sábado, 1 de octubre de 2016

LA TRAVIATA- EL OTRO ELENCO

LA TRAVIATA – SODRE-  SEGUNDO ELENCO

( SEGUNDO POR ORDEN DE APARICION, ACLARO )
El elenco alternativo presentado en esta función puede ser calificado de “ elenco nacional “ ya que los 3 interpretes protagónicos son nacionales y radicados en el país, mientras el otro elenco incluye una soprano venezolana, un tenor  entre argentino y europeo por los lugares donde predominantemente canta y un barítono uruguayo pero residente en Europa donde desarrolla una buena carrera.
El público del Sodre por lo visto no es chauvinista, porque la Sala estaba virtualmente llena  ofreciendo muy pocos espacios sin ocupar, por oposición a la noche del estreno que estaba completamente colmada  es verdad, pero que precisamente por ser el estreno incluye un número mayor de invitados especiales.( Estaba por ejemplo el Ministro Astori que es un asíduo frecuentador de los espectáculos de Opera )
Y la verdad es que el público que optó por esta versión estuvo muy lejos de salir perjudicado.
Ante todo la función tuvo una Violeta excepcional en la persona de SANDRA SILVERA  en una interpretación merecedora de un gran aplauso de pie. Pocas veces en mi vida he visto una interpretación tan lograda de este personaje. Sandra tiene la voz del papel, para comenzar. Una soprano lírica con tendencia a lirico-spinto que no en balde ha coantado una memorable Leonora de Il Trovatore en el Teatro Solis. Eso se puso cabalmente de manifiesto en el segundo acto donde Verdi decididamente carga las tintas en el registro grave de la soprano y que en la voz de Sandras sonó con toda la fuerza requerida inclusive un AMAMI ALFREDO con la última sílaba perfectamente audible, que no es el caso en sopranos más líricas que son cubiertas por la orquesta. Eso , unido a la inteligente actuación de Sanguinetti de la cual hablaré después, hizo que el enfrentamiento de Violetta con Germont adquiriera un particular intensidad, La Violeta de Sandra, mujer de la calle al fin de cuentas, no es una flor ténue sino una mujer con todo el carácter de una mujer que ha tomado su vida en sus manos y se resiste con fuerza a la imposición de Germont, lo cual hace más dolorsa y patética su rendición final. Gran canto y gran actuación. Del mismo modo , el generoso registro grave y la fuerza de su centro vocal le permitieron encarar la SEMPRE LIBERA  como lo que es: un desafío que la protagonista lanza a los aires, con su última tentativa de no rendirse vulnerable al amor, a ese amor que minutos antes en el brindis ha confesado ignorar. Y para que ese desafío se haga carne en la platea debe ser cantado precisamente con esta voz, la de una soprano con el peso casi de una dramática de agilita, pero que puede cumplir con la coloratura y con las notas agudas a las que debe llegar exigida por la partitura. Otro gran momento de canto y de teatro. No hubo do ni mi bemol interpolados pero ni falta que hicieron.
Claro ninguna Violeta que se precie puede carecer de pianísimops, que son una exigencia constante de la partitura y un recurso imprescindible de la interpretación Y Sandra hizo gala de poseerlos con total generosidad, recordando aquel luminoso D AMOR SU L ALI… en IL TROVATORE  donde arrasaba con la platea.
Además Sandra posee esa rara cualidad que yo admiro en los actores ( cantar es actuar ) de ponerse en la piel del personaje, proyectarlo desde dentro y no abandonarlo ni un instante , ni siquiera cuando están inmóviles. Sus contraescenas fueron notables.
En suma una actuación memorable que pone de manifiesto hasta que punto hemos estado desaprovechando una verdadera joya.
