domingo, 17 de julio de 2016

UNA CRITICA SORPRENDENTE

UNA CRITICA SORPRENDENTE.
Tanto yo como mi actual Jefe el Director de OPERA IN THE WORLD, aplicamos siempre el principio de no leer los comentarios de otras personas que escribían sobre los espectáculos antes de escribir los nuestros, para no correr el riesgo de ser influídos por ellos . Este principio lo seguíamos casi como fobia cuando se trataba de nuestros respectivos comentarios. Esto porque , cuando aún no nos conocíamos y ni soñábamos que algún día trabajaríamos juntos, habíamos detectado que nuestras opiniones solían tener puntos de concordancia a veces sorprendentes, como cuando destacábamos la actuación de algún cantante en un papel secundario y expresábamos nuestra convicción de que el cantante en cuestión estaba para logros mayores y hasta para una carrera en el exterior, como nos ocurrió más de una vez, para dar un ejemplo, con RICARDO CRAMPTON  cuya carrera en Italia nos está dando la razón.
Esto ha derivado en que , deseoso de presentar en mi página las opiniones de otros comentaristas, subiera en ella opiniones que no había leído como como ocurrió recientemente con las notas de PÁGINA 12, LA NACION  y CLARIN sobre DIE SOLDATEN que no he leído aún pero que sé que son muy  pero muy entusiastas porque así lo indica el título de las mismas.
Cual no sería mi sorpresa al leer la nota cuyo link adjunto de EL APASIONADO, que por su título es francamente desfavorable. La sorpresa es doble porque EL APASIONADO es como su nombre lo indica la publicación de alguien muy apasionado con la Opera que a veces precisamente por esa pasión llega a llevar sus elogios hacia un espectáculo mucho más allá de lo que yo , con una mente más fría lo haría.
No pude contener la curiosidad y leí el primer párrafo de la nota, que es demoledor

Comencemos por el final, y voy a ser completamente sincero conmigo mismo y con la gente que lea esta nota. 100% sincero, como siempre. Cuando terminó Die Soldaten me alegré, porque haberla presenciado fue como pasar dos horas y media de violencia física y mental dentro del teatro. Y sin que ello significara nada en especial, nada que no se sepa, nada nuevo, al contrario. En principio, una muy buena puesta en escena de Pablo Maritano, pero con luces led que (no sé si a propósito o no) agredían la vista, molestaban y cada vez que el disco giratorio del escenario se ponía en movimiento comenzaba una nueva tortura lumínica. Luego, una obra que se basa en la violencia, el predominio violento, física o sicológicamente de un ser sobre otro (padre sobre hija, hermana sobre hermana, madre sobre hijo, soldado sobre mujer, soldados sobre civiles, soldados sobre soldados), en las relaciones insanas, en todos los sentimientos negativos del hombre, que no agrega nada a lo que ya conocemos. Y para coronar la cima de la violencia, una música que no contiene una sola melodía destacable, que hace ruido y molesta todo el tiempo (como las acciones arriba del escenario, en eso es coherente) una música que no tiene nada de meritorio, absolutamente nada rescatable.  Por todo eso, cuando terminó la obra me alegré. La gente que volvió a sentarse para el segundo acto (no fue todo el teatro) y que no se escapó rápidamente al final (y eso que eran apenas las once menos veinte) aplaudió sin ganas, apenas por respeto al esfuerzo de los actores (que, eso sí, esfuerzo pusieron y mucho, no se si para bien o para mal) y que solamente cuando asomó la soprano danesa Susanne Elmark y luego el director, cambió los aplausos anodinos por algo de entusiasmo.


No veo la hora de ver la obra , formarme mi opinión, y luego leer el cuerpo de la nota para ver hasta que punto coincido con  el autor o me sumo al coro de los que han cubierto de elogios a la obra.
Por lo pronto les proporciono el link para que uds. tengan la primicia de leerlo antes que yo.- Y para ser equilibrado también proporciono el link para leer los comentarios opuestos de LA NACION   CLARIN  y PAGINA |12








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