UNA ACCIDENTADA EXCURSION A LA CAZUELA DEL COLON PARA OIR LOHENGRIN DESDE LEJOS
Hace mucho tiempo que algunos amigos vienen insistiendo consejo de que deberia oir la Opera desde localidades mas lejanas al escenario ya que en general se escucha mejor desde las localidades altas del Teatro. Como no soy una persona impermeable a las opiniones que me dan, si bien con dificultad cambio las mias, decidi hacer una experiencia aprovechando la presentacion de LOHENGRIN con un unico elenco y el deseo de ver mas de una funcion porque no es una opera con la que uno se encuentre todos los dias siendo representada en un Teatro. La ultima vez que la vi, y no precisamente de muy cerca, fue en la Opera de Paris con un elenco del que recuerdo la estupenda atuacion de GWINETH JONES como Ortruda, que lograba dominar totalmente la escena en el primer acto donde prácticamente no canta, con su silencio y una casi nmovilidad que de alguna manera por la tension atraia la atención hacia ella. Infelizmente la voz estaba ya demasiado gastada y no le hacia honor a la interprete en los restantes dos actos donde canta y mucho. Elisabeth era DEBORAH VOIGT en lo que debe haber sido una de sus ultimas actuaciones antes de operarse, y era notorio que la operación en su caso era imprescindible y no por razones meramente esteticas, dado que el acrecido volumen de su cuerpo le estaba planteando serios problemas de respiracion que perjudicaban su linea de canto.
En general he tenido mucha suerte con la Opera. Cuando era joven y muy carente de recursos propios tenia una tia mecenas ( que fue la que me inculco gracias a Dios el virusr) que me llevaba a todas las funciones y que adoraba sentarse en la fila 7 u 8 de la platea. De modo que todas mis funciones en el viejo Sodre fueron vistas desde esta ubicación, para mi privilegiada.
Mis comienzos en el Colon fueron problematicos. Es que en 1968 cuando me vine a Buenos Aires el Colon estaba en la etapa final de su periodo de maximo esplendor. Era prácticamente imposible conseguir lugares desde donde se tuviera una vision total del escenario, cerca o lejos del mismo, porque estaban agotados por los abonados.. Mis primeras funciones fueron desde el sector parados de la Tertulia y francamente recuerdo muy poco de cómo se oia y recuerdo bastante de que se oia. –Al cabo de un tiempo descubri que existia una manera de ver la Opera desde mas cerca. Y es que el Colon en aquella epoca ( mas adelante fue prohibido )vendia entradas de platea sin asiento, para ver el espectáculo desde el pasillo lateral de la platea, el que separa los asientos del la pared de los palcos bajos.era un robo porque cobrfa ban exactamente el mismo precio que unaa butaca de platea y ademas unos e sentia frustrado porque debia compartir la ubicación con toda una serie de personas que tenian acedeso libre a la Sala sea porque lo tenian o porque se la shabian ingeniado para conseguirlo mediante amalbles negociaciones con el personal de sala. Habia que venir temprano para asegurarse un lugar proximo al escenario, cosa que normalemtne yo conseguia. Mi lugar favorito era en el primer pasillo lateral de la platea, que queda alrededor de la fila 8 de la misma. Era un poco cansador pero yo tenia 30 años y las cosas que se veian todavía lo justificaban.
Luego vino el periodo del Presidente Campora. Lo menciono no por hablar de politica sino porque fue una decisión suya la que me abrio las puertas del abono del Colon. En efecto,Campora abolio el uso obligatoriodel traje de etiqueta en las funciones de Gran Abono y la gran sociedad que monopolizaba los lugares decidio como protesta no renovar sus abonos y dejar el Teatro vacio. No tuvieron el exito esperado, pero se produjeron algunas vacantes. Yo aproveche una de ellas y consegui una magnifica platea en la fila 2 al centro, un lugar para mi ideal. Ademas adquiri el derecho de anotarme en una lista de espera para canje , gracias a la cual unos 5 años después consegui mi actual ubicacion en la fila 1 del Abono Vespertino, con una considerable economia de dinero ya que el Gran Abono es el abono mas caro y el Vespertino el mas barato. Ademas pude archivar el smoking que habia vuelto a ser obligatorio desde la caida de Campora. No fue un periodo particularmente feliz en materia artistica con elencos de calidad muy variable con una predominancia absoluta de cantantes locales muchos de ellos regresando de retiro y recibiendo una tardia compensación por haber sido excluidos del roster en los años en que debieron haber cantado.
