lunes, 16 de diciembre de 2013

HAMLET RUSO - FUNCION DEL 15 DE DICIEMBRE

HAMLET RUSO – FUNCION DEL DIA 15 DE DEICIEMBRE ( ULTIMA PARA MI )


El elenco compuesto por Riccetto-Tamayo-Arias-Povea continuó afianzándose en sus interpretaciones y este Domingo la función alcanzó momentos de gran intensidad dramática.,
Hubo algo muy especial en primer lugar entre Riccetto y Tamayo que es evidente que se entienden muy bien bailando. A partir de la escena en que la Reina cachetea a su hijo se generó una tensión insoportable entre ambos personajes , que  culmino magistralmente en la  intensa escena final con una Zarina que, tensa y aparentando frialdad avanza vestida con todos los oropoeles de la corte y un hijo que desecha las ilusiones de rebelión corporizadas en el soldadito que le ha quedado y tras un momento de rabia y dolor comprende que no tiene otro destino que continuar a la sombra de su madre, y a ese destino se entrega. Un gran momento de gran verdad dramática.
Observando a Riccetto notaba como su concepción difiere de las que expusieron la bailarina rusa y Vanessa Fleita por ejemplo, y se acerca más al enfoque que expuso R.Gil. Las dos primeras eran mujeres de carácter fuerte que llevadas por las circunstancias exhibían síntomas de debilidad. Diría que sería el enfoque que hubiera elegido Sajac si aún estuviera bailando.
Las dos ultimas en cambio se presentan como mujeres más frágiles a las que las circunstancia las obligan a endurecerse y luchar.
Dos enfoques igualmente válidos, fascinantes y ejecutados en los 4 casos con maestría más allá de los méritos , el dominio técnico y la experiencia de cada una que son diferentes y no son transferibles.
Tamayo, que hace desde el primer momento un príncipe más dependiente de su madre, con una ligación afectiva potente que se acerca a la dependencia morbosa, fue haciendo crecer en cada representación su indignación por el rechazo que recibe de ésta y su intento fallido de rebelión, cuyo fracaso final lo sumerge en la desesperación. Un retrato desgarrador que deslumbró al publico de todas la funciones que lo ovacionó como la gran estrella que ya es.
Careliz volvió a dar lecciones de belleza plástica y poesía , alternadas con los momentos de ambición desatada que la llevará a la perdición.

El caso de Ismael Arias es extraño. Después de un debut en el papel del Favorito donde buceó hondo en los dobleces de su personaje, tuvo una segunda representación más medida,más estandarizada, pàra volver por sus fueros en la función de ayer aun sin alcanzar el grado de detallismo logrado en su mejor función que fue la primera. Lo que no le faltó en ninguna de las 4 funciones fue la adecuación física al personaje que lució dotado de una especial  fortaleza  y ejecutó impecablemente los difíciles movimientos que el autor ha resevado a este personaje que es muy difícil pero ofrece menos oportunidades de lucimiento.

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