viernes, 29 de septiembre de 2017

ROMEO Y JULIETA –BNS– FUNCION DEL 29.07






ROMEO Y JULIETA –BNS– FUNCION DEL 29.07


Infelizmente la última para mi este año y pienso que demorará un buen tiempo antes de que la repongan porque este año se vencía la cesión de derechos de los dueños de la puesta.
La función de o ratificó todo lo dicho en cuanto a la gran calidad del espectáculo y el soberbio rendimiento del elenco, en un ballet que exige mucho y proporciona grandes posibilidades de lucimiento.
En esta función me pareció ver un gran crecimiento de DAMIAN TORIO en el personaje de Paris, al que dotó de una conmovedora ternura, mezclada en algunos pocos momentos con la natural exasperación por el rechazo. Una gran interpretación.
Y nuevamente volvió a encantarme el soberbio trabajo de ANIBAL ORCOYEN como Teobaldo, una composición de absoluto primer nivel.
Había dos novedades en el reparto .
En primer lugar el Mercucio sensacional de ACAOBA THEOPHILO, que además de reiterar sus elevadas condiciones físicas y técnicas brindó una muy valiosa interpretación del personaje, con un constante uso del sentido del humor que por contraste hizo más trágica la escena de su muerte.
Pero el principal cambio  fue la Julieta de NINA QUERIROZ , un finísimo trabajo pleno de belleza, elegancia , delicadeza con una muy sentida escena final.
GUSTAVO CARVALHO  reemplazando al partenaire originalmente previsto para ella, logró un muy buen grado de comunicación,, soslayando en buena medida que no es su pareja habitual, y reiteró su magnífica creación de Romeo, por lejos el mejor trabajo de su carrera en Montevideo.
Un párrafo aparte para la Orquesta que ha venido dominando cada vez más la partitura y que hoy en diversos momentos hizo gala  de un lirismo exacerbado, como en la escena del balcón, o de su fuerza expresiva como en la escena del baile en la corte.  Una pena que problemas de índole no artística la dejen sin Maestro.

jueves, 28 de septiembre de 2017

ROMEO Y JULIETA –BNS –FUNCION DEL 28.09.17






ROMEO Y JULIETA –BNS –FUNCION DEL 28.09.17

Comienzo por un elogio a la magnífica Sala del Auditorio Adela Reta que tiene una visibilidad privilegiada, y además otorga con sus butacas el mismo grado de confort a todos los espectadores independientemente de cuanto hayan pagado por su entrada. Hoy debido a que era una función de beneficio, no se vendieron entradas al público general salvo de Galería Baja para arriba.
Me tocó entonces ver la función desde la primera fila de la Galería Baja, una localidad que cuesta 120 pesos. Fui porque se trataba de la segunda de las tres únicas funciones que le fueron atribuídas a la pareja Penacchio-Tamayo , y no podré ver la tercera porque estaré en Buenos Aires viendo UN BALLO IN MASCHERA en el Teatro Avenida.
Creí que no iba a ver nada y me sorprendí – La visibilidad es perfecta, tanto que acabé no utilizando los prismáticos que había llevado.
Y la verdad es que estoy muy feliz de haber concurrido, porque la pareja que hacen Penacchio y Tamayo no es como para verla una única vez, aparte de que han crecido aún más en sus personajes en relación a la primer noche en que los bailaron juntos. Ojalá se mantenga el dúo, tal como se viene haciendo con no menos  excelentes resultados con el dúo Riccetto-Carvalho.
La función de hoy fue una verdadera delicia estética por la agilidad, la plasticidad, la elegancia de ambos protagonistas, pero fue mucho más una terrible experiencia emocional con la escena final vivida muy desde dentro y con gran intensidad.Una gran noche de Teatro. Un verdadero milagro.
Tendría que repetir todo lo que ya he dicho sobre el resto. Apenas me limitaré a señalar  las novedades que fueron el excelente Teobaldo de ISMAEL ARIAS, con un enfoque personalizado muy acorde con el personaje. Ismael es realmente muy agresivo cuando espadea, pero en el enfrentamiento con Romeo yo no sé cómo lo  logra pero desde el vamos proyecta la idea de que será derrotado.
La otra novedad no fue en escena sino en el podio. Correspondió hoy dirigir a la Orquesta al Maestro DANIEL HASAJ que fue el asistente de MARTIN GARCIA en la preparación musical de la versión, y que manifestó un total dominio de la función en una labor digna de aplauso que fue recompensada entusiastamente por el público..
Y de puro parcial cito el Benvolio de SERGIO MUZZIO cada vez más elegante y deslumbrante y el progreso obtenido por MARIA INES CAMOU como Lady Capuleto en relación a sus funciones anteriores. Se la vió más suelta y desenvuelta como actriz en la terrible escena final del segundo acto.

SE AGRAVA LA CRISIS EN EL SODRE





SE AGRAVA LA CRISIS DEL SODRE.
Hasta ahora hubo un conflicto  grave entre los integrantes de la Orquesta y el Maestro JULIO BOCCA Director del BNS- Era notoria la animadversión de los miembros más militantes del Cuerpo contra el Director del BNS , a quien  consideran arbitrario y autoritario.
Bocca tuvo que recurrir en varios espectáculos a pistas grabadas ante la imposibilidad de conseguir la colaboración de la Orquesta. Algunos de los músicos cuando conversan conmigo sobre el particular tienen posiciones muy extremas e irreconciliabels, llegando a decir que el Ballet no tiene solución si no alejan a JULIO BOCCA  “ que ha arruinado a la Cia que teníamos “ Conociendo el carácter mercurial de la personalidad de Bocca no dudo que si hablara sobre el tema con él tendría alguna frase sobre la Orquesta en este mismo estilo, maxime cuando se sabe perjudicado y atacado por ella.
En esta oportunidad los enfrentamientos fueron tales que Bocca investigó frente la la Flia.MAC MILLAN si haría una excepción y autorizaría que se hicieran las funciones con música grabada, recibiendo respuesta negativa. Ante ello, llegó a considerarse la posibilidad de cancelar el título pese a que tenía localidades agotadas.
Hay en el conflicto factores personales y rencores indudables, pero en el fondo del enfrentamiento hay dos problemas reales  de difícil solución :  el hecho de que la mayor parte de los músicos sean integrantes de la OSSODRE y la FILARMONICA al mismo tiempo, planteando problemas irresolubles de horarios y fechas ya que nadie puede estar en dos lugares a la vez, y el problema del convenio colectivo con el reglamento que rige el trabajo de la Orquesta, que es bastante incompatible con la preparación de los espectáculos de Opera y Ballet  ( la orquesta ensaya un número muy limitado de horas por día, que no coinciden con las del coro que también son limitadas )y tiene un sistema rígido de interrupción para descansos, que genera un choque con las necesidades de los bailarines a los cuales una interrupción significa un enfriamiento y el peligro de una lesión.
 Los convenios, como la superposición de funciones, fueron aceptados por el SODRE cuando tenía muy reducidas actividades por la falta de la Sala. Ahora con una sala que es un orgullo para el país, que debería funcionar 365 días por año, los convenios se han vuelto inaceptables. Pero también son inaceptables los sueldos que ganan los músicos, que fueron aceptados por estos precisamente porque podían complementar sus ingresos con otras actividades, a las cuales el SODRE  no ponía obstáculos.
La solución obvia que es dos orquestas separadas con músicos full time en cada una de ellas , y sueldos acordes con esta exigencia, tropieza con la indisponibilidad presupuestal para tal solución Y POR ENDE EL PROBLEMA CARECE DE SOLUCION A LA VISTA.
Lamentablemente ahora el tema se politiza. La oposición en general y la nefasta legisladora GRACIELA BIANCHI, fiel seguidora de la polític a de cuanto más escándalo mejor, por razones estrictamene electorales, pretenden usar a MARTIN GARCIA  y JULIO BOCCA  como arietes contra la Ministra que por ser mujer de la más estricta confianza del Presidente desde la época en que era Intendente, es alguien a quien hay que  derribar con la misma saña que si fuera Licenciada en Genetica Humana, y contra el Gobierno en general.
Es el peor camino. Por esta vía el tema  vuelve directamente insoluble, y hay serio riesgo de que la Institución vaya a pique.


 http://www.elobservador.com.uy/sodre-niega-fractura-interna-denunciada-director-orquesta-n1124804

miércoles, 27 de septiembre de 2017

TEXTO COMPLETO DE LA RENUNCIA DEL MAESTRO MARTIN GARCIA



Montevideo, 26 de setiembre de 2017



Sr. Presidente del Consejo Directivo del Sodre
DOREEN JAVIER IBARRA

Presente




De mi mayor consideración:


Me dirijo a Ud. con la finalidad de comunicarle mi decisión de poner a disposición el
cargo de Director Artístico Musical de la Orquesta Sinfónica del Sodre.

Decidí escribir esta nota previo al comienzo del ensayo del jueves 14 de setiembre
último, durante el tortuoso proceso que condujo al estreno del ballet Romeo y Julieta.
Me encontré entre una orquesta escandalizada, algunos de cuyos miembros me
cuestionaban por no "defenderla" y una Dirección del Ballet que me increpaba por no
silenciarla y hacerla ensayar. Con amarga ironía noté que por primera vez en siete
años, Orquesta y Ballet estaban alineados.

Me vi en el centro de un teatro fracturado en que los intereses de unos son opuestos a
los de otros, ante la imposibilidad de ejecutar un calendario que se confeccionó hace
casi un año, ante el desamparo para resolver problemas técnicos, organizativos y
funcionales que planteé hasta el hartazgo, y con un cuerpo orquestal cuyo lugar y
propósito parecen no definirse nunca.

Se suman problemas cotidianos, estructurales y políticos en todas las áreas que, al no
resolverse, obligan continuamente a improvisar soluciones puntuales y excepcionales
para salir del paso. De este modo, hay que estar "creando" la orquesta todo el tiempo
en vez de trabajar sobre una estructura dada y en un marco claro, como en cualquier
parte del mundo. Este contexto, además de ser cruelmente desgastante, favorece la
confusión de roles y genera un clima de desconfianza, propicio para la adjudicación de
culpas antes que la búsqueda de soluciones de fondo. En este contexto, resolver
cualquier problema mundano, por pequeño que sea, se transforma en una hazaña.



La Orquesta Sinfónica del Sodre, colectivo integrado por gente muy querida, varios de
ellos excelentes artistas, atraviesa una crisis interna fruto en parte del sentimiento de
postergación y desamparo que ha padecido durante años. Esta crisis, propia de una
orquesta cuyo lugar en la Institución y en el mapa cultural nacional nunca termina de


quedar claro, impacta negativamente en todos los aspectos, incluyendo también el
ambiente laboral y la propia imagen del organismo.

Obviamente, se necesita primeramente definir y defender política e institucionalmente
el lugar que se pretende para la Orquesta en el Instituto y en la cultura nacional.
Circulan infinidad de visiones que tanto más eco encuentran cuanto mayor es la
indecisión. No hay respuesta clara y, mientras tanto, se sigue navegando quién sabe
hacia dónde en medio de una retahíla de tópicos sin posibilidad concreta de solución.

Por otra parte, el instinto de supervivencia ante esa sensación de desamparo que
mencionaba, conduce a un estado de individualismo exacerbado, en que cada persona
termina construyéndose su propio sistema de derechos y obligaciones. Esto dificulta el
trabajo diario normal, ya que la gestión de cuestiones administrativas, técnicas y
personales interfiere con el trabajo artístico, obstaculizándolo. No poder evitar esta
interferencia señala una carencia institucional y un fracaso personal mío. Es crucial
contar con herramientas y personal adecuado para velar por la disciplina, y reconstruir
la autoestima de la Orquesta desde la gestión de Recursos Humanos. Este tema fue
uno de mis primeros planteos ante el Consejo Directivo al asumir el cargo. Lamento no
haber encontrando eco ni obteniendo cooperación alguna.


No es novedad decir que el Sodre cuenta con una orquesta part-time en los hechos,
cuando en realidad se necesita un organismo efectivamente full-time. A diferencia de lo
que ocurre en cualquier otro país que se precie de tener una vida cultural vibrante, en
Uruguay la responsabilidad de organizar las agendas de los músicos recae sobre sobre
las propias instituciones que co-crearon un indefendible régimen de interdependencia.
Directores y mandos medios del Sodre y la Intendencia nos desgastamos coordinando
horarios, fechas y contenidos para mantener un status quo que hipoteca las chances
de desarrollo pleno de nuestra Orquesta. No veo el final de esta historia y creo que
podríamos seguir coordinando de manera perpetua sin solución alguna.

Para peor, el ambiente orquestal local, que tal vez en otro momento fuera
complementario, es hoy competitivo. Se compite por el público; se compite por los
espacios; obviamente se compite por presentar los mejores contenidos; se compite por
el tiempo de trabajo, que es limitado; y se compite por la energía de nuestros músicos,
que son esencialmente los mismos, y que se desplazan de un ensayo a otro casi sin
descanso, contraviniendo los dictados de la salud ocupacional y del sentido común.


Episodios como los vividos durante los ensayos del ballet Romeo y Julieta ponen de
manifiesto la fractura interna que hay entre la Orquesta Sinfónica del Sodre y el Ballet
Nacional desde el año 2010. Esta fractura afecta aspectos operativos, técnicos y
también humanos, dificultando enormemente una verdadera cooperación.

En medio de ese cortocircuito, el Director de la Orquesta sería el encargado de
contemplar los intereses de todos en un equilibrio imposible. Ya de por sí, que un


antagonismo interno tan polarizado exista es un hecho alarmante. Las
responsabilidades, antes de recaer sobre el Director del BNS o sobre los músicos de la
Orquesta Sinfónica, recaen sobre el propio Sodre y el modo más bien pasivo y
conformista en que éste acompañó y asimiló institucionalmente el éxito del Ballet
Nacional.

Este esquema de división, que tiene ciertamente raíces en la naturaleza humana,
encuentra a nivel institucional su expresión en una "Mesa Artística" cuya función sería
coordinar las actividades a realizar en los resquicios que la temporada del Ballet deja.
Por eso, al malestar del que hablaba, se agrega la imposibilidad de realizar una
actividad integral planificada en el Auditorio.


