viernes, 19 de diciembre de 2014

LA BAYADERA - FUNCION DEL 19 DICIEMBRE

LA BAYADERA – FUNCION DEL DIA 19 DE DICIEMBRE

Me ha vuelto el alma al cuerpo. En la función de hoy finalmente  reencontré al BNS  que aprendí a querer y admirar y que puso en escena todo lo que el propio BNS me ha enseñado que debo  buscar y hasta como espectador pedir a una Compañía de su nivel de calidad.
La verdad es que hasta el momento las cosas no habían alcanzado el nivel que se logró el día de hoy , comenzando por el frío, desconcertante comienzo del día del estreno que fue la primera vez que salí de una función del  BNS su haber experimentado ninguna emoción.
Yo estaa ya temiendo que o yo hubiera perdido mi sensibilidad paa el ballet, o que la Compañía luego de constantes cambios debidos a los concursos anuales hubiera sufrido un retroceso.
Nada de eso. Las sucesivas funciones fueron mostrando una mejora gradual hasta llegar hoy al tope, presentando una versión que para muchos de nosotros será involvidable.
Desde los primeros momentos ya se vió que algo iba a pasar en escena. Fue visible en la gloriosa , etérea entrada de Riccetto , su expresión de desconcierto y temor cuando le quitan el velo, y su verdadero terror ante los avances del Gran  Brahman. Y fue así cuando entró Ciro en escena regalándole al amigo de Solor una sonrisa de auténtico amigo, nacida desde el alma. Yo supe inmediatamente que iba a ver una gran función de ballet y lo que siguió por cierto que no me defraudó. Una oleada de emoción barrió el escenario del Auditorio, tomó cuenta de  todos los intérpretes que potenciaron sus actuaciones, entregando todo lo que tenían, y se trasmitió a la platea que comenzó a responder con cerradas ovaciones a lo que veía.
Comencemos por los principales. MARIA NOEL RICCETTO  no existe. No puede existir una bailarina tan perfecta, tan dueña de su instrumento corporal, tan capaz de encarar como si fueran una tontería los más difíciles pasos y entregándolos con una sensación de paz y seguridad. Pero además ha hecho progresos notables en el plano dramático. Riccetto no era cuando llegó aquí la gran actriz que es hoy, logrando escenas conmovedoiras como la de la danza final del primer acto vivida con una intensidad casi insoportable.
Asu lado CIRO TAMAYO sencillamente deslumbró. Aparte de los detalles técnicos , sobre los cuales no me siento capacitado como para hablar en detalle pero que son visibles hasta para el menos entendido, todos y cada uno de sus movimientos irradian perfección , magia y poesía. Pero además Ciro es un actor consumado y un actor moderno capaz de dar  grandes sentim ientos con pequeños gestos y sin exagerar la nota volcándose al estilo cine mudo o al estilo operático en el mal sentido de la palabra. Todos y cada unos de sus movimientos, hasta el de los dedos de la mano, están al servicio de una sensibilidad. Y Ciro no es un bailarin que baila un excelente Solor : simplemente ES SOLOR y asi nos lo hace sentir.
CLAUDIA MOTA  podrá no ser a esta altura de la carrera una bailarina para dejar sin aire al público con sus movimientos, pero tiene una autoridad teatral innegable y su personaje se hizo presente y hasta dominante en las escenas en que participó.             Claro , hubo dos momentos magistrales: el enfrentamiento con Nikiya, con la creciente desesperación al ver malogrado su matrimonio, que la lleva a sobornar, implorar, amenazar y la terrible contraescena de la danza final del acto donde mientras Nikiya baila dejando el alma en lo que hace, ella lucha por controlar a Solor  y que no mire a su amada, mientras este se esfuerza en vano porque sus ojos no traicionen su amor. Fue sacrilegio pero en más de un momento la intensa vibración que venía del otro lado de la escena me hizo volverme hacia ellos dejando por unos instantes de lado la magnifica, desgarradora danza de Riccetto.
Pero no sólo los principales  tuvieron una gran noche. Todos parecían haber elevado su nivel , o quizás hayan sido arrastrados por el clima que se vivía en la platea.
LUCAS ERNI  repitió su excelente Idolo, OSCAR ESCUDERO fue un muy buen FAkir, ANIBAL ORCOYEN por una vez no sepultado bajo gruesos disfraces fue un juvenil amigo de Solor, NICOLASA MANSO Y LARA  DELFINO  volvieron a lucirse en el D JAMPE, NINA QUEIROZ  volvió a deslumbrar con su encanto en la Primera Variación seguida por una muy buena CARELIZ POVEA  como la Segunda Variación y el lujo de tener a VANESA FLEITA  como Tercera .
Un párrafo aparte merece DANIEL GALLARAGA. Daniel es , y lo ha probado ampliamente ,un excelente bailarín de carácter. Había decepcionado en las primeraas noches como el Rajah, papel en el que parece no haber encontrado demasiado para expresar. Pero volvió a su nivel de excelencia en una magnífica creación del Gran Brahman. Galarraga a la inversa de Orcoyen no posee el físico imponente que con su sola presencia infunde temor y respeto. Tuvo entonces que trabajar por el lado expresivo la autoridad que emana del Brahman y lo logró notablemente , al par que dio un magnífico retrato de su dolorido amor imposible.


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