EUGENIO ONEGUIN – FUNCION DEL 5 DE NOVIEMBRE
Una de las
mejores y más emotivas funcioens de la serie.
En lo colectivo tanto la orquesta como el Cuerpo de
Baile reiteraron su excepcional rendimiento ( en el caso de la orquesta hoy
con un rendimiento normal del
corno, repuesto de su mala noche de ayer) de las funciones anteriores.
En los papeles complementarios SEBASTIAN ARIAS Y
VANESSA FLEITA estuvieron a la altura de sí mismos en los personajes de
Mme.Larina y el Principe Gremin. ISMAEL ARIAS
volvió a crear de la nada un personaje desopilante en la escena del
baile del segundo acto.
GIOVANNA MARTINATTO y LUCAS ERNI volvieron a derrochar belleza, joie de vivre,
ternura, elegancia, y enamoramiento como
la parejita joven, realmente enternecedora y Erni bailó en gran estilo y con gran emotividad la
escena del duelo.
Pero la gran diferencia estuvo en la pareja
protagónica. SERGIO MUZZIO desprendido hoy de los nervios del estreno
mostró hasta qué punto es un bailarín de raza en una soberbia actuación con una
impecable ejecución de los dos terribles pas de deux de la obra, especialmente el muy exigente dúo
del espejo, con su sucesión interminable de portees ejecutados hoy con absoluta
seguridad, colocándose casi en el nivel del mayor especialista que tiene la Cia
en este tipo de exigencias técnicas, y agregándole un par de muy bien
ejecutados saltos. Interpretativamente continuó profundizando en el personaje dentro de una concepción propia del
mismo, que lo torna menos querible aún
en su desesperación final dados el egocentrismo la arrogancia y hasta cierto punto
la maldad que exhibe en el resto de la obra. Una concepción diferente pero
igualmente válida y en el fondo más difícil de llevar adelante.
LAURA BOLTRI con su estupenda creación de esta
noche, mucho más suelta al poder confiar en su partenaire que hoy estaba
absolutamente en comando de la escena, pudo dar rienda suelta a su calidad como
bailarina pero sobre todo a su intenso dramatismo. Yo diría que hoy con esta
actuación ejemplar, Laura ha sacado el diploma de gran bailarina trágica, convirtiéndose
en la sucesora natural de ROSINA GIL, una Rosina Gil más bailarina clásica pero
con no menos intensidad expresiva.
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