Me ha
impresionado muy favorablemente la decisión del Colón de incluir en el abono
sólo 7 de los 10 espectáculos que presentará este año y dejar al espectador en
libertad para decidir si irá o no a ver a los otros 3-
De esta forma la proporción que compone el programa
del abono es más lógica : 4 operas tradicionales , 2 modernas 1 del barroco,
cosa que parecía totalmente desproporcionada cuando los números eran 4-5-1.
A mí en particular me resulta muy atractivo ver
nuevamente DIE SOLDATEN y PORGY AND BESS
. Ambos títulos los vi hace muchos años, tantos que se puede decir que fue otra
persona quien los vio, y con franqueza no me interesaron mayormente. Es una
buena prueba verlos de nuevo en mi estado actual de madurez y ver si ha
cambiado mi opinión.
Con respecto a DIDO Y ENEAS dudo mucho que cambie en un ápice mi opinión dado que ( y es un
gusto muy personal ) a mi el barroco me resulta soporífero. No se comunica para
nada conmigo y dudo mucho que en esta versión convertida en ballet, llegue a interesarme. La
veré sin embargo con gran curiosidad y sólo garanto que permaneceré hasta el
final porque la obra no es demasiado extensa. Y me parece muy justo, más allá
de mis preferencias personales que la temporada incluya uno de estos títulos,
si bien hubiera preferido una versión más fiel al espíritu original.
En las
nuevas proporciones de 4-2-1 nada tengo que criticar a la ecuación y no me
siento ya obligado por el Teatro a ver lo que no quiero ver. Sólo diría que la
cantidad de operas tradicionales es muy escasa y que de esta manera con 4 títulos
por año se empobrecerá notoriamente el conocimiento que tenemos de este
repertorio.
Suerte que esto viene a ocurrir en épocas en que
como la presente, el espectador operístico tiene otras alternativas como son
los títulos de las Compañías privadas, algunos teatros cercanos como el
ARGENTINO DE LA PLATA ( que algún día saldrá de la crisis financiera que lo
tiene semi paralizado ), EL ROMA DE AVELLANEDA, EL CIRCULO DE ROSARIO , EL
SODRE Y EL SOLIS DE MONTEVIDEO y –last
but not least-, LAS TRASMISIONES EN VIVO DEL MET Y EL COVENT GARDEN.
Si del Colón dependiera exclusivamente poco a poco iríamos perdiendo el contacto con
los grandes maestros del bel canto ( que en general son mala palabra para los
modernistas ) con Wagner ( no habrá ninguna ópera suya en el 2016 ) y tendríamos una dieta muy austera con Verdi, con la opera
francesa, con el verismo. El espectador lírico ,de no mediar las temporadas de
las compañías privadas, que ahora serán nuestro sustento principal, perderá
contacto con los grandes títulos del repertorio, alejándose cada vez más del
nivel de conocimiento que tienen los felices amantes de la ópera que tienen
cerca al Met, al Covent Garden a la Opera de Viena o a la Scala de Milan o tan
siquiera a la Opera de Chile, Teatros que
no han decretado el fin de la ópera tradicional.
El Colón del siglo XXI habrá logrado sortear el
peligro de que tal papel sea desempeñado por la Ballena Azul del próximamente
rebautizado CCK, pero al costo de perder definitivamente el título del principal
teatro lírico del continente.
ANEXO PARA DISCUTIR - –COMO SERIA UNA TEMPORADA
MEDIANAMNTE EQUILIBRADA PARA UN TEATRO QUE ASPIRARA A SER UN GRAN TEATRO LIRICO-
2 operas de bel canto, con énfasis en ROSSINI,DONIZETTI o BELLINI
2 operas de bel canto, con énfasis en ROSSINI,DONIZETTI o BELLINI
2 operas de Verdi, de preferencia una de Verdi
joven y una de Verdi intermedio o maduro
1 opera verista incluyendo como tal a Puccini
1 opera francesa
1 opera de Wagner
1 opera alemana de otro autor.
2 operas modernas
1 opera de Mozart
1-del barroco.
No es un absurdo imposible de alcanzar. Observen
que es un total de 12 espectáculos , apenas dos más que la temporada de este
año.
Ahora bien, habría que analizar muy bien que tipo
de producciones se presentarían. No creo que las puestas de las obras clásicas
deban ser “ puestas de museo “ donde se intenta reproducir las condiciones en
que los títulos eran ofrecidos cuando se estrenaron. El Teatro ha evolucionado
mucho y hay recursos que antes no existían que permiten realzar el sentido de
una opera, hacerlo más actual. Pero una cosa es actualizar el estilo de
representación y otra cosa bien distinta es poner piernas para arriba todo el
argumento de la Opera, hacer que lo que se vea guarde escasa o nula relación
con lo que se ve ( pongo por caso por
ser un ejemplo reciente el primer acto de la reciente versión de RUSALKA donde la escena de las ninfas en el lago fue
sustituida por prostitutas en un prostíbulo ) desvalorizando completamente
la música que al no correlacionarse con
la escena, pierde buena parte de su efectividad y su sentido.
Está muy bien que el Colón experimente con nuevos títulos , nuevas presentaciones. Pero
que no olvide que ya no está solo en el mercado. Tiene competencia y si persiste
en una tónica elitista perderá necesariamente la batalla por el público.
No vaya a ser que el público que quiera mantenerse
informado de lo que ocurre en el mundo de la Opera y cuáles son los nuevos
cantantes en ascenso, deba confiar en las versiones filmadas o en algún ocasional
viaje a Chile.
No hay comentarios:
Publicar un comentario