No se asusten. No voy a hablar de política.
Simplemente no resistí la tentación de adoptar la palabrita, popularizada por
el uso que se le dio en la política de estos días, para titular de forma jocosa
esta nota.
Porque lo quiero decir es que RADAMES es uno de los
personajes más tontos que hay en el repertorio operístico y que evidencia
claros síntomas de machismo y egocentrismo
Fíjense lo que ocurre ya desde el aria inicial.
Radamés está enamorado de una esclava etíope y sueña con ser nombrado General de
los Egipcios para enfrentar al pueblo etíope
en una guerra, vencerlo y luego colocarse a los pies de su amada y
decirle que por ella ha luchado y por ella ha vencido…a su pueblo.
Luego en el tercer acto cuando ella menciona la posibilidad
de huír, él se duele : como podremos olvidar el cielo de nuestros amores. Ni le
pasa por la cabeza que para ella ha sido el cielo de sus dolores, donde se ha
visto reducida al status de esclava sujeta a los caprichos de su ama Amneris.,
que para colmo es mezzo soprano y ya se sabe los crueles que pueden ser las
mezzos cuando disputan el amor de un hombre con una soprano.
Es por ello muy difícil dar una interpretación muy
profunda del personaje, debiendo quien lo interpreta simplemente a interpretar
la situación, vivir el momento , sin bucear demasiado en el yo interno del personaje
y sus contradicciones.
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