TERMINANTE COMUNICADO DE LA ASOCIACION DE CRITICOS MUSICALES DE ARGENTINA

Las autoridades de la ciudad de Buenos Aires merecen un enérgico reproche por haber convertido insólitamente el Colón en ámbito de eventos de todo tipo, por completo ajenos a las bellas artes (Babasónicos, Cacho Castaña, Cerati, Cornell, García, Fito Páez, la princesita "Karina", Ortega, Lynch, la Mona Jiménez y ahora casamientos). Esas actividades, para cuya realización existen muchas otras salas, no sirven además para cultivar y embellecer el espíritu y el alma populares, objetivo a lograrse por el contrario organizando funciones de ópera, conciertos y ballet con precios al alcance de todos. Transformar a nuestro máximo coliseo, de bien ganado prestigio internacional, en un salón de usos múltiples (SUM) que se alquila al mejor postor, viola su tradición, la ley (artículos 2° y 3°, ley 2855) y subvierte su misión al servicio del arte y la cultura del país, para subordinarla al crudo negocio comercial. Por otro lado, desnaturaliza la importante inversión efectuada en su momento por el gobierno de la ciudad a efectos de reabrir el teatro, ya que el uso de amplificadores y la altísima sonoridad de las bandas de cumbia y rock deteriora el mobiliario y socava lentamente los materiales del escenario y el recinto, perjudicando irreparablemente su acústica, una de las más perfectas del mundo.
Nuestra generación no hizo el Colón. No lo degrademos. Tratemos de cuidar los tesoros de nuestro patrimonio cultural. Exhortamos al gobierno local a que recapacite seriamente. Barbra Streisand no actúa en el Metropolitan de Nueva York, ni Serrat en la Scala de Milán. Cada cosa en su lugar.
Asociación de Críticos Musicales de la Argentina