domingo, 15 de mayo de 2011

WALKURE POR EL MET EN EL SOLIS-MAYO DE 2011


WALKURE POR EL MET EN EL SOLIS- MAYO DE 2011-05-16



La puesta en escena de Robert Lepage se gano de entrada mi antipatia cuando un problema en el funcionamiento de la complicada maquinaria escenografica requerida por el resisseur determino que la funcion se iniciara con 45 minustos de retraso. Esto impidio que llegara a tiempo para el concierto del SODRE que generosamente habia atrasado media hora su inicio para que no entrara en colision con el de la Opera, pero que no pudo esperar mas.( Felizmente las amables acomodadoras de la Sala me informaron que por razones que no supieron explicarme el programa habia sido alterado asi como los interpretes, por lo que sufri menos con la privación).
Pero aun juzgando la puesta por si misma yo diria que en buena medida decepciona. No se entiende por que usar tan complicadas maquinarias para al fin de cuentas ofrecer un escenario que no representa nada concreto, con enormes pilares metalicos que se desplazan y son iluminados de maneras variables, dando lugar a otros tantos ambientes abstractos y decidamente feos de mirar. Y pienso con nostalgia en la bellisma producción que el Met desmonto para ofrecer esta, carisima por otra parte.

 Si en el Oro del Rhin los “ efectos especiales “ compensaban en parte esta carencia estetica y nos hacian ver cosas que Wagner imagino y no pudo realizar dadas las limitaciones tecnicas del Teatro en su epoca, no hubo aquí nada de particularmente osado o revelador. Fue una puesta mayormente de  rutina ( salvo la cabalgata de las Valquierias, y ya se han visto algunas bien mas impresionantes ), eso si con una estupenda direccion de actores.
Cada dia mas se hace evidente que las direcciones escenicas toman en cuenta el hecho de que la funcion habra algun dia de ser trasmitida por TV y por lo tanto imponen a sus interpretes un estilo menos teatral, mas cinematografico, con gestos mas medidos y con abundancia de sutiles expresiones faciales. Resta ver cuanto de esto es percibido por quienes ven la Opera en vivo en el Teatro y hasta que punto no son ellos los perjudicados.
El hecho es que ademas los elencos tienen que ser elegidos tomando en cuenta este factor, con cantantes que si es posible tengan la voz de sus partes, pero que ciertamente tengan el fisico como para encarnarlos frente a una indiscreta camara cinematografica.
Y alli comienzan los problemas. Cuando se tiene a un tenor maginfico como JONAS KAUFMANN  que dio una versión vocalmente notable de Sigmundo , vertido ademas con fuerte expresión dramatica, se genera automáticamente el problema de donde encontrar una Siglinda que pueda cantar una escena de amor con el y no quedar ridicula. Porque a parte de todas sus condiciones el tenor disfruta de una estupenda estampa de galan como pocas veces se han visto en la parte, normalmente destinada a tenores envejecidos que yo no pueden encarar partes mas agudas.

 JK ademas de deslumbrar con su hermoso timbre, con linea melodica natural en quien canta obras de Massenet o Verdi, fue cada cm el galan de cine. Por suerte la bonita pero algo excedida de peso EVA MARIA WESTBROCK estuvo a la altura de las circunstancias, haciendo una Siglinda muy creible como par romantico por su belleza facial y por su timbre vocal ( salvo en el extremo agudo que   a veces suena metalico o poco expansivo ) Una Siglinda totalmente convincente.


Hans Peter Konig fue un arrollador Hunding que sin llegar a los extremos de un Salminen supo proyectar el carácter dominante y violento de su personaje.
Bryn Teruel impacto con su generosidad vocal, al fin un Wotan con absoluta seguridad en todas las notas y capaz de dar expresión a su canto, aunque he visto Wotans mas intensos dramáticamente.

Deborah Voigt, que ya no esta en su apogeo vocal, fue una muy convincente Brunilda sin problemas vocales y con una bella linea de canto, en una encarnación mas humana que heroica del personaje.
Stepahnie Blythe fue vocalmente una impactante Fricka con un vozarron enorme y hermoso de esos que se oyen rara vez. Felizmente su problemática apariencia fisica no incidio demasiado en el personaje.

Dio tristeza ver a James Levine prácticamente arrastrandose para subir al taburete desde el cual  dirigio la funcion, e impedido de subir al escenario a saludar. Los grandes genios debieran ser tratados de otra manera por la naturaleza. Pero al menos pudo regalarnos con otra noche de gloriosa direccion, una mas entre los cientos de funciones que a lo largo de 40 años en el Met el publico de NY y sus visitantes ocasionales hemos podido apreciar y admirar. Un gran maestro dirigiendo a la orquesta y al teatro que el contribuyo decisivamente a moldear.

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