OTELLO EN EL
ARGENTINO DE LA PLATA- FUNCION DEL DIA 7 DE AGOSTO
Fui a ver de
nuevo la Opera Otello en La Plata, un poco por darme el gusto y otro poco por
ver la actuación de DANIELA TABERNIG como Desdémona. A mi Tabernig prácticamente me deslumbró con
sus excelentes actuaciones en PAGLIACCI,JENUFA,FAUSTO, EUGENIO ONEGUIN y en el
primer acto de MADAMA BUTTERFLY. Menos convincente si bien muy correcta me resultó en LA BOHEME y
el segundo acto de BUTTERFLY donde me pareció que su voz era demasiado lírica
para la parte ( curioso porque las otras son más exigentes al respecto .Por
ello tenía sumo interés en oír su DESDEMONA.
Demás, me
hubiera gustado ver la función del Viernes también,para ver el rendimiento del
segundo elenco superados los nervios del estreno, y – cosa rara- tenía disponibilidad
de tiempo pero el Argentino no suministra más trasporte los días de semana y
las empresas de ómnibus que atienden la ruta no tienen servicio directo después
de las 22 hs. por lo que la vuelta se convierte en un peligroso safari con
paradas en todas las localidades
intermedias de la Provincia.
Poco tengo
que agregar a lo que ya dije sobre el espectáculo en general. Gran noche del
coro y la orquesta. Algunos amigos presentes en la misma función pero sentados
en localidades diferentes, más lejos del escenario, se quejaron de que la orquesta
estaba muy fuerte y borraba las voces. No puedo opinar porque las tres
funciones que vi fueron desde la fila 1 de la platea baja, mi lugar preferido
al que voy desde hace 54 años.
Juzgando
desde ese lugar, a mi me encantó el sonido producido por Vieu y su orquesta y
por SANCHEZ DE ARTEAGA y su coro, y jamás cubrieron a los cantantes, salvo a las
dos sopranos más líricas que cantaron el
papel en algún pasaje del concertante final del tercer acto. Lo cierto, haya
habido desbalance sonoro o no, es que la Orquesta y el Coro de La Plata sonaron
maravillosamente bien y que es perfectamente lícito compararlos ahora con los
del Colón y hasta por momentos encontrarlos superiores. Enhorabuena tener dos
teatros con tal calidad.
.
FABIAN
VELOZ volvió a impresionarme por su voz
, como hace años viene haciéndolo, pero además por la forma en que ha
introducido cada vez más matices en su
línea de canto. Está pasando rápidamente de ser un muy buen cantante a ser un
excelente cantante de estatura internacional.Actoralmente ha progresado una
barbaridad, dominando ahora una serie de gestos y actitudes que antes no sabía llevar adelante . Tiene aún bastante para explorar en el personaje de Yago, pero ya se intuye la
gran versión que llegará a ser. Yo diría
que a su Yago le falta algo más de interioridad, que sus gestos parecen por
ahora claramente teatrales y que lo que falta es en el campo de la
interiorización del personaje,algo que sólo la frecuentación del personaje
puede aportar.
JOSE
AZOCAR sigue pareciéndome un Otello
eficiente, confiable, con todas las notas y razonable intérprete. Su voz acusa
aquí o allá el paso del tiempo, por
ejemplo en el vibratto de ciertas notas ( más evidente en esta función que la
anterior ) y su actuación es standard, pero cumple y permite que la Opera sea
representada. Ya quisiéramos tener en las redondezas alguien que hiciera lo
mismo con TRISTAN o TANNHAUSER ¡!.
DANIELA
TABERNIG sorprendió .
A priori su
voz de lírico ligera no parecía la más
adecuada para el papel y era más bien una solución de emergencia a la repentina
renuncia de PAULA ALMERARES de cantar esta
función debido a un compromiso en Europa.
Otra cosa es
lo que se oyó. Con inteligencia y arrojo Tabernig oscureció su voz y encontró
en los graves de pecho la sonoridad requerida para las partes más dramáticas.
Como tiene una muy buena mezza voce , la escena final no le planteó ningún
desafío. Yo diría que si en algo pagó tributo fue en la escena del primer acto
donde sus agudos exhibieron un cierto grado de incoherencia sonora con la voz
que había logrado crearse en el centro y el grave, sonando demasiado blancos.Y
en la escena final del tercer acto en la que cumplió pero no brilló y en
algunos pasajes fue opacada por la orquesta . A este respecto es curioso que los amigos sentados en filas más
lejanas al escenario afirmaron que la orquesta cubrió varias veces a voces
grandes como las de Veloz y Acocar pero no a la de Tabernig. Yo desde la
primera fila oí todo lo contrario. Misterio9s de la acústica
Otra consideración
es lo saludable o no para una cantante joven de empeñarse tan a fondo y
recurrir a la voz de pecho para encarar un papel que en el plano vocal no le
cae espontáneamente en lo mejor de su voz. Pero lo que se oyó, que es lo que
cuenta, en el presente fue inobjetable y en muchos momentos brillante . Como
actriz descolló dándole al personaje ( a pesar de la ropa, de las pelucas,
especialmente la del tercer acto, que no obstante lucieron esta noche mucho más
contenidas que en las dos anteriores, perjudicando menos su aspecto ) el aire
juvenil y frágil requeridos por el personaje.Una actuación entonces muy satisfactoria que puede mejorar mucho y llegar
a ser una interpretación notable si no le está dañando la voz.
Y queda la regie.
Apoyada en una maquinaria teatral impresionante, la regie es espectacular y
vistosa. Incluye además varios muy buenos momentos en los que es notorio que
Marittano ha tabajado a fondo sus personajes con los intérprete s respectivos,
y es muy probablemente el mejor trabajo suyo que haya visto hasta ahora.
Pero no todo
en la concepción general me pareció igualmente satisfactorio. Marittano quiso
reambientar la obra en la época de Shakespeare y además darnos una idea de lo
que podría ser un teatro de la época, pero lo que estamos viendo es el Otello
de Verdi, y no son exactamente la misma cosa. Y eso llevó además a determinadas
decisiones en materia de desplazamientos y vestuario ( las pelucas ¡!) que no
jugaron a favor del drama.
Anoche, no
sé por qué,no funcionó como en las otras dos funciones la escena de la
tormenta. Faltó el telón de boca trasparente y la proyección de la lluvia y el
viento. El clima pasó entonces de tormentoso a nublado con lluvias aisladas, y
no se explicó el casi naufragio de Otello . Sospecho que no fue una decisión
sino un inconveniente técnico de último momento porque también percibí algunas modificaciones
en la iluminación y en la estructura del Teatrito, que en este último caso operaron
a favor al permitir un mejor contacto visual entre el coro y el Director.
La escena
final fue prácticamente re diseñada exigiéndole una movimentación muchísimo
menor a Desdemona, que pudo por ejemplo despedirse de Emilia abrazándola en la
cama en vez de saltar de la cama y correr hacia ella, y que en la escena clave
del final pudo implorar piedad de Otello en pie y no arrodillada con lo que se
evitó el embarazoso gesto del inminente asesino ayudando a la victima a
levantarse del suelo.
Todo sumado
un gran aplauso al Teatro Argentino y
sus artistas estables así como a los integrantes de los tres elencos
presentados, por osar, por brindarnos
esta difícil obra del último Verdi, en condiciones que no bajaron nunca de lo
correcto y que en muchos de los momentos por el contrario se situaron en un
alto nivel de calidad. Hago votos para que el Argentino siga poniéndose en pie.
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