domingo, 24 de junio de 2018

CIRO TAMAYO O LA SORPRENDENTE MADUREZ DE UN BAILARIN DE 24 AÑOS

















Llegó a Uruguay con escasos 17 años. Su madre tuvo que venir a firmar su contrato de alquiler, porque siendo menor de edad él no podía hacerlo.
Era desde el vamos un bailarín de inusual talento y JULIO BOCCA supo detectarlo en un concurso del cual era jurado e inmediatamente tratar de atraerlo.
No tuvo éxito de entrada porque se interpuso el Covent Garden. Pero allí dio Ciro la primer prueba de su madurez : no era feliz allá con el clima de competencia por momentos despiadada  que hizo que por ejemplo algunos compañeros lo miraran de reojo porque fue llamado a cubrir funciones de un bailarin enfermo pasando por arriba de otros que estaban en tesis antes que él en la escala jerárquica.
Llegado a Montedvideo se unieron la fuerte contracción al trabajo de un joven ansioso de hacer cada vez más y mejor y la fuerte exigencia de Julio que sabía muy bien lo que tenía entre manos y le hacía bailar 2,3 papeles en cada ballet buscando perfeccionarlo.
Han pasado 7 años, Ciro es hoy por propio derecho una de las estrellas del BNS. El público lo reconoce y lo mima con sus aplausos, que en una Cia. con más competitividad como la del Covent Garden ya hubieran provocado celos profesionales.
Aquí él es amigo de todos y a todos ayuda , como me contaba el otro día su tocayo CIRO MANSILLA, que baila a veces los mismos papeles que él en funciones alternadas y reconoce la dedicación del “ verdadero Ciro “ como yo lo llamo cuando hablo con Mansilla para provocarlo, que invierte buena parte de su tiempo en trasmitirle su experiencia con los papeles. Y es visible el trato cordial y respetuoso que se dispensan con GUSTAVO CARVALHO  la otra estrella masculina de la Cia.
Baila todos los papeles principales de los ballets que se estrenan ( con un punto altísimo inolvidable en EL HAMLET RUSO ) y varios de los titulares no  protagónicos . Y en algunos ballets modernos no desdeña ser parte del cuerpo de baile.
Tiene ( dicen, no la conozco ) una bella residencia con vista al mar,  ese mar que como malagueño que es extrañaría si no lo viera . No tiene conflictos de relación con nadie. Ha logrado formar su familia propia y es feliz en su vida personal.
Es claro que si lo dominara la ambición estaría procurando activamente el salto a una Cia. Del primer mundo, donde quizás ingresara como solista y no primer bailarin y debería pasar por todo el proceso de consolidación dentro de la Cia. Quizás ello lo llevara a una estagio superior de fama y reconocimiento mundial.
Pero…… vale la realmente la pena ¿? Es el objetivo de su vida ser famoso o ser feliz ¿?
Ciro mismo parece dar la respuesta en este excelente reportaje de EL PAIS.
De mi parte un sonoro CLAP CLAP CLAP a la persona Ciro que revela ser tan talentoso  fuera de escena como el bailarín Ciro Tamayo dentro de ella.

"No tengo esa ambición de llegar a algo en concreto. En algún momento sí la tuve, tuve esa locura de querer cambiar, de querer probar cosas nuevas. Pero después uno piensa y dice ‘pará, pero si yo estoy muy bien acá’. Se podría llegar a entender mi postura como conformismo, mucha gente lo ve así, pero en verdad a veces no está mal ser conformista, a veces está buenísimo estar contento con lo que uno está haciendo, con su vida".


https://www.elpais.com.uy/domingo/bailarines-identidad-compania.html





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