sábado, 8 de septiembre de 2018

PELLEAS ET MELISANDE



PELLEAS ET MELISANDE , DE CLAUDE DEBUSSY SOBRE LA OBRA TEATRAL DE MAURICE MAETERLINCK
DIRECCION MUSICAL –ENRIQUE ARTURO DIEMECKE
DIRECTOR ORIGINAL –GUSTAVO TAMBASCIO
COMPLETADA POR SUSANBA GOMEZ DESPUES DEL FALLECIMIENTO DE AMBASCIO
ESCENOGRAFIA –NICOLAS BONI
VESTUARIO JESUS RUIZ
ILUMINACION JOSE LUIS FRANCISCO
CORO Y ORQUESTA ESTABLES DEL TEATRO COLON
TEATRO COLON

Alguien seguramente es un gran admirador de esta Opera en los círculos directivos del Colon. Baste decir que fue representada en 9 temporadas del Teatro, siendo la última tan reciente como 2011, precedida unos años antes por una versión encabezada por FEDERICA VON STADE  en el papel título. ( y estamos hablando de un Teatro que no tuvo todavía espacio para estrenar títulos famosos del repertorio como MARIA ESTUARDA Y ROBERTO DEVEREUX que hemos conocido gracias al esfuerzo individual
de ADELAIDA NEGRI hace unos años y de la CIA LIRICA DEL SUR  hace pocos días)
A juzgar por lo que ví y oí en la platea de este domingo, este gusto no es compartido por la mayoría de los abonados , notándose que muchos habían desistido de utilizar sus abonos y directamente no se hicieron presentes, y los que sí concurrieron aplaudieron con bastante poco entusiasmo al punto que en uno de los intervalos el Director Musical se permitió el gesto de pedir con las manos que la platea elevara el volumen de sus aplausos.
Es en gran medida una injusticia con la Opera de Debussy que tiene un sólido argumento, un libretto de gran belleza, y una partitura sutil, delicada, profundamente emocional que en manos de Diemecke y la Orquesta del Colon sonó esplendorosamente bien.
Es verdad que el estilo lánguido de la partitura y el hecho de que los cantantes estén reducidos a un perpetuo recitativo musicalizado que nunca llega a levantar vuelo del todo, aleja a los cultores de la Opera que quieren oír arias, duos, concertantes y aquí no los encuentran. Todo esto fue agravado por la decisión de representarla innecesariamente con dos intervalos de 30 minutos cada uno, lo cual hizo que la función asumiera proporciones casi wagnerianas, con 3h40 de duración.
 La puesta en escena fue bellísima, dando excelentemente el clima gris , triste, neblinoso del castillo y sus alrededores, para colmo rodeados por una población que está sufriendo los efectos de una hambruna. En su momento más creativo sustituyó la escena de la torre con Melisande dejando caer sus cabellos por la ventana donde son acariciados y besados porPelleas, y colocó a los dos protagonistas cada uno en su habitación en sendas torres enfrentadas, convirtiendo lo que en la Opera es una escena de erotismo mal contenido, en una escena de sexo virtual, con el tenor visiblemente autosatisfaciéndose. Es gran mérito de la dirección y los dos intérpretes que la escena haya resultado totalmente creíble pese a la clara disociación entre lo que se ve y lo que se canta.
En las escenas finales a mi juicio se perdió en cierta medida el estilo  y hubo sentimientos más extrovertidos casi como los de una ópera verista, chocando con la continuidad del texto.Es verdad que en la ópera hay un crescendo emocional y musical y que las emociones finalmente afloran, pero siempre dentro de un estilo contenido que aquí a mi juicio faltó. No llegó a molestarme del todo la decisión de trasladar la escena final a exteriores y la reaparición del ángel caído de Kupfer , convertido así en una suerte de tic del teatro para representar ciertas óperas. Si bien ha sido totalmente casual porque la puesta estaba preparada desde mucho antes que Barenboim y su descollante TRISTAN E ISOLDA desembarcaran en estas playas.
Gran trabajo protagónico de  VERONICA CANGEMI que sabe ser a la vez juvenil, delicada, potente y que sólo me pareció algo desbordada actoralmente en la escena del cuarto acto donde además la iluminación le jugó una mala pasada destruyendo en parte la ilusión de juventud que las penumbras de los otros actos y la calidad excepcional de la actriz habían conseguido crear. La voz de Cangemi es de gran belleza y sigue una línea extremamente sutil de canto. Debiéramos verla más a menudo.
GIUSEPPE FILANOTTI aprovechó su voz de tenor/ tenor y no de barytonmartin como usualmentese dedica a esta parte, para darle más lirismo y poder de seducción a su personaje.
DAVID MAZE fue un más que correcto Golaud, con adecuada expresividad y poderío vocal. Gran interpretación de LUCAS DEBEVEC MAYER  con unaimponente voz y un fuerte trabajo dramático. Un lujo ADRIANA MASTRANGELO en la breve parte de  Genevieve a quien todos hubiéramos querido oír más.
Menos aún lo oímos a CRISTIAN DE MARCO que como pastor sólo canta una breve frase , lo cual no le impidió destacarse el poderío vocal con que la cantó. ALEJO LACIAS un sólido médico. Y MARIANELA NERVI FADO fue un simpático Yniold a quien la orquesta hizo desaparecer buena parte del tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario