La idea original era que hubiera sólo dos cambios de
elenco de las funciones anteriores para esta última función : en el papel de Hamlet JUAN FONT
sustituiría a ARMANDO NOGUERA y
en el papel de Ofelia, COSTANZA DIAZ FALU
sustituiría a LAURA PISANI. Pero la
indisposición de MARIO DE SALVO que obligó a que intercambiara papeles
el jueves con FELIPE CUDINA BEGOVIC volviendo hoy a la distribución normal hizo
de hecho que los cambios fueran 4.
Analizando uno por uno MARIO DE SALVO fue un gran Claudio, con una
rica y segura voz que enfrentó sin terrores las exigencias del papel en ambos
extremos de la voz ( y eso que según el cantante no estaba 100% restablecido de
su afección ) pero por sobre todas las cosas entregó una fantástica composición
dramática del personaje que alcanzó su punto culminante en el monólogo y en la
escena final. Una gran interpretación.
CUDINA BEGOVIC que el jueves fuera un estupendo Claudio
hoy logró una apasionante interpretación del fantasma del rey al que supo dotar
de sentimientos y en el que colocó en algunos momentos un uso sutil de la mezza
voce. Es un intérprete con grandes dotes vocales que está madurando
aceleradamente y promete dar grandes satisfacciones en el futuro inmediato.
El trabajo de DIAZ FALU fue notable. Gran
compenetración dramática con el personaje ( en particular en la obsesionante
escena de la locura ) y un gran desempeño vocal con una brillante ejecución de
su aria final , tan exigente con la coloratura y los sobreagudos.
Una característica notable del barítono JUAN FONT cuando
reemplaza a un gran intérprete de la parte que interpreta, es que no procura
para nada imitarlo. Así como su GIANNI SCHICCHI era algo totalmente diferente
del de Gaeta, su Hamlet no procuró para nada parecerse al de la fabulosa
interpretación de Noguera. Apoyado en su juventud y en la posesión clara del physique
du rol, Font hizo un Hamlet más juvenil, más desvalido y con la sensibilidad a
flor de piel ( su escena con el fantasma con las lágrimas a duras penas
contenidas fue un prodigio de intensidad dramática ) Puso al servicio del
personaje una gran entrega emocional y una voz de buen volumen pero no deslumbrante
en este aspecto, pero de una generosidad de registro como hay pocas. Y el papel
ofrece abundantes oportunidades de lucirla, con notas agudas y graves extremas.
Hay que tener en cuenta que estamos viendo a un joven barítono local que no se
ha paseado aún por los teatros del mundo y no ha frecuentado directores y
regisseurs internacionales de primera línea. Si en esta primera aproximación al
personaje logró una interpretación tan lograda, no quiero ni imaginar qué sería
si tuviera la oportunidad de madurarla con la repetición.
Siempre es bueno ver más de una vez un espectáculo
operístico, especialmente cuando se trata de una ópera compleja como esta en la
que hay tantos detalles para ver y para oír.
Por eso quiero escribir tan solo unas líneas para
destacar el impactante bello sonido de la orquesta, en especial las cuerdas, y
la emotividad que consiguieron trasmitir, que hablan a las claras de la
excelencia de la preparación musical y la dirección del maestro SCHVARTZMAN que es indudablemente aparte de un erudito
musical un gran director. Queremos verlo más a menudo y también verlo en el Colon.
( y a la salida me topé con otro gran maestro en el
repertorio lírico, que viene de obtener un gran suceso dirigiendo nada menos
que AIDA en el Colón y que me confesó que a la fecha aún no lo contactaron para
proponerle algún título en la temporada próxima )
El otro destaque que quiero hacer es para las actuaciones
de GABRIEL CARASSO que aparte de hacer más
de un papel hizo un genial Polonio con varias escenas de impacto, y el Horacio
de GABRIEL VACAS impresionante en la escena inicial de la aparición y en la
escena del duelo.
Luego hay que destacar el notable Laertes de SANTIAGO
BURGI,
fuertemente expresivo y con un timbre que va tomando la forma de un tenor
lírico lírico dejando de lado progresivamente el registro más agudo de tenor
rossiniano y que tuvo un desempeño notable. Y el gran trabajo de SABRINA CIRERA que fue una potente presencia
dramática siempre que estuvo en escena y que descolló vocalmente en su aria, el
dúo con Hamlet ( que me pareció cantó con más entrega aún que el jueves, quizás
por tener mejor química con el barítono de hoy ) y en el concertante final del
primer acto , notable.
Una gran versión que es una pena que no tenga más
funciones, o que viaje a algunos de los teatros de los alrededores pero que al
menos será vista en LA HAYA.
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