TRES TENORES ARGENTINOS
CONCIERTO CON FERMIN PRIETO ,CRISTIAN
GALA LIRICA SHOW
TEATRO DE LA FUNDACION BEETHOVEN.
El concierto viene representándose en diversos teatros
de las más diversas ubicaciones ( el próximo será en Villa Ballester ) y ahora
le tocó al Centro en la bellísima y espaciosa sala de la FUNDACION BEETHOVEN
tan sub utilizada por desgracia.
El concierto consistió en una serie de arias de operas.
Opereta francesa ,opereta alemana, canzonetas y hasta boleros con adaptaciones
en el caso de las canciones populares para hacerlas más líricas y permitir el
lucimiento del material vocal de los protagonistas y principalmente de Fermín
que estaba en una noche imposible luciendo su generoso acervo vocal, todo lo cual en general funcionó muy bien salvo en el caso
de los boleros que con la adaptación
y los agudos agregados perdieron algo de su magia.
Las voces de Karim y Sebastián son contrastantes,
pese a tener en común la belleza del
timbre y la entrega con que cantan. Karim es más un tenor lírico con tendencia
a evolucionar hacia el lírico spinto, mientras Sebastián tiene una deliciosa
voz de tenor agudo, y se encuentra particularmente
a sus anchas en los exigentes papeles
agudos de Rossini. Donizetti. Karim es
todavía tímido escénicamente si bien se está soltando y Sebastian por el
contrario tiene sobre sus espaldas una prolífica carrera que le ha permitido cultivar
sus recursos actorales.
El
caso de FERMIN PRIETO es de difícil clasificación. Su voz es esencialmente la de un tenor
lírico, pero con un deslumbrante registro agudo y tiene graves no menos
impactantes.
Actor super desenvuelto fue el que más se divirtió de los tres.
Los
tenores eligieron divertirse al par que divertían al público, con algunas bromas entre ellos y con la excelente acompañante, que no me
parecieron ensayadas. Cada uno de ellos cantó un aria ( Sebastián UNA FURTIVA
LAGRIMA) Karim EL ARIA DE LA TABERNERA DEL PUERTO Y Fermin un aria de LA BELLE
HELENE-)
Todos
los demás fragmentos musicales fueron cantados por los tres tenores, alternándose
fragmento a fragmento y en general cantando al unísono las notas finales, que
en el caso de la música popular sufrieron alteraciones para hacerlas más
operísticas, algo que a mi juicio no funcionó bien en el caso de los boleros,
que perdieron buena parte de su espíritu al ser tan trabajados.
Fueron
más de dos horas de placer, y el público además de arrancar dos bises, quería
más. No los culpo . Yo también sentí lo mismo…
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