LA SONAMBULA
OPERA DE VINCENZO
BELLINI
LIBRETTO DE FELICE
ROMANI BASADO EN UN GUION PARA UNA PANTOMINA BALLET DE SCRIBE Y Y AUMET.
Dirección
musical FREDERIC CHASLIN
REGIE STEFANO VIZIOLI
CORO Y ORQUESTA DEL
TEATRO LA FENICE
GRABACION DE
1995
Soy un admirador
rendido de los librettos de Felice Romani que para mi produjo algunas de la
óperas con más bellos textos. Y si a ello sumamos nada menos que la música de
Bellini en el apogeo de su inspiración creativa, no es difícil explicarse por
que esta sencilla y hasta si se quiere ingénua historia rural es una
verdadera obra maestra que tiene cautivado al público desde su estreno en 1831
y por qué es una de las operas más representadas del repertorio belcantista
junto con otras dos del autor NORMA Y I PURITANI.
No es en realidad una
ópera de difícil montaje .No requiere escenografías espectaculares ni un vasto
elenco. Pero sí requiere dos virtuosi espectaculares en los papeles
protagonistas.
El papel de Amina pone
a prueba todos los recursos de una soprano coloratura que tiene que tener
impecable técnica de canto, emitir demandantes sobreagudos y manejar con
fluidez los stacati y las fiorituras. Y de yapa tiene un par de momentos
dramáticos que exigen toda su sensibilidad y su capacidad interpretativa. Es
casi un examen de doctorado en bel canto.
PAULA ALMERARES aquí
captada en una de sus apariciones en teatros europeos está sencillamente
genial. Despliega una línea de canto de asombro y la completa con grandes dotes
actorales . No desmerece en la comparación con grandes intérpretes de la parte,
que vaya si las tuvo. Yo decía el otro día que MANON había sido su papel
cumbre, y quizás haya hablado antes de tiempo porque esta Amina es simplemente
gloriosa.
E papel de Elvino no
le va en zaga en grado de dificultad. Muy exigido en la zona aguda y en las
ornamentaciones requiere un gran tenor ligero, artículo que está en notoria
escasez desde hace años. En muchas oportunidades para poder representar la obra
y lucir una soprano talentosa que está mano, los Teatros han tenido que
transigir incurriendo en simplificaciones de la partitura o directamente
eliminando algún aria particularmente difícil como es la del tercer acto
que el tenor de turno no consigue encarar.
MARCELO
ALVAREZ , aún en la fase juvenil de su carrera , antes de
incursionar en los papeles de spinto, que son hoy su especialidad no era un
tenor ligero sino claramente un tenor lirico. Más un Duque de Mantua que un
Elvino, diríamos. Pero era un excelente tenor lírico y la mayor parte del
tiempo cumple con gran solvencia con la parte, a la cual dota de un bienvenida
urgencia dramática. Aligera con gran inteligencia su voz y sólo en el extremo
agudo aflora el tenor más robusto que en los hechos es. Logra una
interpretación absolutamente solvente, por momentos hasta brillante pero no
perfecta. Y en el aria del 3er acto debe recurrir alguna simplificación en la
zona aguda que le resta impacto al aria.
Son de muy buen nivel
los intérpretes de las otras partes solistas LIDIA TIRENDI como
Teresa CARLO STRIULI como el Conde y sobre todo PATRICIA BICCIRE
como Lisa, una Amina en ciernes.
Y la orquesta y el
coro del TEATRO LA FENICE bajo la magnífica dirección de FREDERIC CHASLIN
brindan un excelente apoyo