sábado, 10 de noviembre de 2018

HAMLET – JUVENTUS LYRICA EN EL TEATRO AVENIDA Función del sábado 10




La idea original era que hubiera sólo dos cambios de elenco de las funciones anteriores para esta última función :  en el papel de Hamlet  JUAN FONT  sustituiría a ARMANDO NOGUERA  y en el papel de Ofelia, COSTANZA DIAZ FALU  sustituiría a LAURA PISANI. Pero la  indisposición de MARIO DE SALVO que obligó a que intercambiara papeles el jueves con FELIPE CUDINA BEGOVIC volviendo hoy a la distribución normal hizo de hecho que los cambios fueran 4.
Analizando uno por uno  MARIO DE SALVO fue un gran Claudio, con una rica y segura voz que enfrentó sin terrores las exigencias del papel en ambos extremos de la voz ( y eso que según el cantante no estaba 100% restablecido de su afección ) pero por sobre todas las cosas entregó una fantástica composición dramática del personaje que alcanzó su punto culminante en el monólogo y en la escena final. Una gran interpretación.
CUDINA BEGOVIC que el jueves fuera un estupendo Claudio hoy logró una apasionante interpretación del fantasma del rey al que supo dotar de sentimientos y en el que colocó en algunos momentos un uso sutil de la mezza voce. Es un intérprete con grandes dotes vocales que está madurando aceleradamente y promete dar grandes satisfacciones en el futuro inmediato.
El trabajo de DIAZ FALU fue notable. Gran compenetración dramática con el personaje ( en particular en la obsesionante escena de la locura ) y un gran desempeño vocal con una brillante ejecución de su aria final , tan exigente con la coloratura y los sobreagudos.
Una característica notable del barítono JUAN FONT cuando reemplaza a un gran intérprete de la parte que interpreta, es que no procura para nada imitarlo. Así como su GIANNI SCHICCHI era algo totalmente diferente del de Gaeta, su Hamlet no procuró para nada parecerse al de la fabulosa interpretación de Noguera. Apoyado en su juventud y en la posesión clara del physique du rol, Font hizo un Hamlet más juvenil, más desvalido y con la sensibilidad a flor de piel ( su escena con el fantasma con las lágrimas a duras penas contenidas fue un prodigio de intensidad dramática ) Puso al servicio del personaje una gran entrega emocional y una voz de buen volumen pero no deslumbrante en este aspecto, pero de una generosidad de registro como hay pocas. Y el papel ofrece abundantes oportunidades de lucirla, con notas agudas y graves extremas. Hay que tener en cuenta que estamos viendo a un joven barítono local que no se ha paseado aún por los teatros del mundo y no ha frecuentado directores y regisseurs internacionales de primera línea. Si en esta primera aproximación al personaje logró una interpretación tan lograda, no quiero ni imaginar qué sería si tuviera la oportunidad de madurarla con la repetición.
Siempre es bueno ver más de una vez un espectáculo operístico, especialmente cuando se trata de una ópera compleja como esta en la que hay tantos detalles para ver y para oír.
Por eso quiero escribir tan solo unas líneas para destacar el impactante bello sonido de la orquesta, en especial las cuerdas, y la emotividad que consiguieron trasmitir, que hablan a las claras de la excelencia de la preparación musical y la dirección del maestro SCHVARTZMAN  que es indudablemente aparte de un erudito musical un gran director. Queremos verlo más a menudo y también verlo en el Colon.
( y a la salida me topé con otro gran maestro en el repertorio lírico, que viene de obtener un gran suceso dirigiendo nada menos que AIDA en el Colón y que me confesó que a la fecha aún no lo contactaron para proponerle algún título en la temporada próxima )
El otro destaque que quiero hacer es para las actuaciones de GABRIEL CARASSO  que aparte de hacer más de un papel hizo un genial Polonio con varias escenas de impacto, y el Horacio de GABRIEL VACAS impresionante en la escena inicial de la aparición y en la escena del duelo.
Luego hay que destacar el notable Laertes de SANTIAGO BURGI, fuertemente expresivo y con un timbre que va tomando la forma de un tenor lírico lírico dejando de lado progresivamente el registro más agudo de tenor rossiniano y que tuvo un desempeño notable. Y el gran trabajo de  SABRINA CIRERA que fue una potente presencia dramática siempre que estuvo en escena y que descolló vocalmente en su aria, el dúo con Hamlet ( que me pareció cantó con más entrega aún que el jueves, quizás por tener mejor química con el barítono de hoy ) y en el concertante final del primer acto , notable.
Una gran versión que es una pena que no tenga más funciones, o que viaje a algunos de los teatros de los alrededores pero que al menos será vista en LA HAYA.

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