Coln la pareja ANGELA GHEORGHIU –ROBERTO ALAGNA
separada y ya no en pleno apogeo vocal, VILLAZON definitivamente semi retirado después
de su afección vocal de la cual no se recuperó por completo,el tenor PLACIDO
DOMINGO cantando reducida cantidad de
funciones y como barítono, y la soprano
VIOLETA URMANA dosificando sus apariciones, son pocas las estrellas taquilleras
en el gran teatro mundial de la Opera.
Prácticamente se reducen a dos nombrs que son garantía
de teatros llenos y aplausos atroandores en los Teatros donde se presentan,
estén o no cantando el repertorio más aconsejable para sus respectivas voces .
JONAS KAUFMANN Y ANGELA NETREBKO.
Argentina tuvo el privilegio ( que Uruguay no tuvo
) de ser incluída dentro de la gira sudamericana del tenor, y provocó un
verdadero revuelo. Dos funciones en las que no cabía un alma más en el teatro,
enre los que agotaron las carísimas localidades, los invitados vip que abundan
en el Colón, y los que de una manera u otra siempre consiguen entrar cuando hay
un evento importante, tengan entrada o no.
La presentación del tenor fue foco de una dura
polémica, habiendo detractores que señalaron su reducido volumen ( y eso que
cantó Opera sólo con piano ¡), los agudos engolados, el falsetto con que según parece
truca la mezza voce, el repertorio , especialmente en el primer recital donde
cantó sólo 20 minutos y no hubo bises, etc.etc.
Algunos legaron a ser tan duros que dijeron que el hecho de que este
tenor sea el tenor del momento es una prueba de la decadencia del arte lírico
contemporáneo.Pero hubo también quienes lo endiosaron y consideraron soberbia
su actuación y un hito en la historia del Colón su presentación.
Lamentablemente tendremos muy pocas chances de
oírlo cantando una Opera que es como realmente lo valoraríamos en lo que es.
Queda como consuelo este link donde se incluyen
diversos fragmentos de Opera que muestran a JONAS KAUFMANN como lo que es, y
que dan una idea de por qué es el tenor más cotizado del mundo. Con o sin
volumen. Con o sin falsetto. Con o sin agudos engolados.
Que hable el “ acusado “. O mejor dicho, que cante.
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