SIMON BOCCANEGRA
OPERA DE GIIUSEPPE VERDI CON LIBRETTO DE FRANCESCO PIAVE BASADO EN LA OBRA TEATRAL DE ANTONIO GARCIA
GUTIERREZ ( TAMBIEN AUTOR DE IL TROVATORE )INSPIRADA MUY LIBREMENTE EN
HECHOS HISTORICOS Y REVISADO POR ARRIGO BOITO PARA LA SEGUNDA VERSION
DIRECCION MUSICAL Y ACOMPAÑAMIENTO AL PIANO SUSANA
CARDONNET
DIRECCION ESCENICA ADRIANA SEGAL
DIRECCION DEL CORO RAMIRO SOTO MONLLOR
TEATRO IFT –DIVISION OPERA Y CLASICA
De entrada los habitantes de Buenos Aires tenemos que
felicitarnos por la recuperación de esta importante sala teatral, que tuvo su
época de gloria como Teatro hablado ( recuerdo haber visto una excelente
versión de una obra de Brecht , que no sabría precisar si fue EL CIRCULO DE TIZA CAUCASIANO o MADRE CORAJE hace muchos años ) que había quedado
inexplicablemente abandonada.
Es una sala de amplias porporciones con una buena
capacidad de público, un escenario de buenas dimensiones, un foso orquestal (
que en este momento está tapado pero que será recuperado en los próximos meses
) y hasta un escenario giratorio. Tiene además una buena acústica.
La perspectiva es que la nueva sala de refugio a
Cias. Independientes que ya no pueden soportar los altos costos del T EATRO
AVENIDA. Que se han convertido en prohibitivos en los últimos tiempos.
Excelentemente ubicada en la calle BOULOGNE SUR MER (
primera paralela de Ävenida Pueyredón hacia afuera ) y a media cuadra de la
Avenida Corrientes, tiene prácticamente el subte B en la puerta y abundantes
otros medios de locomoción.
En una breve conversación con la Directora ADRIANA
SEGAL tomé contacto con los ambiciosos planes para el 2020, incluyendo una
reposición de este SDIMON BOCCANEGRA pero con orquesta. Aquí tuvo que hacerlo a
pìano ( y felizmente se contaba con la colaboración de la gran pianista que es
SUSANA CARDONNET que imprime al piano un grado tal de expresividad que suena
injusto llamarla de acompañante porque es mucho más )
Verdi era un gran defensor de esta ópera , al punto
que volvió sobre ella 24 años después de su estreno para introducirle
importantes cambios, con la colaboración de ARRIGO BOITO, con quien años más
tarde habría de producir ese monumento a la obra verdiana que es el OTELLO.
Aquí Boito quizás agravó el contraste que divide a la
Opera que tiene un libretto farragoso que pone a prueba la capacidad de creer
del espectador y que obliga a largos parlamentos explicativos ( muy propios del
autor de la obra de teatro original, que dio origen también a IL TROVATORE ),
pero contiene algunas de las mejores creaciones musicales de Verdi. Es así que
la obra sufre una abrupta mejoría de nivel a partir de la escena de la Cámara
Ducal. ( fin del acto 1 ) una creación personal de Boito, y mantiene el nivel
en los excelentes actos 2 y 3 donde
Verdi puede finalmente dar rienda suelta
a su explosivo lirismo dramático, culminando con una conmovedora escena final
con la muerte del Duce.
La versión que presentó el Teatro IFT es en realidad un espectáculo en preparación
y ansío que realmente logren reponerlo el año próximo ya completado porque todo
indica que estamos en presencia del borrador de una gran versión.
La versión tiene como punto de partida lo más difícil
de conseguir que es un conjunto de cantantes estrella que den vida a los
personajes de Verdi, que no son nada fáciles de cantar.
Es obvio que hay que comenzar por sacarse el sombrero
ante la gran creación de OMAR CARRION en el papel título, ratificando sus
condiciones de gran barítono verdiano. Carrión tiene el timbre vocal ideal , la
facilidad para los agudos que Verdi exige a sus barítonos implacablemente y por
sobre todas las cosas el dominio total de la escena. Favorecido por la menor
dimensión de la sala en relación al Colón donde lo cantó hace unos años, colocó
un par de pianísimos sobrecogedores y tuvo junto con Segal una excelente idea que
hizo de la escena final uno de esos momentos inolvidables que de tanto en tanto
se ven en un escenario. Tal como marca la
partitura, Simón en su postrer momento de vida dirige su pensamiento
hacia su amada María y exclama su nombre, antes de expirar. Carrión, aparte de
emitir un ténue MARIA dirigió su mirada al vacío mirada que se ilumino con la
presencia de aquella a quien amo toda la vida y le extendió la mano pronto a
reunirse con ella en el más allá- Era el final glorioso que la versión , por
sus cualidades, se merecía.
Pero no estuvo solo ni mucho menos en escena.
LUIS GAETA fue como era de esperarse un Paolo de
lujo, con toda la expresividad requerida ( su escena en la Cámara cuando es
obligado a maldecirse a si mismo y su escena final en que es llevado al cadalso
fueron sobrecogedoras ) y exhibió una inesperada lozanía vocal, especialmente
en la zona aguda donde colocó un par de notas de real impacto.
SABRINA CIRERA
es uno de los valores más desaprovechados del medio. El Colón la llamó
un par de veces a socorrerlo ante la cancelación de una artista importada, pero
en condiciones normales más bien la ignora. ( no es la única, claro )
Inexplicable porque es una de las voces más importantes del medio, muy bien
manejada además por la cantante. El papel de Amelia la obligó a procesar un
ajuste de su voz, haciéndola más lírica, colocando además un par de pianísimos
de ensueño. Actoralmente estuvo a la altura del personaje que está escrito de
una manera algo lineal que deja poco lugar para las sutilezas.
CARLOS ESQUIVEL que me asustó con la primera frase
del aria inicial porque pareció estar sufriendo de alguna afección vocal,
pronto estuvo en total comando de su voz y de la parte exhibiendo un potente
registro grave muy exigido por Verdi, y aportando una buena actuación a un
papel que tampoco ofrece muchas chances para las sutilezas.
Descollante creación de FERMIN PRIETO, con un look
juvenil de galán de Hollywood, un poderío vocal total, descollante y un fraseo
verdiano de locura incluyendo un sutilísimo y generoso uso de la mezza voce.
Actor consumado como siempre es, aquí superó todos sus antecedentes conocidos
redondeando una actuación memorable con justicia ovacionada por el público.
Buena participación de los comprimarios RAUL LAGOMARSINO, PABLO MACIA y ABIGALIL
ZAMACOLA.
Bonitas proyecciones dieron la ambientación justa. Y
una iluminación insuficiente que impidió ver con mitidez nitidez a los cantantes.
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