miércoles, 20 de julio de 2016

DIE SOLDATEN




DIE SOLDATEN
OPERA DE BERND ALOIS ZIMMERMANN SOBRE LIBRETTO PROPIO BASADO EN LA OBRA TEATRAL DE JAKOB LENZ
DIRECCION MUSICAL BALDUR BRONNIMANN
DIRECCIO N ESCENICA –PABLO MARITANO
ESCENOGRAFIA E ILUMINACION – ENRIQUE BORDOLINI
COREOGRAFIA -CARLOS TRUNSKY
ORQUESTA ESTABLE DEL TEATRO COLON
ESTRENO SUDAMERICANO

Duele constatarlo , y más decirlo. El Teatro Colón hace ya varias décadas que ha dejado de ser uno de los Teatros Liricos de primera línea en el mundo, y últimamente ha perdido su posición de primer Teatro Lirico de América Latina para la Opera de Santiago y está en riesgo de perder el segundo puesto para la Opera de Sao Paulo. Digo esto basándome en el número de títulos anuales y la calidad de los elencos titulares,  porque el Colón aún continúa al frente en América Latina si hablamos de cuerpos estables.
Han incidido en esto los declinantes presupuestos, consecuencia de la interminable crisis económica que azota a Argentina  también desde hace décadas y que la hizo por ejemplo perder el primer y el segundo puesto como economía mayor de América Latina, y las erráticas direcciones artísticas que han venido decayendo en grado de especialización en la materia.
El Teatro Colón ya no puede contratar a los grandes cantantes del escenario mundial que a lo sumo consigue atraer para que vengan  a los apurones y hagan un recitalcito. Cuando un gran nombre es anunciado hay que mantener los dedos cruzados para que no cancele ( si es que alguna vez tuvo contrato , porque a menudo se anuncian intenciones o negociaciones en curso ) y para que no se trate de un cantante que habiendo entrado en decadencia tiene ahora la agenda más libre porque menos teatros lo llaman. Es que por un lado el Colón no tiene ya presupuestos como para pagar los altos cachets que se estilan y por otro ya no organiza sus temporadas con la debida anticipación, lo que determina que los principales cantantes tengan ya su agenda ocupada cuando se intenta contratarlos.
No siendo sus directores gente particularmente entendida en la materia a menudo se tienen que fijar en los criterios de alguna Agencia amiga, que recomienda repartos posibles y no siempre lo hace con la debida objetividad ya que al fin y al cabo es parte interesada en el asunto.
Es en función de todo esto que hay que celebrar como un triunfo la presentación de la Opera DIE SOLDATEN que con gran brillo ha estado ofreciendo el teatro como parte de su nuevamente magra temporada anual de abono. Seguramente va a ser centro de comentarios mundiales y le dará prestigio al Teatro, ya que la Opera ha sido presentada en muy pocos de ellos, habiendo grandes Teatros como el Met o la Opera de Viena que todavía no la ofrecieron. También es muy posible que la producción sea objeto de subcontrataciones por parte de otros Teatros interesados en dar la obra sin incurrir en la inversión que representa esta caro montaje.
Es una ópera particularmente difícil de producir, con tremendas exigencias técnicas tanto en cuanto a la maquinaria escenográfica, como la orquesta ampliada en número de instrumentos y la incorporación de partes amplificadas con música adicional y sonidos. Si bien naturalmente los papeles principales fueron destinados a extranjeros., hay numerosos papeles complementarios que quedaron en manos de cantantes locales que demostraron una vez más su alto grado de calificación. Y ni qué decir la orquesta que respondió en gran nivel a la batuta del suizo BALDUR BRONNIMANN  que justificó ampliamente su contratación y fue uno de  los puntales de la versión. Se sumó a ello la sólida labor de todos los cantantes solistas importados, con destaque para el barítono LEIGH MELROSE en el papel del novio desechado ,el bajo FRODE OLSEN en el papel del padre, y – por supuesto-la estupenda actuación de SUSANNE ELMARK en el agotador papel de la protagonista. Yo le noté en el segundo acto algunos agudos calantes al tenor TOM RANDLE y una voz al borde de ser desagradable por su estridencia y su pronunciado vibratto a la excelente actriz NOEMI NADELMANN como la Condesa, pero en ambos casos cabe la duda de que la partitura les pidiera cantar así. De los locales destaco las actuaciones de EUGENIA FUENTE  y SANTIAGO BALLERINI en los papeles más extensos.
