TURANDOT – OPERA DE GIACOMO PUCCINI
DIRECCION MUSICAL: PAOLO
CARIGNANI
REGIE Y ESCENOÇGRAFIA – FRANCO ZEFFIRELLI
COREOGRAFIA – CHIANG CHING
VESTUARIO – ANNA ANNI Y DADA SALIGERI
ILUMINACION – GIL WECHSLER
DIRECCION DE ESCENA – DAVID KNEUSS
METROPOLITAN OPERA HOUSE DE NY-
TRASMISION DE HDTV-
TEATRO SOLIS
E·n el apogeo de la gestión de JAMES LEVINE en la dirección
artística del MET se presentaron una serie de colosales producciones, que
reunían la espectacularidad con una sutil recreación del clima dramático creado
por los respectivos autores , y un atento desarrollo de la sicología de sus
personajes. Fueron particularmente célebres las puestas de FRANCO
ZEFFIRELLI para AIDA, LA BOHEME,TOSCA,
LA TRAVIATA Y TURANDOT. Algunas de ellas han sido dejadas de lado y sustituídas
por puestas modernosas que en general han sido bien recibidas por la crítica y
fríamente recibidas por el público que continúa expresando su aprobación a las
anteriores puestas cuando se presenta una de las aún no sustituídas, como esta TURANDOT y LA BOHEME , que pienso han sido respetadas
precisamente por el temor de provocar un rechazo del público que es al fin de
cuentas quien sostiene al Teatro y justifica su existencia.
Cada vez que se alza el telón sobre el famoso CAFÉ MOMUS en
el segundo acto de LA BOHEME o la impactante escenografía del 2do. Acto de esta
TURANDOT el público prorrumpe en
aplausos aún antes de que se cante una nota.
La puesta de Turandot tiene 30 años de existencia ( confieso haberla
visto en el año de su estreno, pero no en la función inaugural ) y sigue
causando el mismo impacto del primer día, en gran medida porque ha sido
sometida a una constante reconstrucción y porque se han contratado maestros
repetidores que la han mantenido fresca y actual como si hoy fuera el estreno.
El Met es como ya dije tantas veces una poderosa maquinaria
que hace óperas. Si para muestra basta un botón valga la entrevista que RENEE
FLEMING hizo durante el intervalo al ENCARGADO DEL DEPARTAMENTO DE ARMAS, que
es el encargado de mantener bajo custodia armas, escudos, etc. velar para que
estén en condiciones de ser utilizados y mantener el control del inventario.
Hay después una masa enorme de coristas, bailarines,
figurantes todos suntuosamente vestidos, todos sabiendo qué es lo que tienen
qué hacer y cuando y que lo han ensayado
hasta el cansancio. Y una Dirección de escena
que vigila que cada uno esté en su puesto en el momento en que se requiere.
Sólo así se explica el cambio de escena entre las dos últimas escenas, en que
el escenario se abre ante la vista del espectador y toda la masa de personas que
interviene en la breve escena final ya está en su lugar y lista para actuar.
Es fantástico seguir las interpretaciones de cada uno de los
intervinientes que componen la masa del pueblo chino y sus gobernantes, el
ballet, todos inspirados en los movimientos de la Opera China, y el clima que
consiguen crear. ( tiemblo de sólo pensar que algún día serán dado s de baja y
posiblemente asistamos a una Turandot ambientada en una villa miseria post guerra
nuclear, con soldados espesamente armados de ametralladoras con una Liu que es
prostituta y donde todos en escena hacen copioso consumo de una cierta
sustancia alucinante de color blanco )
Claro, a ellos se superpone el fantástico rendimiento de la
orquesta y coros bajo una dirección musical plena de energía y dramatismo
de Carignani ( iba a ser Levine, pero canceló )
Y finalmente el elenco solista, que no estuvo totalmente a
la altura.
Hay 4 papeles que
normalmente tienen suerte en todos los repartos de Turandot porque le tocan
intérpretes de muy buen nivel : las tres máscaras, esa prodigiosa invención irónica
que colocó Puccini apartándose del verismo de sus textos, y Liu que en cierto
sentido es un paso hacia atrás en ese cambio, porque es la típica mujer
abnegada y sufriente de todas sus óperas anteriores. Aquí las tres máscaras
fueron los muy fogueados DWAYNE CROFT, TONY STEVENSON y EDUARDO VALDES .Fleming habló de 1800 representaciones,
pero exageró . Aún tomando 30 años esto significaría 60 funciones por año y no
creo que Turandot haya sido vista con tanta asiduidad. Y como Liu la bellísma joven soprano húngara ANITA HARTIG, delicada,
sensible, con una hermosa voz que sabe ser potente en los concertantes y cuando
la ocasión lo pide diluirse en etéreos pianísimos. No menos notable fue el
trabajo del bajo ucraniano ALEXANDER TSYMBALYUK ( notar cómo el Met montado en
sus abundantes recursos reúne elencos de gente venida de todas partes del mundo
, parece la torre de Babel ) que amen de poseer una impactante voz de bajo es
un actor consumado que llamó la atención desde el comienzo con una caída
absolutamente natural y trasmitió luego la angustia del que no ve cuando ocurren
a su alrededor cosas que le provocan zozobra . Ambos fueron de lejos lo mejor
del reparto.
Pero Turandot se salva o se hunde con sus dos intérpretes
centrales.Y aquí afloraron limitaciones, al menos en comparación con lo que se
ha visto en este escenario en oportunidades anteriores.
NINA STEMME posee una
prodigiosa voz, con toda la extensión requerida y con un sonido absolutamente
pareja de un extremo a otro, que suena con igual belleza en el agudo como el
grave, y además no desdeña colocar
algunos pianísimos. Pero su Turandot me impresionó como demasiado hierática,
poco convincente en el deshielo final y además su tendencia a colocar los
agudos a la manera de una soprano wagneriana, sacrificando inclusive el texto
es una limitación a la que hay que adaptarse o no.
MARCO BERTI tiene las
notas ( si bien sus graves son poco agradables al oído ) y el volumen para
cantar esta difícil parte en el Met. Pero poco más que eso. Digamos que fue un
aceptable sucedáneo.
Por cierto esta gloriosa puesta y su deslumbrante
escenografía han albergado huéspedes de otro
nivel.
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