Pero volviendo al presente, dispuesto a ver LOHENGRIN desde lejos opte por la 1ª. Fila centro de la Cazuela, una de las localidades mas buscadas por los aficionados. Corresponde al tercer anillo del Teatro, ya que el Colon tiene dos pisos enteramente dedicados a palcos. Lo primero que me llamo la atención es la escasa diferencia de precio con la platea, apenas un 40% menor que a mi me parecio escasa compensacion por la distancia. En segundo lugar me llamo la atención la eficiencia de los ascensores y la simpatica pulcra y nada abigarrada cafeteria, donde se puede beber algo si uno esta dispuesto a pagar los precios extorsivos que se cobran, que se situan en niveles similares a los de un bar en Ezeiza.
Cuando llego la hora de sentarme , casi me voy sin esperar al comienzo de la funcion al constatar le enorme distancia del escenario. No voy a ver ni oir nada, fue mi pensamiento. Pero pudo mas la curiosidad y ademas el efecto de la vision imponente de la grandiosa sala. Cuando uno se sienta en la platea prácticamente no ve el Teatro., que queda a nuestras espaldas. Solo tenemos al frente el escenario. Desde la cazuela se ve la Sala en toda su magnificencia y el espectáculo es deslumbrante.
Comenzo la obertura y el sonido, magico, llego a mis oidos como si estuivera al lado de los musicos, lo cual no fue necesariamente una ventaja porque se repitieron algunas vacilaciones observadas en la funcion del Domingo, fedlizmente limitadas a la obertura.
Y alli comenzo la obra.
DESDE EL PUNTO DE VISTA VISUAL. La ubicacion en la localidad alta y lejana ofrece la ventaja de que se aprecian mejor los efetos luminicos que vistos de cerca se disipan ( un ejemplo notable en est apuesta fue la llegada del cisne, bellisima ) y se aprecian mejor los movimenitnso del conjunto, que son importantes en especial en las puestas de Oswald que tiene un sentido muy geometirico de la disposición de los cantantes en escena. ( el coro principalmente ) Pero se pierde la percepción de la expresión individual de los interpretes, cuyo rostro deja de ser observable, principalmente los ojos que son un detalle tan vital en un actor. A mi esta imposibilidad de observar la actuación profundamente me produce un efectomente siento, que me lleva en lo que seguramente es mi locura a sentirme parte de la accion, a vibrar con los interpretes. Para mi sin emocion no hay teatro y qauizas eso explique tambien mis reticencias hacia las operas de contenido humoristico que no son nunca mis favoritas.
Pero la expreriencia perseguia ver la diferencia autiditva y no visual.
DESDE EL PUNTO DE VISTA AUDITIVO hay una diferencia notable. Al menos para mi oido que muy posiblemente haya sufrido una alteración darwiniana luego de 50 añós de oir opera desde lugares proximos al escenario. Yo cuando estoy en las proximidades del escenario oigo la musica como si viniera por varios canales. Uno para la orquesta. Otros para cada uno de los cantantes, de los cuales percibo no solo el sonido que emiten sino las dificultades para emitirlo, hasta la propia respiración. Desde lo alto la musica llega en un paquete sonoro,como si un ingeniero de sonido hubiera hecho una delicado trabajo de mixing.. Se oye mejor o se oye peor ¿? Depende de lo que entendamos por mejor o peor. Yo siento que se oye mas lindo, pero menos fielmente. Que lo que yo oigo de cerca es el sonido tal cual es emitido mientras que lo que se oye desde lejos es el sonido corregido por diversos procesos acusticos que lo hacen mas armonioso, mejor balanceado.
