LA TRAVIATA - ESTRENO EN EL AUDITORIO NACIONAL -SODRE

LA TRAVIATA

OPERA DE GIUSEPPE VERDI

LIBRETTO DE FRANCESCO MARIA PIAVE

BASADO EN LA NOVELA LA DAMA DE LAS CAMELIAS DE ALEJANDRO DUMAS HIJO

Coro Nacional y Orquesta Sinfónica del Sodre

Director musical Martín García
Director escénico Rodrigo Navarrete sobre una puesta en escena original de Pablo Núñez
Dirección coral Esteban Louise
Diseño escenografía y vestuario Pablo Núñez
Diseño de luces Ricardo Castro
Asistente de dirección y stage manager Lucía Leite
Coreógrafo Martín Inthamoussú

SODRE- AUDITORIO NACIONAL ADELA RETA

La división de Opera del  SODRE  se ha anotado un triunfo irrestricto con esta estupenda versión de  lo que es seguramente la Opera más conocida y popular del repertorio, con una escenografía y vestuario de deslumbrante calidad, ambos hermosos de ver y totalmente subordinados a las intenciones del autor y a la obra que se está representando.

Completando la parte visual una regie inteligente y también absolutamente en concordancia con la obra, que en los momentos en que procuró innovar lo hizo dentro de la intención de mejor servir al texto y no de reescribirlo. Y una eficaz coreografía con especial lucimiento para los dos solistas masculinos SEBASTIAN CALVO y EMILIANO D AGOSTINO.

El público naturalmente asistió entusiasmado y expresó su aprobación de lo que se vió con contundentes ovaciones. Un público dicho sea de paso  que fue a ver LA TRAVIATA  y al que le ofrecieron precisamente eso LA TRAVIATA  y no la invención de algún director escénico “inspirado“

Claro que todo esto fue posible porque hubo una ejecución musical y actoral a la altura.

El Maestro MARTIN GARCIA  hasta donde yo sé no había dirigido hasta ahora ninguna Opera, un género que es totalmente diferente en sus exigencias que los conciertos donde la orquesta es la protagonista indisputada y el ballet donde si bien la orquesta no es la protagonista, no compite sonoramente con nadie. En la Opera aparece la necesidad de coordinar sonoramente con lo que ocurre en el escenario y mantener ese duro equilibrio entre acompañar a los cantantes y no ahogarlos con el volumen sonoro, pero hacer justicia a la música que los autores escribieron para los instrumentos que no es secundaria y que es la que tiene que crear el clima de la acción. Pues bien , yo creo que Martín García se graduó cum lauda en su nuevo oficio, porque supo a la vez mantener la tensión dramática, la pulsación orquestal y además envolver cariñosamente a los cantantes con su sonido, que nunca rivalizó con sus voces. Gran trabajo que fue completado por una orquesta  disciplinada e inspirada a la vez, con especial destaque para las cuerdas que son tan demandadas en este Verdi. Como yo no puedo por detallista que soy hacer elogios irrestrictos, diría que en algunos momentos los tempi elegidos fueron demasiado inclinados a la lentidud, como el dúo soprano-barítono del segundo acto.

