domingo, 10 de diciembre de 2017

ANDREA CHENIER- TEATRO C OLON-FUNCION DE ABONO



ANDREA CHENIER – ELENCO DE LOS ABONOS
OPERA DE  UMBERTO GIORDANO
LIBRETTO DE LUIGI ILLICA
FUNCION DE ABONO VESPERTINO
DIRECCION MUSICAL –CHRISTIAN BADEA
DIRECCION ESCENICA –MATIAS CAMBIASSO
ESCENOGRAFIA- EMILIO BASALDUA
TEATRO COLON


Al término de las funciones de Tosca el año pasado el propio tenor MARCELO ALVAREZ  anunció que había acordado con el Teatro Colón volver en Diciembre de este año para cantar este ANDREA CHENIER. En el anuncio de la Temporada se ratificó el anuncio y se completó el reparto con un barítono y especialmente una soprano de primerísima línea, un director musical del mismo nivel y una sorprendente designación de una cineasta muy premiada en su actividad, pero hasta ahora ajena al mundo de la Opera para que hiciera la regie.
Con la sola incógnita de qué haría la directora cinematográfica con la Opera de Giordano, el título parecía en el papel el más atractivo de la temporada. Las cosas no funcionaron como esperado y de entrada se supo que Alvarez había renunciado. Se mencionaron varias causas pero la explicación más creíble es la que indica que el tenor debido a otros contratos no pudo cumplir con la exigencia del Teatro de presentarse con 20 días de anticipación para los ensayos, una exigencia que musicalmente parecería poco justificada si se tiene en cuenta la cantidad de veces que el compatriota ha contado la parte en diversos teatros, pero que quizás estuviera justificada por la originalidad de la puesta que planeaban ofrecer. A esta renuncia se fueron sucediendo las de la soprano, el barítono y el director musical y pocos días antes del estreno la de la regista , esta última motivada por un problema de salud.
Así siendo, el Colón – que ya había cancelado un título ( LAS TRES HERMANAS )  no quiso cancelar también este título y se aplicó a la ardua tarea de conseguir reemplazos en el corto espacio de tiempo que quedaba. Lo más fácil fue reemplazar al barítono porque Argentina se da el lujo de tener dos grandes barítonos entre los cantantes locales, si bien ambos viajan y tienen contratos en el exterior que cumplir. Felizmente FABIAN VELOZ  estaba disponible y hubo una solución positiva a esta carencia.  Como director de Orquesta se contrató a CHRISTIAN BADEA  de destacada actuación en el Met en los años de Levine, y para cubrir el papel de la soprano se consiguió una vez más llamar al rescate a MARIA PIA PSICITELLI que ya salvó al Colón y a otros Teatros  de más de un aprieto, la última vez con la difícil LA FORZA DEL DESTINO.. Faltaba el tenor. Los Chenier no crecen en los árboles y salir a buscar a última hora un reemplazante era una tarea difícil. Por suerte el Colón encontró disponible a JOSE CURA que ha cantado varias veces la parte en diversos teatros, y que en los últimos tiempos está desarrollando una agenda menos intensa, con  días disponibles para venir a su país y nuevamente exhibir su arte en el gran Teatro local.
El resultado, considerando las circunstancias , fue más que satisfactorio.
BADEA es un gran director y es notorio que ama la partitura orquestal de Giordano, la cual ejecutó con fruicción haciendo sonar bellísimamente y con intensidad dramática a la Orquesta y el Coro de la Institución, quizás con demasiada fruicción porque el volumen del acompañamiento orquestal en varios momentos resultó excesivo para las voces que había en el palco.
Ciertamente no fue ese el problema con FABIAN VELOZ, a pesar de que hasta él tuvo algunas frases cubiertas por la desorbitada orquesta de Badea. Veloz lució  sus activos de siempre : una impactante voz, de volumen importante, con absoluta seguridad en todo el registro. Y adicionó una interpretación intensa, con momentos de sutileza vocal y actoral, muy especialmente en la escena con Maddalena inmediatamente después del NEMICO DELLA PATRIA (  de la cual dio una gran versión ) donde logró un magnífico retrato del arrepentimiento del hombre noble que se ha dejado por un momento llevar por la pasión y se ha convertido contra su querer en un “ pazzo grande e vile”. Su actuación encendió a su compañera soprano que tuvo en esta escena su mejor momento dramático en toda la noche.
Otra que no tuvo problema alguno con la orquesta fue GUADALUPE BARRIENTOS que lució una vez más un impactante volumen vocal y una belleza tímbrica arrebatadora ( yo diria que le falta usar más su registro de pecho en los graves que son la parte más endeble de su equipamiento vocal ) y de paso dio una versión arrasadora de su personaje devenido una entusiasta de la revolución.
MARIA PIA PISCITELLi resolvió con absoluta competencia todas las dificultades del papel, salvo quizás la última parte del aria donde le faltó peso vocal para el remate, exhibió un timbre vocal seductor, buenos graves y agudos y pianísimos de ensueño. Actoralmente fue convincente, si bien no pareció tener demasiada química en lo actoral con su tenor, con el que se entendió a la perfección en lo musical.
Es asombroso lo que Cura logra hacer con la difícil parte de Chenier a esta altura de su carrera. Impecable en la zona aguda , muy exigida por Giordano y con total solvencia en los graves, sólo fue de notarse una cierta pérdida del brillo vocal en la zona central, contrastante con sus brillante y certeros agudos. Cura tiene una técnica de canto muy personal que aquí le rindió a las mil maravillas y le permitió sortear sin aparente esfuerzo los abundantes escollos de esta, una de las partes de tenor más exigentes  del repertorio italiano.
Cura es usualmente un notable actor, por lo que llamó mucho la atención su actitud más bien pasiva como tal, que llegó a dificultar la actuación de su compañera de reparto. Se lo vió con frecuencia inmóvil, estatuesco, sugiriendo quizás la presencia de algún inconveniente de índole física que perjudicó sus movimientos.
Hubo cambios en los papeles complementarios, correspondiendo destacar la estupenda actuación de GUSTAVO GIBERT increíblemente joven, buen actor y excelente cantante como siempre , interpretando a MATHIEU con gran nivel, la fuerza vocal de EMILIANO BULACIOS     que pide papeles más exigentes, la esperable sinuosidad del Incredibile de SERGIO SPINA, el excelente Abate de IVAN MEIER ( otro que no tuvo problemas con el volumen orquestal ) y l.a corrección de los demás integrantes del reparto :  CECILIA AGUIRRE PAZ como Condesa, ALEJANDRO MEERAPFEL como Dumas, ALEJANDRO SPIES  como carcelero ( estos dos últimos junto con VICTOR CASTELS  a cargo de todas las funciones ).
El programa no consigna el nombre del chico que interpretó en ambas noches al nieto de la Vecchia Madelon, que con una gran actuación, muy emocionante,  completó el angustiante clima que supo crear ALEJANDRA MALVINO con su intensa escena.

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