TERMINANTE DESMENTIDA DE MARCELO LOMBARDERO

TERMINANTE DESMENTIDA DE MARCELO LOMBARDERO

El conocido regista ex director artístico del Colon y del argentino de la Plata salió al cruce de las versiones que lo sindicaban como autor de una supuesta carta abierta al Jefe de Gobierno de la CABA  con denuncias sobre el Teatro Colon.

El texto de la desmentida es claro y conciso

Ante la aparición de una carta dirigida al Señor Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en que se hacen una serie acusaciones a la actual y anterior gestión en el Teatro Colón en la que aparece mi nombre, me siento en la obligación de aclarar que en primer lugar no redacté , no participe en la redacción ni firmé dicha carta, de no haber promovido su difusión, ademas dejó constancia que no pertenezco a ninguna organización de salvataje al Teatro ni nada que se parezca
No comparto de ninguna manera esa forma de accionar acusando denigrando y poniendo en duda la integridad de las personas. Marcelo Lombardero

La carta aludida es un documento anónimo , supuestamente escrito por artistas que actúan en el Teatro, que ha circulado profusamente por internet y en los medios sociales con corrosivas denuncias contra varias de las figuras que integran la dirección del Teatro.

Yo siempre fui partidario de que estas acusaciones que circulan en la oscuridad  y el anonimato deben ser publicadas y sacadas a luz, entre otras cosas para permitir que los aludidos en ellas, tomen conocimiento de lo que se anda diciendo a sus espaldas y tengan oportunidad de efectuar sus descargos si lo creen conveniente.

En diversas oportundiades he publicado en mis páginas estas denuncias sigilosas que hacen mucho ruido a veces sin que los acusados en ellas estén siquiera enterados.

NO LO VOY A HACER EN ESTA OPORTUNDIAD   por dos razones fundamentales :
 1-es una denuncia anónima.Nadie se hace responsable de sus aseveraciones

2-Incurre en el para mi descalificador defecto de inmiscuirse en la vida  privada de las personas haciéndolas objeto en algunos casos de destructivas críticas a sus hábitos personales privados que harían de KEVIN SPACEY por comparación un candidato viable para la santificación papal.

Comentar la vida privada de las personas es siempre una bajeza y si en algún caso se hace imrpescindible entrar en este pedregoso terreno porque tiene una influencia concreta y comprobable sobre la marcha de una Institución lo mínimo que se puede pedir es que se haga en base a pruebas comprobables y no recurriendo a dimes y diretes.

El grueso de las denuncias se centra en la Directora General a quien se la acusa de crear numerosos cargos innecesarios con  sueldos elevadísimos, haber delegado el manejo de los fondos del Teatro en alguien que ni siquiera tiene un  cargo en el mismo, haber contratado un equipo de nada menos que 15 abogados para la defensa legal del Instituto, haber desafectado partes del Edificio de su función específica para crear amplias oficinas de dirección , haber trasladado el Instituto Superior de Arte a un predio alquilado a alguien muy cercano al Director anterior. Y a Diemecke se lo acusa de estar haciendo pingues ganancias autocontratándose y cobrando cachets por sus actuaciones como si no fuera funcionario del Teatro.

Hay mucho más, pero no puedo ni quiero convertirme en portavoz de los anónimos denunciantes. Apenas cité algunas de las acusaciones que me parecieron más gruesas, en la esperanza de que no sean verdaderas y que en los próximos días se hagan conocer las respuestas pertinentes, para las cuales ofrezco de antemano este espacio.