domingo, 6 de diciembre de 2015

parsifal-teatro colon

PARSIFAL


Conviene aclarar de entrada un malentendido. Lo que el TEATRO COLON  ofreció como último título de su magra temporada operística del 2015 no fue el drama sacro compuesto por RICHARD WAGNER con la intención de que fuera cantado exclusivamente en su reducto de Bayreuth y bajo condiciones especiales que incluían la prohibición de aplausos , sino una ópera creada por MARCELO LOMBARDERO a partir de la partitura musical de la obra de Wagner, con  una ambientación y una línea argumental que divergen del original y a la que sólo le faltó para ser totalmente coherente la conratación de un poeta para que escribiera un nuevo libreto que se adecuara a las intenciones del Director Escénico y no incurriera en contradicciones entre lo que se ve y se lee y lo que se escucha.
Yo debo confesar que soy proclive a que me guste más la Opera de Lombardero que el drama sacro de Wagner, porque tal como Lombardero disto mucho de ser un admirador del libreto  escrito por Wagner  .En general no soy un admirador de Wagner poeta y hablo con conocimiento de causa porque para poder entenderlo me tomé el trabajo de aprender la gramática básica del idioma alemán y emprendí años ha  la tarea, que me llevó dos años , de traducir palabra por palabra todos los textos de sus Operas ( salvo RIENZI Y MAESTROS CANTORES ) para eliminar la enajenación que me producía el someterme periódicamente  a oír durante largas horas - las obras de Wagner son casi siempre de extensión desmesurada como su genio musical – a cantantes expresando textos que para mí eran incomprensibles.
Esta vez el espectador puede arguir cualquier cosa menos el haber sido engañados, SI BIEN  comprendo que los puristas wagnerianos estén indignados. 
 Lombardero dijo sin ningún ocultamiento A la prensa que a él no le gustaba el libreto de Parsifal y que iba a procurar crear una acción que lo modificara. Esto provocó  una respuesta crítica del gran crítico musical que es BARDIN  que alegó que lo prudente cuando a uno no le gusta una Opera es no aceptar dirigirla, generando una áspera discusión mediática entre puristas y lombarderistas.
Yo en este caso milito entre los segundos. Ví PARSIFAL unas 6 veces en mi vida. Tres en vivo ( una de ellas con PLACIDO DOMINGO ) y tres en la comodidad de mi casa gracias a la magia del DVD.
Las más agradables para mí fueron las vistas en mi casa, porque pude en estas audiciones oír el largo texto por fragmentos abandonando la audición cuando empezaba a abrumarme y retomándola el día siguiente o varios días después cuando la curiosidad volvía a superar al recuerdo del hastío.
Y no vacilo en confesar ( y puedo hacerlo ya que no soy ni crítico profesional ni musicólogo y puedo entonces decir como el aldeano anónimo que EL REY ESTA DESNUDO sin  temer que me califiquen de tonto por no ver el suntuoso traje fabricado para él que sólo podían verlo los inteligentes  ) que en  las tres veces que lo vi en vivo en los Teatros, tuve que luchar para llegar  despierto al final del primer acto, que dura 1 hora y 45 minutos.
Pues bien, a partir de la experiencia de esta tarde voy a tener que revisar conceptos. La superlativa versión musical que ofreció el  Teatro Colón logró que como nunca antes la música de Wagner, un genio desmedido, desaforado, pero un genio igualmente, tomara posesión de mi y no me soltara durante toda la duración del extenso primer acto. Después las cosas no mantuvieron exactamente el mismo nivel en parte por la defección del barítono brasileño a cargo de Klingsor, un papel que a todas luces superó sus fuerzas, y por la puesta en escena que se hizo más idiosincrática y me dejó directamente fuera.
En el tercer acto las cosas volvieron al nivel del primero.
ALEJO PEREZ demostró cabalmente por que fue un puntal en la plata durante la administración Lombardero, y por qué consiguió que la orquesta de dicho Teatro se colocara a niveles de gran calidad compitiendo con la del Colón.
Su versión de PARSIFAL  fue sencillamente magistral, con momentos donde hubo un detallismo y una delicadeza camarísticos sin perjuicio de la opulencia sonora wagneriana cuando el momento lo requiere. , todo ello sin abandonar por un momento la pulsación dramática que late en toda la partitura. Contó para ello con una orquesta que está pasando por un momento excepcional y que brindó una ejecución memorable y un coro masculino que alcanzó niveles sublimes, en particular en los finales de los actos 1 y 3 .
Hubo además felizmente un elenco de primer nivel. CHRISTOPHER VENTRIS  viene cantando PARSIFAL en los principales Teatros de Opera del mundo , amen de PETER GRIMES, SIEGMUND, TANNHAUSER. Posee una bella voz con el necesario peso para afrontar estos papeles wagnerianos, canta con gusto y musicalidad y es buen actor sin deslumbrar.
Tremenda impresión dejó NADJA MICHAEL como Kundry , a quien por la fuerza y el color de sus notas graves uno se sentiría tentado de clasificar como contralto, pero que sin embargo es una soprano y canta regularmente papeles como TOSCA.,SALOME, MANON LESCAUT, FIDELIO Y MACBETH en teatros de primera línea. Dueña de un atrayente físico y de excelentes condiciones actorales redondeó una interpretación excepcional al nivel de las mejores que he visto en el papel.
