jueves, 10 de noviembre de 2016

OTRA FUNCION DE LUJO DE ONEGUIN

EUGENIO ONEGUIN – FUNCION DEL10 noviembre de 2016
Había el lógico temor de que después de la maravillosa función del día 9, la función de hoy  si bien garantizada en cuanto al nivel de calidad, resultara un suerte de anti climax al no poder repetirse el poderoso impacto emotivo obtenido en una función que, como la de ayer, no sólo fue la mejor de la serie de Oneguins, sino una de las mejroes en la Historia del BNS.
No fue asi.
La función de hoy tuvo también un fuerte impacto emotivo, como se evidenció por las reacciones del público, que fue un actor más con sus aplausos a telón abierto.
Mérito en primer lugar de la excepcional actuación de GUSTAVO CARVALHO  en el papel título.
A mí continúa no resultándome del todo convincente su interpretación en la esc 1 del 1er y del 2do. Actos, donde para mí no logra trasmitir de manera adecuada la posición prescidente , indiferente de Oneguin hacia todo lo que le rodea, que considera banal, vulgar . Pero cualquier objeción debe ser depuesta ante el fantástico logro de Gustavo en las dos ecenas clave de la obra. En el primer acto su participación en la escena del espejo es sencillamente deslumbrante.  Es una escena terrible, agotadora, que lo pide todo de la técnica y hasta de la fuerza del intérprete por su sucesión aparentemente inacabable de difíciles portees, que Gustavo ejecutó con precisión, seguridad, elegancia y belleza extremos permitiendo además un fantástico lucimiento de su partenaire de la cual hablaré a continuación. Y en el último acto su participación en la escena final fue sobrecogedora. Nuevamente Cranko lo exige todo de sus protagonistas, pero aquí se suma la exigencia emocional. La escena es un crescendo dramático  que involucra y enciende al protagonista, su compañera y a la orquesta y que sencillamente no puede ser interpretado si no se poseen los recursos técnicos, pero tampoco si no se posee la capacidad de sacar el corazón para fuera del cuerpo y ponerlo a disposición de los espectadores y cualquier versión que no consiga conmover al pú8blico en su fibra más íntima y arrancarle un  sonoro BRAVO cuando cae el telón. Carvalho, que llegó a Montevideo y al B NS portando un bagaje técnico excepcional, ha aprovechado muy bien su estadía en nuestra ciudad y con nuestro ballet , ha madurado de una manera imprevisible como intérprete y es ahora un bailarín  capz de emocionarse y emocionar con  casi insoportable intensidad en una escena como esta. Sumo a los bravos que ya grité en el teatro, el que ahora escribo  : BRAVO.
Es claro que ninguna de estas dos escenas puede alcanzar el éxito buscado si el bailarín no cuenta con una pareja a su altura,. Y Carvalho la tuvo. NINA QUEIROZ, que es adorablemente bonita, suave, delicada  hizo un finísimo retrato de Tatiana, su enamoramiento, su entrega total al sentimiento que nace en ella y el duro golpe que recibe. Un  gran momento es su escena del espejo bailada a la par en  calidad de su espléndido partenaire, con total seguridad, belleza plástica, y diría hasta arrojo por la forma en que se abandona, que se lanza a ciegas en los más difíciles movimientos confiando en la seguridad de su pareja. Toda su escena de la carta , además ,fue jugada con una enternecedora entrega emotiva.  En la escena final tuvo un gran desempeño ( más allá de un pequeño accidente del cual ambos s recuperaron con gran clase, al punto de que quien no haya visto la obra 10 veces como yo puede no haberlo notado ). Es fantástico verla volar por los aires con el cuerpo extendido, o luchar contra su partenaire y precipitarse inmediatamente en sus brazos, en una clara exhibición de la tormenta que sacude todo su ser.  Apenas consiga alcanzar el nivel trágico de los momentos finales su interpretación será además de deslumbrante , perfecta.

Por si esto fuera poco la hermosísima ARIELE GOMES  volvió a ser una bellísima, delicada Olga y a impactar con su intepretación de la escena del baile donde proyectó el costado infantil, juguetón de su personaje que acaba incosncientemente provocando la tragedia. Y DAMIAN TORIO a quien nunca había visto tan compenetrado con un personaje como en la escena del enfrentamiento , guante en manos, con Oneguin primero y luego durante toda la escena del duelo  donde sacó a lucir un sentimiento trágico que no se le conocía.

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