoral de su parte que no me
pareció que le quedara particularmente cómoda a su voz.
Excelente dirección musical de Schvarztman, con una
muy buena dirección escénica de Jaunarena que demostró una vez más que con poco
se puede hacer mucho si hay talento y buen gusto.
Muy bien la orquesta y el coro con un punto altísimo
en el coro femenino que abre el segundo acto, que sirve de marco al dueto de Adele y Ragonde, que resultó ser uno de los
momentos más logrados de la noche,.
ES UN ESPECTACULO PARA NO PERDERSE , ENTRE OTRAS COSAS
PORQUE SEGURAMENTE VAN A
PASAR
MUCHOS AÑOS ANTES DE QUE ALGUIEN SE ARRIESGUE A HACER DE NUEVO EL CONDE ORY,
que aún con sus limitaciones no deja de ser una obra del genio de Rossini.
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