domingo, 22 de julio de 2018

TRISTAN UND ISOLDE- BARENBOIM-TEATRO COLON


TRISTAN UND ISOLDE
OPERA DE RICHARD WAGNER SOBRE LIBRETTO PROPIO BASADO EN EL ROMANCE DE
GODOFREDO DE ESTRASBURGO.

PRODUCCIÓN INVITADA DE LA STAATSOER B ERLIN
ORQUESTA : STAATSKAPELLE-BERLIN
CORO ESTABLE DEL TEATRO COLON
DIRECCIÓN MUSICAL DANIEL BARENBOIM
DIRECCIÓN ECÉNICA HARRY KUPFER
ESCENOGRAFÍA HANS SCHAVERNOCH
TEATRO COLON

El Teatro Colón tiró en verdad  la casa por la ventana con esta contratación que presumo debe haber sido carísima por la jerarquía y la cantidad de los artistas incluídos, y nos hizo vivir un recuerdo de lo que eran las temporadas en la época de oro del Teatro donde funciones de este nivel eran casi cosa de rutina.
Yo diría que es un recuerdo y un adiós, porque las perspectivas presupuestales para los años próximos en medio al corte generalizado de gastos que será necesario realizar y que afectarán servicios esenciales, no habilitan a  alentar la esperanza de que el Teatro Colon permanezca intocado.
Por lo tanto la lógica indica que debemos disfrutar doblemente de la oportunidad porque quien sabe  cuando tendremos una segunda chance de ver un Tristan Isolda de esta categoría ( o de cualquier categoría dada la escasa frecuencia con que este título es presentado en Buenos Aires, tanto que la última vez que lo vimos fue en LA PLATA gracias a la iniciativa de MARCELO LOMBARDERO  entonces Director Artístico, con un trabajo de dirección notable suyo y de ALEJO EREEZ  que entonces era el
Director Estable de la Orquesta )
En la función de hoy obviamente la atracción principal era la fantástica orquesta de la Opera de Berlin y el trabajo de dirección de Barenboim, que dirige el difícil texto wagneriano de memoria, sin tener la partitura en el atril, e impone desde el primer acorde un toque  mágico de  tensión dramática y  belleza sonora absoluta que pocas veces es dable experimentar. Gran trabajo entonces del Maestro y de todos los integrantes de la Orquesta, un verdadero lujo.
No le fue en zaga el trabajo de conducción actoral de HARRY KUPFER que logró dar vida al texto con una singular economíaa de recursos expresivos, una marcación precisa a cada uno de los intérpretes , incluyendo algunos cuadros estáticos de impactante dramatismo.
No me gustó la escenografía de Shavernoch   aparentemente simbólica aunque no se sabe bien de que , y que tuvo la dificultad adicional de ofrecer una superficie escarpada para los movimientos de los cantantes, complicándoles innecesariamente la vida, máxime si se toma en cuenta la edad de alguno de ellos, que tuvo constantemente que ser ayudado para no caer al piso.
Si yo me guiara por lo que vi en el primer acto diría que fue el mejor espectáculo operísitco del Colon en los últimos 30 años, porque al excelente desempeño de la orquesta se sumó un elenco de talentosos intérpretes que brillaron ampliamente en sus partes.  Pero la obra tiene tras actos y el juicio ya no es tan posivitivo en el segundo acto donde aparecieron algunos problemas y es bastante reservado en el tercer acto donde los problemas se hicieron insoslayables.
        IRENE THEORIN lució una voz potente, incisiva y segura y exhibió una arrolladora garra dramátrica tanto en el decir como en lo gestual, redondeando una actuación sobresaliente como Isolda. A su lado ANGELA DENOKE que posee una voz lírica muy atractiva, quizás no del todo adecuada a Wagner, ayudada por el Director que sabe muy bien cuando soltar el volumen de la orquesta y cuando reducirlo a proporciones casi camerísticas, compuso una sutil , sensible Branguena.
El tenor  PETER SEIFFERT, actualmente con 64 años declarados pero que luce mayor quizás p0r su corpulencia y por cierta morosidad en los desplazamientos , tiene tras de si una destacadísima carrera como tenor lírico, siendo entre otros un aplaudido LOHENGRIN. En los último años se corrió hacia papeles más dramáticos, en los cuales su fraseo y su natural delicadeza lucen mucho, pero que le plantean problemas por requerir una voz más pesada que la suya natural. En el primer  acto más allá de una figura difícil de asociar con la del personaje, lució una buena línea de canto y solvencia tanto en graves como agudos, si bien con un timbre que acusa el paso de los años.
Ya en el segundo acto le fue más difícil exhibir el lirismo del dúo con Isolda y esa carencia limitó considerablemente el impacto de la escena. Y en el tercer acto decididamente sucumbió a las demandas de la difícil aria ( debe ser la más larga y exigente aria de tenor de todo el repertorio ), comenzaron a aparecer sonidos que acusaron una voz exigida más allá de sus límites, y sobre el final comenzaron a aparecer las notas fallidas.
Preocupado por mantener La línea de canto al par que por no caerse en el escenario, cosa que logró en gran parte gracias a la guía y el sostén del barítono, no es de sorprender que el drama se le haya escapado entre los dedos.
Sólida actuación dee BOAZ DANIEL  como Kurwenal y de KWANGCHUL YOUN  que sacó gran partido de su aria al final del acto 2 .
Muy logrado el pastor de FLORIAN HOFFMANN.
GUSTAVO LOPEZ MANZITTI único representante local en el elenco, se lució como MELOT  ratificando una vez más sus virtudes camaleónicas,  luciendo como un cantante wagneriano de toda la vida. Es innegable que más allá de la voz es ante todo un remarcable estilista.

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