Estoy aún
emocionado por las dos funciones que vi de ROSENKAVALIER.
No es una
Opera que me haya gustado de primera intención. La primera vez que la vi me
dormi.
No sabia
nada de alemán y no existían todavía los títulos en español. Hago esfuerzos por
no recordar quienes cantan porque me moriría penando por lo que me perdi. Eran las épocas en que gente como SENA JURINAC Y CHRISTA LUDWIG eran nombres no imposibles para nuestra cartelera
( curiosamente Christa cantó dos de los papeles principales en su carrera :
OCTAVIAN Y LA MARISCALA Y SENA JURINAC cantó los tres )
Como eso también
me ocurría con Wagner, me dediqué a estudiar alemán y comencé a entender parte
del texto y a com prender el maravilloso , sutil libretto que le da origen y la
celestial música que Strauss ( que nadie diría aquí que fue el autor de esos
dos violentos capo lavoros que son ELEKTRA Y SALOME )
La idea es
mágica : La Mariscala que cuando joven fue casada como Sophie con un hombre mayor
para adquirir el título de nobleza, es hoy una mujer TODAVIA atractiva , con lo ominoso que es la palabra
TDOAVIA aliada a la belleza de una mujer, que puede atraer el fogoso amor de un
jovencito, que sabe que HEUTE ODER MARGEN ( hoy o mañana ) lo va a perder para
una mujer más joven, que intuye que quizá esta sea la última oportunidad que
tendrá en su vida de asomarse al amor, y comienza a prepararse espiritualmente para cuando
llegue ese momento, para vivirlo con dignidad y elegancia.
Ella lo acelera involuntariamene al mandarlo a casa de Sophie
a entregar la rosa de plata, y cuando percibe lo ocurrido se hace a un lado
graciosamente , con el alma herida, pero consciente de que así debe ser y
facilita el acercamiento entre el joven y la muejr que se lo está robando. Y la
infinita sutileza de la reflexión de la
mujer joven : AL MISMO TIEMPO QUE ME LO
DA, ME ROBA PARA SIEMPRE UNA PARTE SUYA , que es el amor y la admiración que
siente Octavian por la generosidad final de su ex amada.
Todo esto confluye en una de las piezas más magníficas
de la historia de la Opera : el célebre terceto del tercer acto, que el Colon nos
regaló en dos espléndidas versiones ya que tanto el elenco del abono como el de
la función extraordinaria dieron una versión memorable del mismo. Cuatro
cantantes argentinas y dos extranjeras
que irradiaron belleza y emoción desde nuestro querido escenario y yo tuve la
dicha de estar allí. Y ESTA VEZ NO ME DORMI.
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