AIDA DE GIUSEPPE VERDI
PRODUCCIÓN DE LA OPERA NACIONAL DE PARÍS – 2021
DIRECCIÓN MUSICAL MICHELE MARIOTTI
REGIE LOTTE DE BOER
ESCENOGRAFIA CHRISTOF HETZER
Comentaba el otro día en OPERA IN THE WORLD nuestra colaboradora y amiga BEATRIZ COTELLO una TRAVIATA de la opera de Viena en la que las contradicciones de la regie con el texto terminaban por arruinar una puesta que tenía un elenco muy atendible.
Eso es nada comparado con esta versión de AIDA en la OPERA DE PARIS para la cual no encuentro un calificativo más apropiado que HORRENDA pese a contar con un elenco vocal de calidad.
Creo que esta puesta lleva el horror un paso más allá de lo que estamos acostumbrándonos a sufrir y nos trasporta al territorio de lo sencillamente insoportable de ver. Jamás pensé que vería en mi vida una puesta de Aida que me hiciera desear a cada momento detener la proyección ( es una reproducción en streaming ) y dedicar mi tiempo a cosas más agradables.
Es que a la regista no le bastó con cambiar de época la Opera, vestirla con ropas modernas y mandar a paseo a los faraones que a cada rato son mencionados en el texto, no le bastó tampoco transformar la escena en el templo de Ftah en un cocktail elegante donde todos brindan por la victoria de Radames y completar su faena haciendo que la escena triunfal fuera una exhibición de comprimarios que se vistieron y desvistieron en escena protagonizando cada vez un cuadro vivo que recuerda a grandes cuadros bélicos de la civilización occidental ( no ceso de preguntarme que tendrá eso que ver con la celebración de la derrota de los etíopes )
Yo todo eso lo pasaría por alto con tal de oír las magnificas voces reunidas, pero hubo algo realmente inaceptable, que matò toda posibilidad de disfrutar una de las mejores operas del repertorio clásico.
La regista tuvo la luminosa idea de sustituír a Amonasro y peor aún a a Aida por esqueletos semidesintegrados manejados por un equipo de marionetistas, mientras el esqueleto hace play back con las voces de la soprano y el barítono, que se esconden tras él gran parte del tiempo para no ser vistos. Y pensar que contaban con una Aida que es una gran actriz y una de las mejores cantantes del momento y tuvimos que verla sumergida en el ridículo de darle su voz a un esqueleto horrendo.
En fin que reitero mi sugerencia de que cuando van a presentar una versión de este tipo brinden al menos una sola función en versión de concierto para que podamos apreciar a Verdi, Puccini , Mozart o el que sea sin necesidad de soportar todo esto.
El elenco es sólido con las voces de dos sólidos bajos como Rey ( SOLOMON HOWARD ) Y Sacerdote ( DIMITRI BOLOSSELSKIY ) Y UN baritono a la altura como Amonasro LUDOVIC TEZIER.
Las mujeres , espectaculares. XSENIA DUDNIKOVA y la gran SONDRA RADVANOVSKY que aquí se da el lujo de colocar varios arrobadores pianísimos-. Es una pena no haber pòdido ver el enfrentamiento entre estas dos potencias porque debe haber sido fenomenal,. Pero aquí Amneris rivalizó con el esqueleto.
JONAS KAUFMANN no tiene ya el aspecto de galán semi adolescente que lucía en sus años más mozos y se lo ve aquí como un bien establecido hombre de media edad. La voz sigue firme, algo reducida en volumen, y canta con gran delicadeza los momentos en que puede apianar como el fin del CELESTE AIDA y toda la escena de la tumba… Soportó con estoicismo el tener que contraescenar en las escenas de amor con “ eso“ que le pusieron en el lugar de la Radvanovsky.
Me pregunto hasta que punto cantantes consagrados como Sondra y Jonas continuarán aceptado que se los manosee de esta manera.
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