viernes, 9 de junio de 2017

LA LUCIA DE LA PLATA

POR RAZONES INELUDIBLES DE AGENDA ( LIRICA Y MEDICA ), ME FUE IMPOSIBLE ASISTIR A LAS FUNCIONES DE LUCIA EN EL TEATRO ARGENTINO .
PARA NO DEJAR SIN COMENTARIO  EN EL BLOG AL ESPECTACULO, COMPARTO EL COMENTARIO PUBLICADO POR MI JEFE EN LA REVISTA OPERA IN THE WORLD EL DR.ALBERTO LEAL CON EL QUE SALVO MUY CONTADOS CASOS Y NO EN ASPECTOS FUNDAMENTALES SOLEMOS TENER IDENTIDAD DE OPINIONES, ALGO QUE SEGURAMENTE LLEVO A SU DECISION DE CONTRATARME CUANDO SE PRODUJO LA VACANTE EN LA REVISTA. El mismo puede ser visto con el material fotografico correspondiente en la pagina fb de la revista.

Muy buena versión de Lucia en el Teatro Argentino de la Plata
LUCIA DI LAMMERMOOR 
DE GAETANO DONIZETTI – LIBRETTO DE SALVATORE CAMMARANO
BASADO EN UNA NOVELA DE WALTER SCOTT
DIRECCIÓN MÚSICAL
REGIE
ESCENOGRAFÍA 
TEATRO ARGENTINO DE LA PLATA 
Hay pocas óperas del repertorio tradicional que hayan sido representadas mayor número de veces que LUCIA, que llegó a desplazar del cartellone a prácticamente todas las otras Operas de Donizetti, excepción hecha de DON PASQUALE, que corrió así el riesgo de ser conocido como un autor de una o dos operas solamente , ignorando sus trabajos de mayor aliento como la denominada TRILOGIA TUDOR ( MARIA ESTUARDA, ANNA BOLENA, ROBERTO DEVEREUX ) que -crease o no - nunca llegó a ser representada en el TEATRO COLON que sólo conoció una versión de ANNA BOLENA.
Durante el largo apagón del bel canto desplazado por el verismo Lucia fue representada con groseras alteraciones y simplificaciones, en general como vehículo para el lucimiento de sopranos ligeras con facilidad para llegar a la estratósfera aguda, que se solazaron en agregar embellecimientos de su cosecha, simplificando las partes que por su dramatismo y sus exigencias vocales no les eran propicias. 
Es por eso que las representaciones de MARIA CALLAS , portadora de una voz con un potente registro central y sólidos graves amen de un fuerte temperamento dramático, fueron una verdadera revelación. Callas no las tenía todas consigo para encarar el papel, pues aún en su breve período de auge, sus agudos tendían a sonar metálicos, ciertas notas sufrían de un incómodo vibrato y los pianísimos no eran su punto más fuerte. Pero tuvo el indiscutible valor de rescatar la concepción original del personaje que no era la de un mero exponente de agudos y agilidades sino que tenía una carnadura dramática y una coherencia teatral que se había perdido. Luego de Callas ya no se pudo cantar LUCIA como antes y todas las sopranos posteriores que se lucieron en la parte pasaron a tener otra consistencia vocal y dramática en el personaje. Y junto con este cambio fundamental vino luego el redescubrimiento de las escenas que habían sido amputadas, quizás con el propósito de llegar lo más rápidamente posible a la escena de la locura que era lo que todo el mundo había venido a escuchar.
La versión que ofreció el TEATRO ARGENTINO DE LA PLATA (que exhibe un estado bastante incipiente de sus obras de restauración) fue sumamente digna con algunos puntos de brillantez.
Buena dirección musical, más allá de algunos momentos de inseguridad de los vientos. Pienso además que el Maestro debió tener más en cuenta el volumen modesto de alguna de las voces que había en escena y ser más contemplativo con ellas.
Una regie en general acertada con algunos hallazgos creativos y ninguna locura. Pareció demasiado estática la marcación de la escena de la locura, pero bien puede ser que haya sido una concesión a la intérprete dada la dificultad vocal del fragmento. 
El cambio de época no llegó a molestar.
Dueño absoluto de la escena FABIAN VELOZ que supo emplear su voz de barítono verdiano en este cometido más lírico y darle toda la fuerza expresiva a su carácter. Una gran creación, a la cual se acercó mucho el ejemplar desempeño vocal y dramático de EMILIANO BULACIOS.
DARIO SCHMUNK impresionó como presentando un volumen vocal mayor que el que se le conocía de intervenciones anteriores, y remató su muy buena versión con una conmovedora escena final, un gran momento de la noche.
ORIANA FAVARO tiene una voz de volumen modesto con un timbre muy agradable (salvo quizás en el extremo agudo), buen dominio técnico de la coloratura y adecuada extensión (sólo fue de notarse la forma prudente con que atacó los MI BEMOLES de la escena de la locura rápidamente abandonados luego de emitidos fugazmente)- Se la oyó poco en los concertantes. Como actriz dio una sólida y sentida actuación. La impresión es que no es el repertorio que más conviene a su voz pero que lo encaró con gran corrección y logró una versión respetable, si bien en un estilo que podríamos calificar de pre-Callas.
La escenografía fue sobria y funcional con muy pocos elementos escénicos y el vestuario abusó de los colores negros en particular en la escena de la boda, en la que los invitados parecieron saber de antemano que iban a concurrir a una fiesta seguida de funeral, y se vistieron a carácter.
Dr. Alberto Leal

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