LA TRAVIATA  se salva o se hunde, todos lo sabemos , por la soprano que carga sobre sus espaldas el papel más exigido vocal y dramáticamente. Nada que temer por este lado con una MARIANA ORTIZ dando una excelente interpretación desde ambos puntos de vista. Mariana es una soprano lírica-lírica con un sólido y bonito centro vocal, una pasmosa facilidad para elevarse a las zonas más agudas de la voz y graves funcionales que le permitieron salir airosa de los momentos más exigidos en esta zona de la voz, principalmente en el segundo acto donde Verdi parece haber tenido en mente una soprano de un registro más grave que la que canta por ejemplo el cuarto acto. Posee además unos pianísimos de gran belleza y de gran fuerza dramática, de los cuales la cantante hace un generoso uso a lo largo de la obra, siendo especialmente notables el DO  en pianísimo con que remató su AH FORSE E LUI en el primer acto y el agudo final del ADDIO DAL PASATO en el cuarto. Por momentos los que tenemos edad para ello vimos desfilar por el escenario el espíritu de MARIA BORGES inolvidable Violeta de tantas veces en el Sodre, que se caracterizaba precisamente por la belleza de sus pianísimos y por la fuerza dramática que le imprimía al personaje. Poniéndome en detallista yo diría que Mariana puede aún madurar más el personaje, especialmente logrando una mayor expresividad corporal que no es tan notable como su expresividad facial y ganando en fuerza vocal en la SEMPRE LIBERA  que a pesar de ser rematada por un glorioso mi bemol legato ( o RE NATURAL, hay discusiones entre los expertos al respecto, naturales si se piensa que nadie va con instrumentos de medición al teatro ) al estilo de Gruberova, fue su momento menos brillante de la noche , dejando la sensación de que la cantaba a la defensiva. Con un amigo que entiende más de técnica vocal que yo discutimos acerca del por qué . El originalmente me decía que la voz de Marina es demasiado grave para el primer acto y yo porfié que era lo contrario, que Verdi escribió una coloratura no pensando en Lily Pons ( valga el anacronismo ) sino en alguien con peso vocal, como lo demostrara en su momento Callas o recientemente Blanke Biggs que luego de ser Lady Macbeth en el Solís asombró a todos en LA TRAVIATA en La Plata. Marina es una mujer joven ( y me apresuro a agregar terriblemente bonita ) y su voz seguramente irá a adquirir mayor cuerpo con el transcurso de los años, con lo cual que esta muy relativa limitación de detallista será superada.

DARIO SCHMUNCK realmente me asombró. Privado de la necesidad de luchar contra la mala acústica del Argentino de La Plata, con una escenografía que no lo obligaba a cantar- como allá- metros atrás en el escenario, y con una  orquesta y una soprano que no competían en volumen con su voz, pudo dedicarse completamente a lo que sabe hacer y que ha cimentado su fama de cantante consagrado en Europa: cantar, y cantar sublimemente bien. Su Alfredo fue netamente belcantista, un verdadero trabajo orfebrería. Darío no posee obviamente el physique du rol para Alfredo. Pero su interpretación fue absolutamente convincente dando vocal y visualmente la impetuosidad del joven casi adolescente que vive su primer amor. Una gran interpretación servida además con una voz de un timbre como pocos se pueden oír aun en los teatros del primer mundo. Por algo lo contratan con tanta asiduidad.

DARIO SOLARI  se anotó un logro total como Germont, papel que le permite lucir la belleza y la fuerza de su excelente registro central que llega a opacar por comparación sus propios agudos y en el que se desenvolvió con la solvencia  que una carrera internacional le ha dado a todo lo que hace en escena. Germont aquí fue marcado de la manera tradicional, que es una de las vertientes posibles, como un ser rígido , estricto hasta el límite de la dureza y muy poco proclive a sentir las emociones de los demás.

Feliz el SODRE que cuenta con comprimarios de la calidad de SANDRA SCORZA, ANDRES PRESNO, NICOLAS ZECCHI, MARCELO OTEGUI cada uno de los cuales dio vida vocal y escénica a sus personajes, si bien Sandra debió luchar con  base en su experiencia con un registro de MEZZO SOPRANO  que no es el suyo.

En un papel poco cantado se lució actoralmente el barítono que encaró al BARON DUPHOL, con un par de escenas impresionantes en las cuales marcó claramente el disgusto de su personaje por el obvio acercamiento de su mantenida con el joven  Alfredo, y su mal contenida cólera en el tercer acto cuando ella es humillada públicamente por él.

Un elogio aparte merece la excelente Annina de JULIA ARAUJO  una hermosísima y generosa voz unida a una interpretación muy sentida. Gran trabajo, que viene a reiterar la tradición del Sodre de programar grandes Anninas como la nunca olvidada NORA GATTO.

NOTA : COMO ESTE COMENTARIO SALE A LUZ DEMASIADO SOBRE LA FECHA DE LA FUNCION, NO SE HA DADO A CONOCER TODAVIA EL MATERIAL FOTOGRAFICO DE LA FUNCION, POR LO QUE PARA ILUSTRAR LA NOTA ME HE VALIDO DE FOTOS DE LOS PRICIPALES INTERPRETES EN OTRAS PUESTAS