domingo, 31 de mayo de 2020

BRILLANTE SONAMBULA DE ALMERARES EN VENECIA


LA SONAMBULA
OPERA DE VINCENZO BELLINI
LIBRETTO DE FELICE ROMANI BASADO EN UN GUION PARA UNA PANTOMINA  BALLET DE SCRIBE Y Y AUMET.
Dirección musical  FREDERIC CHASLIN
REGIE STEFANO VIZIOLI
CORO Y ORQUESTA DEL TEATRO LA FENICE
GRABACION  DE 1995



Soy un admirador rendido de los librettos de Felice Romani que para mi produjo algunas de la óperas con más bellos textos. Y si a ello sumamos nada menos que la música de Bellini en el apogeo de su inspiración creativa, no es difícil explicarse por que esta sencilla  y hasta si se quiere ingénua historia rural es una verdadera obra maestra que tiene cautivado al público desde su estreno en 1831 y por qué es una de las operas más representadas del repertorio belcantista junto con otras dos del autor  NORMA Y I PURITANI.
No es en realidad una ópera de difícil montaje .No requiere escenografías espectaculares ni un vasto elenco. Pero sí requiere dos virtuosi espectaculares en los papeles protagonistas.
El papel de Amina pone a prueba todos los recursos de una soprano coloratura que tiene que tener impecable técnica de canto, emitir demandantes sobreagudos y manejar con fluidez los stacati y las fiorituras. Y de yapa tiene un par de momentos dramáticos que exigen toda su sensibilidad y su capacidad interpretativa. Es casi un examen de doctorado en bel canto.
PAULA ALMERARES aquí captada en una de sus apariciones  en teatros europeos está sencillamente genial. Despliega una línea de canto de asombro y la completa con grandes dotes actorales . No desmerece en la comparación con grandes intérpretes de la parte, que vaya si las tuvo. Yo decía el otro día que MANON había sido su papel cumbre, y quizás haya hablado antes de tiempo porque esta Amina es simplemente gloriosa.
E papel de Elvino no le va en zaga en grado de dificultad. Muy exigido en la zona aguda y en las ornamentaciones requiere un gran tenor ligero, artículo que está en notoria escasez desde hace años. En muchas oportunidades para poder representar la obra y lucir una soprano talentosa que está mano, los Teatros han tenido que transigir incurriendo en simplificaciones de la partitura o directamente eliminando algún aria particularmente difícil  como es la del tercer acto que el tenor de turno no consigue encarar.
MARCELO  ALVAREZ  , aún en la fase juvenil de su carrera , antes de incursionar en los papeles de spinto, que son hoy su especialidad no era un tenor ligero sino claramente un tenor lirico. Más un Duque de Mantua que un Elvino, diríamos. Pero era un excelente tenor lírico y la mayor parte del tiempo cumple con gran solvencia con la parte, a la cual dota de un bienvenida urgencia dramática. Aligera con gran inteligencia su voz y sólo en el extremo agudo aflora el tenor más robusto que en los hechos es. Logra una interpretación absolutamente solvente, por momentos hasta brillante pero no perfecta. Y en el aria del 3er acto debe recurrir alguna simplificación en la zona aguda que le resta impacto al aria.
Son de muy buen nivel los intérpretes de las otras partes solistas LIDIA TIRENDI  como Teresa  CARLO STRIULI  como el Conde y sobre todo PATRICIA BICCIRE como Lisa, una Amina en ciernes.
Y la orquesta y el coro del TEATRO LA FENICE bajo la magnífica dirección de FREDERIC CHASLIN brindan un excelente apoyo

 










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