Pero ante todo un triunfo irrestricto y consagratorio de PABLO MARITANO un joven regista que ya venía demostrando gran creatividad y talento junto con algunas ideas demasiado idiosincráticas y que aquí tuvo una oportunidad ( y un compromiso ) de oro para mostrar su talento en toda su dimensión y la aprovechó al máximo. Colaborando estrechamente con el excelente escenógrafo ENRIQUE BORDOLINI presentó la ópera tal como ella pide con numerosas escenas paralelas que se superponen, y manejó todas ellas con inspiración, obteniendo además de  todos y cada uno de los intérpretes desde el más  breve de los comprimarios a la protagonista un desempeño de total entrega. Sencillamente magnífico. Un logro que seguramente será muy comentado en el exterior y que previsiblemente abrirá al director una carrera internacional  destacada. Felicitaciones al Colón por no haber traído a alguien del extranjero, no haber comprado una puesta ready made y por hacer apostado al talento juvenil cuando tenía a mano una opción no menos brillante y capaz pero ya consagrada a la cual esta puesta le hubiera rendido menos en términos de ascensión personal.
Y la Opera ¿? Sé que me van a masacrar por lo que digo, pero para mí habría que crear un nuevo término y considerar estas “ óperas “ modernas un nuevo género totalmente apartado de lo que hasta fines de la carrera de RICHARD STRAUSS veníamos considerando Opera, la vieja y querida Opera de los melómanos que salían del Teatro cantando los fragmentos más agraciados y que a veces en raptos de entusiasmo por la versión ofrecida forzaban al intérprete a conceder un bis.
Esto no es aquello y no debería quizás llamarse de la misma manera. Es una violenta obra teatral, donde los intérpretes emiten sonidos extremos que uno no alcanza a distinguir como “música “ salvo en algún fragmento aislado como la escena del bar con el jazz y los soldados haciendo percusión con sus tazas de metal en la mesa. Y la orquesta produce un robusto acompañamiento que realza  la agresividad de lo que se ve y se oye en escena. Sé que es música y que los grandes musicólogos que han criticado el espectáculo en los grandes medios las han calificado como una obra maestra, pero yo que no tengo ningún título a defender y no temo que me llamen de ignorante simplemente digo que para mí es algo diferente por completo y no llego a verlo ni como ópera ni como música.
Dicho esto diré que el producto, sea como sea que lo llamemos, me pareció muy interesante, por momentos hasta emocionante y que estoy muy contento de haberlo visto. Y que me gustaría que el Colón siguiera familiarizándonos con este tipo de creaciones, idealmente en un Abono Moderno separado del convencional que yo con gran placer compraría , pero seguramente otros no  ( los que no usaron sus abonos y no vinieron, los que huyeron del Teatro en el primer intervalo, los que aplaudieron   por compromiso por temor a ser considerados ignorantes si no estaban de acuerdo con la crítica -) Y no creo que sea la manera más indicada de hacer que algo guste, el imponerla como si se tratase de un remedio.
Es claro que quisiera que el Colón presentara estas Operas “ además de “ y no “ en sustitución  de“ porque quiero seguir oyendo a Verdi, a Puccini, a Bellini, Donizetti Rossini, Massenet , Wagner……. Etc. y por favor en versiones que no desnaturalicen sus obras intentando en vano hacerlas parecer a esto, que por cierto no son ni pretendieron ser.



VER UN COMENTEARIO MAS EXTENSO Y CON MATERIAL FOTOGRAFICO EN
http://www.operaintheworld.com/

1 comentario:

  1. Coincido plenamente. Creo que es la primera vez que una "opera moderna", por llamara la de alguna manera, me gustó realmente y la puesta en escena creo tuvo mucho que ver. Pero sin dudas hay que catalogarla de otra manera, no cómo opera en el sentido tradicional (las que uno puede tararear cuando sale del teatro). Y sería bueno que el Colón adaptara sus abonos como hacen otros teatros (el Met por tomar un ejemplo), y permitiera comprar el abono completo o partes del mismo de acuerdo al interés que uno tenga.

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