HAMLET RUSO, COREOGRAFIA DE BORIS EIFMAN CON MUSICA
DE BEETHOVEN Y MAHLER
ESCENOGRAFIA Y VESTUARIO VLACHESLVA OKUNEV
ILUMINACION
LEVIS KLEINAS
BNS- AUDITORIO NACIONAL DEL SODRE
Una excelente idea la de reponer este excelente
espectáculo , para mí uno de los 3 mayores logros de la Cia junto con ROMEO Y
JULIETA que será repuesta este año y UN
TRANVIA LLAMADO DESEO que si todo corre conforme a lo planeado será revista el
año próximo.
Cuando fue estrenada aquí en 2013 dejó una
imborrable impresión, por la fuerza dramática de la coreografía, sus
escenografías agobiantes potenciadas por una expresiva iluminación y el gran
desempeño del conjunto, con 5 grandes actuaciones de CIRO TAMAYO (absolutamente
deslumbrante ), DAMIAN TORIO ( en el mejor papel de su estadía en el BNS) MARIA NOEL RICCETTO Y VANESSSA
FLEITA e ISMAEL ARIAS que estuvieron en
un todo a la altura de sus colegas importados.
Es por eso que hay gran expectativa en este año por
rever estas actuaciones ( sólo Ismael que está semi retirado no será de la
partida ) pero al mismo tiempo ver a varios nuevos interpretes del elenco
que no estaban en 2013 o que todavía no
estaban haciendo papeles de esta entidad como GUSTAVO CARVALHO, MARIA GUIDA,LARA
DELFINO, CIRO MANSILLA,SERGIO MUZZIO, WALTER LATEULADE,LUCAS ERNI, GUILLERMO
GONZALEZ, CARELIZ POVEA, ARIELE GOMEZ, NINA QUEIROZ.
Esa expectativa ha crecido considerablemente
después del fantástico estreno de esta noche que sin duda ha constituído una de
las funciones más logradas desde que la Cia ha iniciado su trayectoria
ascendente convirtiéndose en un polo cultural de primer nivel dentro del
panorama de la ciudad.
La coreografía es de una intensidad dramática total,
que envuelve, emociona, angustia al espectador. Una intensidad dramática que no
descuida la estética, la belleza de los movimientos, con alguna escena de
singular belleza plástica como la noche de amor de Pablo con Natalie, o el pas
de deux de la Reina con el Rey muerto.
Volvió a impresionar la escenografía simple pero
imponente y potenciada por un inteligente uso de la iluminación.
Pero el peso de la obra descansa en el elenco, que
respondió con absoluta brillantez. Comenzando por las intervenciones corales,
estupendamente logradas, en un estilo de danza que no es el que más habitualmente
ha frecuentado el elenco, donde contrariamente a la composición de personajes
que se les suele pedir y en la cual descuellan,
aquí se exige rigidez, precisión , hieratismo..
Y un extraordinario desempeño de los solistas empezando
por el adecuadamente imponente PEDRO III de ESTEBAN CLAVERO, la apropiadamente sensual
y calculadora Natalie de CARELIZ POVEA y el estupendo terceto protagónico
comenzando con un GUSTAVO CARVALHO
irreconocible proyectando maldad, pero desempeñándose con su habitual brillo
técnico, una interpretación digna de las ovacioens que recibió y que reitera
las cualidades de este , uno de los mejores bailarines del elenco.
MARIA NOEL RICCETTO
desafía la capacidad de crear nuevos elogios para ella. Bailarina
clásica perfecta se mueve como un pez en el agua en el estilo neoclásico, manteniendo
toda la elegancia, belleza precisión de sus movimientos y sumando a ello una
precisa interpretación del personaje en todas sus complicadas facetas. Ya había
causado gran impresión en 2013 ahora la reitera y mejora ya que ha madurado aùn
màs el personaje y ha adquirido nuevos recursos expresivos.
CIRO TAMAYO gran bailarín del elenco tiene en este
ballet una actuación descollante en la que es imposible separar lo técnico de
lo interpretativo porque hay una perfecta fusión. Ciro es incapaz de hacer un
solo movimiento que no quiera decir algo y,
apoyado en la excelencia de su aparato técnico que le permite
despreocuparse de los movimientos por difíciles que sean porque allí están, puede
concentrarse en la creación del personaje que emerge con una profundidad sicológica
digna de un primer actor de –digamos , por tratarse de Hamlet- el Old Vic.
GRAN TRABAJO QUE SOLO NO ES CONSAGRATORIO PORQUE
CIRO HACE RATO QUE SE CONSAGRO. Es lo más grandioso que ha hecho hasta
ahora en Montevideo, y vaya que no es
decir poco.
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