RYAN MC KINNY es un cantante joven, que está en inicio de carrera. Tiene una agradable voz de bajo barítono, una buena presencia escénica ( que seguramente es lo que ha provocado que casi todos los regisseurs lo desnuden en escena, no siendo esta una excepción ) y es un excelente actor 
Dio muy bien el personaje dolorido fisica y moralmente  de Amfortas. 
Sólo le señalaría que en algunos momentos su mezza voce fue cubierta por la orquesta.
STEPHEN MILLING es tambien un cantante de primera línea que viene cantando papeles centrales en todos los teatros importantes del mundo, tanto en el registro de bajo como en el de bajo profundo ( su más reciente logro es precisamente ZARASTRO  en MUN ICH )  Posee una voz de depurada belleza en todo el registro, con firmes notas graves una dicción impecable y gran fuerza expresiva. Un GURNEMANZ  de lujo.
HERNAN ITURRALDE  se sobró para cantar en off la breve parte de TITURIEL, con su habitual musicalidad que llevó a preguntarse por qué no le adjudicaron el papel de Klingsor que seguramente lo hubiera cantado mejor que el artista invitado. HECTOR GUEDES es un barítono de buen volumen vocal en el centro pero que experimentó dificultades en ambos extremos de la partitura con un par de situaciones embarazosas.
Muy correctos los comprimarios nacionales.
Y la regie ¿? Yo creo que fue la regie la que consiguió que me reconciliara con la obra de Wagner. Lombardero es uno de los mayores genios que hay en Argentina y en el exterior en materia de montajes escénicos. Posee un dominio total de los recursos técnicos, haciendo un  gran uso de los efectos lumínicos y de las proyecciones que usa con inteligencia para marcar climas. Es además un excelente director de intérpretes, obteniendo de cada miembro del elenco y hasta del coro  un rendimiento expresivo de gran poderío dramático.  Ha logrado puestas memorables de WOZZECK, LA FANCIULLA DEL WEST, LADY MACBETH DE MTSENK, EL ORO DEL RHIN,CARMEN y sobretodo de TRISTAN E ISOLDA, para mí su logro más total hasta la fecha.
Pero hay un pero. A Lombardero no le gustan las puestas respetuosas del texto original y siente que es su deber de alguna manera cambiarlas para trasmitir un mensaje válido en el mundo actual. Yo no consigo seguirlo en este empeño y las más de las veces se me escapa el sentido de lo que quiso hacer y trasmitir y no logro entender ya  ni la propuesta suya ni la del autor que está desnaturalizada.
Es lo que ocurrió parcialmente con este PARSIFAL. En realidad en esta oportunidad Lombardero se mantuvo fiel al mensaje de la Opera  no alterando su esencia sino sus circunstancias, alterando la ambientación soñada por el autor.
No tenemos el bosque sagrado de Wagner con el enorme lago poblado por los cisnes y la capilla donde se celebra la Misa. Tenemos un universo post moderno, aparentemente resultado de una tremenda, destructiva guerra con ruinas por todos lados, escombros, basura, una villa miseria a lo lejos y un Hotel de 2 estrellas en escombros en primer plano. Los  caballeros del Gral son ahora soldados vestidos en ropas de campaña y armados hasta los dientes con metralletas y algunos portando máscaras anti gas. La capilla es una misteriosa instalación metálica que parece una fábrica, con un proceso de robotización y de comunicación por circuitos cerrados de TV
Nada de jardín endemoniado y tentador de Klignsor en el 2do. Acto. Apenas la oficina de un ejecutivo de Wall Street cuyos monitores le proporcionan cotizaciones al momento de todos los valores. Y nada de flower maidens sino manequíes dotados de movimientos precarios al estilo de Olimpia en Los cuentos…, pelo azul y que a la menor provocación intentan seducir al héroe realizando movimientos pélvicos y anales de agresiva provocación genital, o directamente se masturban. A ellas se suma Kundry que para no ser menos se viste de soutien y bombacha negros con un vestido trasparente.
Y en el tercer acto un momento realmente embarazoso cuando Amfortas desesperado de dolor le pide a los caballeros que le den muerte haciendo uso de sus espadas , cosa que no está a su alcance porque todos están armados de ametralladoras y no hay ninguna espada en las proximidades.
Hay dos momentos deslumbrantes en la puesta. El primero , si bien a contramano del libreto, hace que la ceremonia de apertura del Gral se altere por un acto en el cual se desnuda a Amfortas, se lo cuelga de unas cadenas y se lo deja unos minutos en una posición muy semejan te a la de un crucificado, mientras toda la luz del escenario se concentra en él.
El segundo, bien menos conflictivo, ocurre al final luego del milagro de la lanza. El fondo de la sala se ilumina y un niño recorre el pasillo central haciendo adiós con la ma no ( JESUS ¿?)
No quiero decir con esto que me reconcilie totalmente con el texto de WAGNER- poeta,  que es lento, estático, grandilocuente y lo que es peor toma del catolicismo preconciliar una de sus peores características que es la misoginia, la visión de la mujer como fuente de todo mal y todo pecado del cual solo puede librarnos el héroe tonto y puro que rechace la tentación.