Es asi que quien gana mas con la lejania es el coro, donde se borran los sonidos individuales que todavía son distinguibles desde cerca ( en varios casos yo se quien emitio aquel agudo o aquella nota grave mas difícil ) y se oye como debe ser un conjunto humano cantando al unisono como si fueran una unica voz.
Es asi que quien gana mas con la lejania es el coro, donde se borran los sonidos individuales que todavía son distinguibles desde cerca ( en varios casos yo se quien emitio aquel agudo o aquella nota grave mas difícil ) y se oye como debe ser un conjunto humano cantando al unisono como si fueran una unica voz.
Con respecto a los solistas tengo sentimientos encontrados. Es claro que la comparación entre una funcion y otra adolece de un defecto y es que precisamente no es la misma funcion . Nadie puede garantirnos que los cantantes hayan tenido la misma fortuna o disfortuna en cada una de ellas, y como veran mas adelante hubo un caso bien dramatico de esta diferencia. Pero al menos basandome en lo que oi, diria que por las mismas razones que las voces del coro tienden a unificarse, las voces de los solistas en los concertantes corales pasan a oirse bien menos, sobresalen menos , salvo en el extremo agudo. Y que los puntos mas limitados de la voz de cada solista tienden a oirse menos en la lejania. Asi por ejemplo si yo hubiera tenido que juzgar a la soprano solamente desde la funcion vista desde cazuela tendria que decir que tiene un estupendo registro agudo, un timbre bellismo una deliciosa mezza voce, pero que sus graves tienen a ser inaudibles. Y lo opuesto ocurrio con el barítono. Kart Rydl en cambio salio beneficiado porque se noto menos desde lejos el apenas controlado vibratto que aqueja a diversas zonas de su voz.
La mezzo reitero virtudes y limitaciones, solo que las limitaciones fueron menos audibles tendiendo a desaparecer en los momentos en que debio cantar con el registro central que desde cerca se oia mas y no era agradable.
El tenor comenzo impresionandome con la belleza y potencia de su registro agudo y con lo poco audible que eran sus graves que desde la platea yo habia escuchado con escaso volumen pero audibles.En el segundo acto los agudos tambien comenzaron a no ser tan logrados, insinuando esfuerzo, y me pregunte si realmente estaba cantando igual al Domingo o estaba simplemnte cansado. Luego de un largo intervalo de casi una hora una voz en el altoparlante anuncio que el tenor estaba enfermo y no podria completar la funcion siendo sustituido por el tenor que canto con muy poco suceso la funcion del estreno JOHN HORTON MURRAY, sobre cuya actuación vocal vale mas la pena extender un piadoso manto de silencio.Baste decir que varios de los agudos , comenazando pro el famoso agudo final del aria, fueron totalmente fallidos y fuera de tono.
El publco esta vez por lo menos fue educado y no lo abucheo ni a el ni a la mezzo, que el domingo no habia tenido coraje de salir a saludar por miedo a ser nuevamente abucheada. De la actuación no puedo hablar porque precisamente por el lugar donde estaba poco y nada lo vi.
Me quede con una duda : yo siemrpe pense que HORTON era el titular de la parte y CRAWLEY el suplente a cargo de las extraordinarias, y que cuando se comprobo que el primero de hecho no estaba en condiciones de cantar el papel se lo habia sustituido, por lo que pense que habia regresado a su pais. Pero evidentemente no era el caso y tambien es evidente que no estaba en malas relaciones con el Teatro , de lo contrario no hubiera accedido a cantar como sustituto Por otra parte el programa de sala indicaba junto al nombre de Horton la fecha 20 como si servicio de inteligencia dentro del Teatro. De seguro me divertiria o sufriria aun mas.