domingo, 26 de agosto de 2018

VICTOR HUGO MORALES, ESE PLAGIARIO


Me sumo a las graves acusaciones que suelen hacerse desde la derecha a VICTOR HUGO MORALES
 Mi acusación es de que es un copion, que merecería por ello una prolongada prisión preventiva.
Nada muy drástico. Apenas que no salga libre antes que MILAGRO SALA, la terrorista jujeña.
Vean si no las cosas que dice sin aclarar que no son originales suyas sino que me las ha copiado a mi, que notoriamente soy más famoso que él.
Jajajaja

En el Colón empecé con la ópera con un Abono Nocturno que era los viernes. Y los viernes empezó a haber fútbol en la Argentina, entonces yo tenía que salir de ese día porque me perdía muchas funciones. Detecté que los martes, el día del Gran Abono, es el único de la semana en el que históricamente no hay fútbol, prácticamente sin excepción. Así que me pasé a ese, y al hacerlo tuve que empezar por la última fila. Pero eso fue en los años ‘90, ‘92 o ‘93. Progresivamente empecé en cada año, en cada renovación, a ir más adelante porque, además del hecho teatral, me gusta ver a los cantantes de cerca: de lejos se pierde mucho en ese rubro. Aunque se gana en una perspectiva de la puesta, en una idea más cabal de la intención del régisseur. Ahora tengo la primera fila desde hace años del Gran Abono.

(…)todas las óperas las veo dos veces, para ver los dos elencos: el nacional y el internacional. Primero, porque el nacional yo sé que es muy bueno y, segundo, porque está ahí gente amiga que conozco de los otros teatros a los que voy. Voy mucho al Roma, al Teatro Argentino, veo mucha presentación individual de los cantantes en distintos ámbitos, las puestas especiales que han ocurrido en otros teatros como el Coliseo. Sigo mucho a los artistas locales, a muchos los conozco desde que empezaron.

¿Por qué, si te gusta tanto la música, nunca intentaste tocar un instrumento, cantar, o acercarte de algún modo que no sea como espectador?
Porque no tengo el más mínimo talento y tengo fuerte autocrítica. No tengo talento ni siquiera para cantar, que sería más fácil con la buena voz que tengo. Una vez a Miguel Bebán, que era el padre de Rodolfo Bebán, en Uruguay, se le ocurrió hacer una comedia musical conmigo. Me vino a ver y yo le aclaré que no sabía cantar y él me dijo: “Cantar se canta si uno quiere, yo te voy a juntar con Federico García Vigil”, que es el director musical más importante que hay en Uruguay, y que es mi amigo personal. Fui a verlo en aquel momento y al principio me dijo lo mismo: “Víctor Hugo, no hay quien no pueda cantar, vamos a empezar”. A la media hora o cuarenta y cinco minutos me dice: “Vos sabés que es misterioso… ¡realmente no podés! Tenés como una obstrucción”. No conseguía dar nada. Esa es la anécdota en el mundo artístico: mi imposibilidad.
Pero me parece que está bien, porque entre haber sido un artista más o menos, si hubiera tenido algún talento para cantar, o ser un espectador excelente… la excelencia como espectador me dio mucha más felicidad. Yo le tengo mucha admiración a los hombres y a las mujeres que se dedican a esto, que eligen quedarse solos en un escenario ante un público entendido. No pudiendo ser más o menos, ni mucho menos mediocre -tenés que ser bueno, o muy bueno-, y el registro entre ser bueno y muy bueno requiere mucha valentía del artista. Lo más parecido para mí a los cantantes es el torero, porque al torero si falla le espera la muerte, al cantante el ridículo, del que no se vuelve

a la propia gente del ambiente le gusta hacerlo como más cerrado. Es muy crítica del que no sabe y lo inhibe. Si en una cena de veinte personas, dieciocho dicen que tal película es mala y a vos te gustó, no te animas a decirlo, porque estás respetando ese punto de vista. Y en el mundo de la música hay mucha gente que, sin quererlo -quizás-, se comporta elitistamente, es decir, es muy crítica de la ignorancia del que sabe menos. Y ni siquiera se trata de saber más o menos porque, si fuera así, todos los que saben estarían de acuerdo sobre cada cosa y no, para nada lo están. Se trata de tener un entrenamiento que te permita más disfrute.

https://operaenargentina.com/2018/08/24/un-paladar-entrenado-para-la-opera/

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