EUGENIO ONEGUIN - FUNCION DEL DIA 28 DE OCTUBRE

EUGENIO ONEGUIN

FUNCION DEL DIA  28 DE OCTUBRE

Ante todo disfruté mucho más de las escenas colectivas no sé si  porque los bailarines o yo estábamos más sueltos. Son realmente bonitas las 3 escenas colectivas de las que participa el Cuerpo de Baile en conjunto, y están ejecutadas con precisión y plasticidad .

Me gustó también más el acompañamiento musical, que me pareció más intenso en las escenas clave. La música escogida por Cranko es hermosa, pero yo hace ya 2 dias que no puedo sacarme de la cabeza la bellísima aria de Lensky de la Opera , especialenmte cuando recuerdo a NICOLAI GEDDA.

Todos los papeles mudaron de intérprete.  VANESSA FLEITA  bellamente peinada y vestida  lució una seductora belleza otoñal, y supo dotar a su personaje –demasiado breve helas – una pizca de maternidad.  ANIBAL  ORCOYEN invistió a su personaje de una generosa cuota de autoridad. ARIELE GOMES  fue una deliciosa OLGA  con naturales gestos de la niña que aún es, y una buena máscara trágica en la escena del duelo.

DAMIAN TORIO como Lensky lució menos seguro técnicamente que lo habitual en él, pero en compensación logro una compenetración con su personaje que no se le había visto en ese grado hasta ahora, especialmente en la escena dramática del final donde logró conmover.

GUSTAVO CARVALHO  encontró en Oneguin un papel que parece escrito ex profeso para lucir sus puntos fuertes como bailarín.  Desde el punto de vista técnico no creo que haya en el elenco del BNS quien pueda bailar este agotador papel con su grado de destreza. Es que el papel, que tiene dos tremendos pas de deux ( en el primer acto en la escena del espejo y la escena final de la obra) con endiablados portees  es extremamente exigente en términos de precisión y fuerza ( y es notorio que los maestros repetidores escogieron a tres de los bailarines más fuertes muscularmente hablando  del elenco precisamente teniendo en cuenta este requisito ) Carvalho ejecutó con destreza, seguridad absoluta y belleza plástica todas las figuras , contando para ello con la valiosa colaboración de NINA QUEIROZ  que es una bailarina, grácil, leve y que proyecta una imagen de infinita dulzura.

En lo interpretativo yo diría que las primeras escenas de Gustavo fueron un tanto monocordes, que no logró diferenciar correctamente al hombre que sale del espejo que no es Oneguin sino la imagen que de él se ha hecho Tatiana ) pero en compensación su escena final fue auténticamente desgarradora , jugada con una intensidad y entrega totales y es por lejos lo mejor que ha hecho desde que ingresó al elenco. Un gran logro para aplaudir de pie.

Por el contrario Nina descolló en las primeras escenas donde dió a su personaje toda la ingenuidad romántica, vivió con intensidad la escena del rechazo de la carta y su dolida presencia en el baile, pero en la escena final le faltaron algunos decibeles de intensidad trágica. Una labor que sin duda está llamada a crecer con la frecuentación-.