JUAN CARLOS VALLS es un caso diferente, y hago  constar que es mi amigo. Posee una voz de rara belleza, potencia y extensión. Ya quisiéramos en la época de oro de la lírica en el Sodre, haber tenido un tenor con sus dotes, ya que constantemente los repartos sufrían de la limitación de no tener tenores capaces de cantar todas las notas de su papel. Valls se florea en Alfredo, le sobra voz por los cuatro costados y encima clava un do que es un cañonazo al final de la caballetta. Pero, y no son peros menores , adolece de tres limitacioens que perjudican su composición. En primer lugar le gusta oirse y a menudo canta con un volumen exagerado algunas frases que piden una cierta intimidad. Justo es reconocer que en relación a LA TRAVIATA  que le vi recientemente en Rosario ha hecho notables progresos, matizando varios pasajes con apropiados pianísimos donde su voz suena particualrmente agradable, haciendo recordar aquel valioso DES GRIEUX que cantara en el Colón. Pero son muchos los pasajes donde más parece estar cantando IL TROVATORES y DI QUELLA PIRA  ( que además le saldrían muy bien con su voz )   que LA TRAVIATA. En segundo lugar, quizás como consecuencia de lo mismo, su afinación se torna por momentos errática. Y por último interpretativamente no da en el clavo con el personaje ,  lo pinta como narcisista, arrogante,egocéntrico en lugar de tímido y enamorado. Obviamente su peor momento es el primer acto donde esta concepción choca con la línea argumental, y su mejor momento el tercer acto en la escena de la imprecación donde está más cerca del momento dramático.
FEDERICO SANGUINETTI lució una voz firme y segura con un impactante registro agudo, más allá de algunas dificultades al comienzo de su interbvención debidas a una obstinada flema que afectó algunas notas de su registro central, que lo incomodaron hasta que la consiguió eliminar. Y ya que mencioné el registro agudo debo hacer mención del potente SI bemol incorporado al final del segundo acto, que fue realmente impactante. Espero no se convierta en obligatorio como otros agudos interporlados en el pasado ( la pira, la donna e mobile , la maledizione al final de Rigoletto ) porque si tal cosa ocurre habrá pocos barítonos  que se atrevan a cantar el Germont.
Los agudos interpolados a veces terminan pareciendo necesarios como los ya mencioandos o el agudo al final de la escena de la marcha triunfal en Aida ( vide Callas en Mexico )- En otras ocasioens son de extremo mal gusto y arruinan la escena, como era el caso de muchas de las interpolaciones  que hacia LILY PONS por dar un ejemplo. Este en particular creo que no es de los primeros pero tampoco de los segundos. Nadie lo extrañará si no es hecho pero tampoco puede decirse que haya arruinado la escena.
Lo que fue realmente valioso de la contribución de Sanguinetti fue la sutil concepción del personaje. El hombre viene cargado de nobleza y rectitud a enfrentarse con un animalejo imundo de cuyas garras debe rescatar a su hijo y a su fortuna. Todo en el es reprobación y asco muy mal disimulados. Y durante todo el dúo está constantemente atento a cual es el efecto de sus dichos sobre Violeta para encontrar el flanco débil y convencerla…Ni él cree en lo que dice, simplemente persigue un objetivo y debe obtenerlo cueste lo que cueste. Una muy valiosa reflexión sobre una escena que no por vista muchas veces deja de admitir nuevos enfoques.
Ya que he vuelto sobre el espectáculo quiero comentar la impactante escena inicial de la regie, con Violeta de espaldas en primer plano  y los invitados avanzando en cámara lenta desde el fondo, o el breve intercambio mudo de palabras entre ella y el Baron donde él hace ademán de quedarse esa noche  y ella le hace seña de que no, ante lo cual él se retira con una mezcla de desconcierto y furia. O la forma sencilla en que resolvió un viejo problema de las puestas que es la necesidad de tener une espejo enorme para que Violetta se mire en él y cante su frase OH QUAL PALLOR. La regie le encontró una solucón simple : Violetta ve el pallor de sus manos, y no hace falta espejo alguno.

Por último un comentario al margen : generoso el Sodre ofrece dos elementos auxiliares para seguir la acción . Uno es el subtitulado proyectado en lo alto del escenario El otro, para quien está en la platea son las expresiones faciales del Maestro García que canta y gesticula en total concordancia con lo que está ocurriendo en escena a punto de volver redundante mirar el escenario.






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