Argentina
está sufriendo un lamentable proceso de partidización que, nacido en el mundo
de la política, se va extendiendo a todas las temáticas.Merced a él , todo acto
de la persona de la cual somos partidarios es una maravilla y todo acto del rval
es una atroz violación de los más minimos principios de la cordura, la
honestidad, la economía de recursos, etc.etc.
Hace tiempo
que vengo observando cómo esta plaga de la intolerancia por la opinión ajena va
invadiendo nuestro medio, el del arte lírico y cómo se nota particularmente ello
leyendo algunos de los grandes medios escritos de “ información “
Hasta hace
un tiempo el Director de un Teatro Oficial dependiente del Gobernador de la
Provincia de Buenos Aires no hacía nada que no fuera una maravilla. Alejado de
su lugar directriz por una grave crisis financiera ajena a su accionar, quienes
lo sustituyeron sufrieron el ataque sistemático de quienes habían elevado al
predecesor ( cuyo talento no está en discusion ) a la categoría de semi dios y
nada de lo que hiciera era considerado siquiera aceptable.
Es verdad
que la nueva directora delTeatro poseía un punto vulnerable como era su inexperiencia en la lírica, que
para peor agravó confesando que hacía años que no veía una Opera. Pero era una
mujer de Teatro y se desconocían sus capacidades organizativas.
Fue
implacablemente destrozada aun en sus aciertos con una muy razonable temporada
2014 que hizo de necesidad virtud, se apego a la austeriad y dio total
preferencia a los cantantes nacionales, con un reducido numero de exepciones.
Una temporada que en suma no fue una maravilla pero tampoco el desastre
absoluto que nos habían pronosticado. Y que tuvo la virtud de comenzar a llamar
al público de vuelta apelando a los títulos más clásicos del repertorio, esos
que los espectadores quieren ver y los Directores no quieren dar.
Ahora le ha
tocado el turno al Teatro Colón (
dependiente no del Gobernador de la Provincia sino del Jefe de Gobierno de la
Capital, adversario político del primero )de cambiar de dirección. Y nos encontramos conque
se designa con alguien que tampoco exhibe en su curriculum la experiencia en
arte lírico que se le exigió a la Directora. Y nadie se quejó, no hubo
escándalo por ello salvo la ocasional resistencia de algún bloggero que en un
agresivo comentario desentonaba con la opinión prevaleciente .
Por qué ¿?
Que oculta virtud tiene el neuvo Director del Colon que no tenía la Directora
del Argentino ¿? Dios lo sabe. O quizás el secreto no esté en el cielo sino
mucho más abajo.
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