LG BAIETTI




2 comentarios:

  1. Muchas gracias por su interesante punto de vista, con el que coincido en buena parte; sobre todo en sus elogios a ambos directores, A. Pérez y M. Lombardero, quienes lograron sostener la tensión y la atención, que no es poco, de una obra musicalmente brillante pero de argumento contradictorio y hasta confuso de a ratos. En cuanto a Lombardero, agregaría su puesta de Mahagonny presentada en la Usina el año pasado a la lista de logros destacados; no porque haga falta nombrar una más, sino porque será repuesta próximamente en el Festival de Verano anunciado por el Teatro Colón y a algún lector pudiera interesarle saber que vale la pena ir a verla.
    Por último, me permito comentarle qué imagen me trajo a la memoria la entrada de ese niño sobre el final, saludando/despidiendo desde el medio de la sala a unos protagonistas estoicamente parados en el escenario de frente al público y el inmediato encendido de esa línea de focos enceguecedores apuntando a los espectadores. Me recordó el final de algunas películas de ciencia ficción en que un niño y grupo de humanos despiden a su amigo extraterrestre, al tiempo que la nave los enceguece al "arrancar motores" para partir (E.T., Encuentros Cercanos, y alguna más). Me trajo esa imagen y, por disparatado que pueda sonar, no se alejaría de la clara intención de Lombardero de restarle o quitarle el misticismo religioso a su presentación; nótese que en toda la obra no se ve ni un solo crucifijo sobre el escenario y la única alusión cercana es la que usted menciona del final del primer acto.
    Disculpas por la extensión. Saludos y muchas gracias por otra entrada interesante a la que nos tiene acostumbrados.
    Carlos Ezcurra

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  2. Muchas gracias por su comentario que me resultó extremamente interesante. En efecto el recuerdo que el niño le evoca del niño extraterrestre estuvo en lamente de muchos. Muchos también ( yo incluído ) encontraron una cierta similitud entre la imponente fábrica donde se desarrolla la segunda escena del acto 1 , con imágenes de METROPOLIS el célebre film mudo expresionista de Fritz Lang, aunque con franqueza yo no acierte a ver la relación entre esas imágenes evocadas y Parsifal. Como tampoco me resulta fácil entender que se monte algo que según la intención del autor es un drama sacro, y que coloca como centro de su texto todo el culto religioso por las reliquias de la cruxificción de Jesus, y se conciba una puesta que intencionalmente lo “ desacraliza “ Parecería que hay un conflicto insoluble de intenciones entre el autor y quien lo está presentando al público. Y en general yo tiendo a preferir al autor.
    Con respecto a MAHAGONNY , la vì un par de veces en el exterior y cuando la hicieron en el Colón. Honestamente no es mi cup of tea.

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