La dirección de una orquesta no es "de escritorio". El Director es parte del espectáculo,
actuando ante el público y los artistas en conciertos y en funciones. Su preparación
tiene que ser excelente, y su concentración absoluta. En un teatro de estas
dimensiones, con personal para prácticamente todo, no puede pretenderse que en el
instante previo a ensayar o a dirigir, o aún durante el ensayo, el Director tenga que
responder sobre aspectos técnicos (e.g. qué tipo de lamparillas hay que usar, si falta un
instrumento, si una silla está mal puesta, o si hace frío o calor) o funcionales (e.g. si se
ausentó un músico por un motivo insólito, negociar duraciones de ensayos, o recibir
una catarata interminable de mensajes de miembros de la organización que no
deberían acceder al Director con tanta inmediatez).

En este sentido, deploro que en ningún momento tuve la oportunidad de formar un
equipo propio. Solamente participé el año pasado en la selección de dos muy eficientes
auxiliares administrativas, que sustituyen a las dos que renunciaron en febrero de ese
año y que reparten sus actividades con la "Coordinación Artística", inexplicablemente
adosada a la Orquesta Sinfónica del Sodre, como si la una fuera parte de la otra.
También hice reclamos en ese sentido ante el Consejo, siempre sin éxito. Instituciones
más grandes tienen organigramas más simples y claros.


La dificultad para lograr apoyo aún en temas sencillos de la cotidianidad fue tal, que es
fácil imaginar los obstáculos en el caso de temas realmente cruciales. Así, las
necesidades en el orden de la Comunicación, la gestión de Recursos Humanos y la
Producción Técnica de la Orquesta fueron señaladas permanentemente por mí y por el
Gerente, cayendo siempre en saco roto: la Orquesta sigue sin prensa, la Inspección
sigue igual, y la Producción Técnica es un desastre. Por no decir que hemos señalado
los problemas derivados de contar con un cuerpo orquestal sin dedicación total y con
tantas formas diferentes de vinculación contractual; tampoco en esto hubo cambios.


No debo ser ajeno a aspectos de mi propia personalidad y carácter, incluyendo mis
propias debilidades. Posiblemente otra persona hubiera obtenido mejores resultados.
No soy afecto a las expresiones sentimentales ni a la exaltación de mí mismo.


Reconozco que fue incorrecto de mi parte no exigir antes de mi ingreso la creación de
un equipo de apoyo/colaboración elegido por mí. Ahora bien, en todo el tiempo que
estuve en funciones jamás se me consultó qué o quién necesito para una mejor
gestión. Sin embargo, sí recibí consultas varias sobre cómo ocupar a funcionarios
ociosos o inoperantes que complicaban la vida en otras áreas. También he absorbido
gran parte de las dificultades, gestionando o exigiendo en reserva temas que al no
resolverse luego retornan en forma de reclamo por parte de la misma orquesta… otro
error mío.


Nadie puede trabajar jaqueado. Sé que se hacen movidas para sustituirme. Nada que
decir al respecto -sé que la danza de nombres y aún las intrigas son propias del
ambiente-, salvo que me apena que en el Sodre y en el Auditorio se habla mucho más
de lo que se hace, y esa desproporción convierte nuestro ambiente de trabajo en un
inoperante caldo de rumores y habladurías. El Consejo podría hacer una contribución
mayor en el combate contra este mal. A propósito de esto, creo que se equivocó la
manera de gestión de los temas de la Orquesta en los últimos tiempos y se confundió
un bienvenido involucramiento en los problemas con un tipo de gestión, a veces en
varios planos simultáneos, que desvirtúa los roles y genera mayor confusión.


De la labor realizada en este tiempo, rescato en primer lugar el trabajo diario con la
Orquesta, cuyos músicos, aún a pesar de las dificultades y carencias mencionadas se
las arreglan para alcanzar un grado de compromiso y de calidad admirable. Celebro
también que en este tiempo, y a pesar de todo lo señalado, la calidad técnico-artística
de la Orquesta está en uno de sus mejores momentos de las últimas décadas.
Agradezco a los artistas invitados que han trabajado junto a nosotros en esta etapa.
Rescato la relación con el público de siempre y el nuevo, el de la capital y el del interior,
que de manera creciente se suma a las actividades de la Orquesta. También agradezco
el trabajo de mis colaboradores, quienes se esforzaron pacientemente junto a mí
durante este período.

No quiero dejar de agradecer a Ud., Doreen, el apoyo firme y equilibrado en tantos
momentos de dificultad. Saludo al resto del Consejo y a sus colaboradores por el
trabajo en este tiempo. Sé que el Sodre no es fácil para nadie.




Lo saludo con afecto.




Martín García