SUOR ANGELICA – OPERA DE GIACOMO PUCCINI –LIBRETTO DE
GIOVACCHINO FORZANO
DIRECCIÓN MUSICAL –EZEQUIEL FAUTARIO
DIRECCIÓN ESCÉNICA –XIMENA BELGRANO RAWSON
DIRECCIÓN DE CORO – FERMIN PRIETO
ORQUESTA LIRICA LADO B
CORO REGINA COELIS
CORO DE NIÑOS LIRICA LADOB
TEMPLO ESCONDIDO DEL MUSEO SANTA FELICITAS
Una interesante, creativa idea la de montar esta
ópera de Puccini que transcurre integramente en el interior de un Convento de
Clausura, dentro del edificio del Templo Escondido, una Iglesia real, potenciada
además por la excelente idea de iluminar el espectáculo exclusivamente con
luces de velas ( salvo el rayo de sol que cae sobre la fuente en el inicio de
las 3 noches del agua de oro a que hacen referencia las monjas ). Y por si esto
fuera poco un minucioso trabajo de dirección de actrices, cada una de las
cuales compuso un personaje con sus características diferenciadas contribuyendo
al drama y por último un enfoque en profundidad
de las dos antagonistas de la historia : La Zia Principessa y Suor Agnelica ambas
en manos de dos actrices notables que dejaron el alma sobre el escenario conmoviendo
a la platea.
El riesgo era la parte musical, por las
características del local que no es propiamente un escenario y que hubo que
distribuír de manera tal que el público quedó ubicado entre los cantantes y la
orquesta, con el Maestro dirigiendo totalmente de espaldas al escenario.
Esto, que puede resultar relativamente sencillo si se
disponen de todos los recursos técnicos como por ejemplo monitores que permitan
a los cantantes ver las marcaciones del Director, se vuelve complejo y
trabajoso cuando estos elementos no están allí. De modo que el perfecto ensamble
logrado hay que atribuírlo a un trabajo intenso de preparación que ha rendido
sus frutos en un espectáculo irreprochable, sin fallas musicales. Y cabe
felicitar por el logro tanto al Director Musical como al Director del Coro por
la estupenda labor realizada.
Pero en la Opera clásica italiana gran parte del
éxito o fracaso de una versión está en manos de los intérpretes y aquí también cabe
elogiar la cuidadosa selección de los cantantes para cada una de las partes, en
un elenco sin fisuras que descolló en lo musical y en lo actoral. Destaque
absoluto por la importancia de sus partes para
CARINA HOXTER como Sor Geneveve, VERONICA CANO como la Abadesa, MAIRIN RODRIGUEZ como la celadora y ROXANA DEVIGIANO como la
Maestra de las novicias.
Y coronando el logro total dos fantásticas protagonistas. ALEJANDRA MALVINO con toda la fuerza de su
personaje en su breve pero crucial intervención ( qué fantástico uso del
registro grave ¡!) Y una absolutamente deslumbrante creación de DANIELA TABERNIG, que si no
hubiera visto JENUFA Y ONEGUIN, diría que es la mejor de su carrera. Gran
compenetración anímica con el personaje siguiendo toda su peripecia emocional
desde la angustiada expectante resignación
inicial , pasando por el dolor y el dramatismo del encuentro con la Tia y la
desesperada escena final. He visto muchas Suor Agnelicas ( recuerdo ahora en
rápida síntesis las de RENATA SCOTTO KATIA RICCIARELLI , GALLARDO DOMAS GABRIELA
BENACKOVA y la gran soprano uruguaya MARIA BORGES que fue quien primero me
enseñó a amar esta obra ) pero juro que
ninguna logró trasmitir con parecida intensidad el terror ante la idea de que
enloquecida por la muerte de su hijo ha cometido el postrer pecado mortal de
suicidarse, con el terror pintado en el rostro y el cuerpo que tiembla como una
hoja. Sencillamente angustiante . Y qué decir de la voz . Tabernig canta Suor
Agnelica como si fuera fácil, con un espléndido lucimiento de su implacable registro
agudo, que no tiene un solo desfallecimiento y que incluye varios pianísimos
conmovedoramente colocados en momentos de la partitura. Una gran actuación que
bien podría pasearse por los mejores teatros de ópera del mundo por su absoluta
calidad.
A mí nunca me convencen las soluciones de los
registas para el milagro final, con un record de absurdo en una versión de SP
en que la regista llenaba el escenario con decenas de niños pequeños desnudos
Tiendo a pensar que menos es más y preferir soluciones simples como una luz que
desciende del cielo sobre el rostro de la protagonista o la sombra de la figura
de la virgen portando un bebe.
Esta no es de las peores : la virgen devuelve a Suor
Angelica a su estado previo al nacimiento del bebe pero es de compleja
ejecución requiriendo que el milagro se produzca después de terminada la
partitura y no en el momento en que el éxtasis de la protagonista lo está
reconociendo.
Muy buena crítica. Estuve en la función. Hermosa obra e interpretación.
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