DARIO
L0PERFIDO compró innecesariamente un dolor de cabeza el día en que decidió
salirse de sus funciones como SECRETARIO DE CULTURA DE LA CIUDAD DE BUENOS
AIRES y DIRERCTOR ARTISTICO DEL TEATRO COLON, dos puestos en los que se supone
tiene mucho para hacer y un gran campo para demostrar sus condiciones personales , e
incursionar innecesariamente en temas políticos ajenos a su área de acción. Lo
hizo para colmo en un tema particularmente sensitivo como es el de los desaparecidos
durante la última ( yo espero que sea de
veras la última en los dos sentidos de la palab ra ) dictadura militar y
cuestionar el número de víctimas que usualmente comentan las entidades ligadas
a este problema. Era sabido que su declaración habría de levantar protestas. Y
así fue. Desde el día en que declaró a la prensa que lso desaparecidos eran
menos y que su número fue inflado entre otras cosas para cobrar indemnizaciones
sobre personas que no pertenecían a esa lista, no tuvo más paz. Las dos
organizaciones directamente involucradas y algunas personas que por razones políticas
o humanitarias las apoyaron, salieron a
pedir ruidosamente su renuncia, organizando actos públicos y erscraches dondequiera que él
fuera. Llegaron incluso a obtener una entrevista con RODRIGUEZ LARRETA el Jefe de Gobierno de la Ciidad, en la que él
prometió estudiar la demanda de que le pidiera la renuncia. Rodriguez Larreta
lo pensó y decidió mantenerlo en el cargo. Las protestas continuaron, pero ante
la falta de posibilidades de obtener su objetivo era de preverse que poco a
poco caerían en el olvido. Pues bien Lopérfido volvió a la carga , embistiendo
ahora contra ciertos actores que él identificó como oficialistas del gobierno
anterior y venales, mencionando inclusive algunos nombres. Esto reactivó las
protestas a las cuales se sumaron algunos actores y dos de los Sindicatos que
agrupan a la colectividad , que reflotaron el pedido de denuncia.
No se sabe
muy bien por qué hizo esto .Si fue por sus convicciones y porque siente que
ocupe el cargo que ocupe tiene el derecho de manifestarse sobre los temas políticos
sin autocensurarse, o porque – como algunos amigos han sugerido- ante el
notorio fracaso de su gestión desde el punto de vista artístico estaría
buscando una salida más honrosa : que le pidan la renuncia por razones políticas,
por expresar opiniones que después de todo no están tan mal vistas en el
circulo político y familiar en el que se mueve.
Si es verdad
que ha renunciado ( y la publicación en Clarin parece avalar el rumor ) sólo
resta desear que Rodriguez Larreta, que es un hombre muy capaz e inteligente ,
sepa escoger dos funcionarios ( acumular los dos cargos fue es y será una locura
) que levanten la alicaída actividad cultural de nuestro Teatro lírico más importante
y que los espectadores tengamos nuevamene la oportunidad de ver los grandes
títulos del genero con elencos dignos de la tradición de un Teatro que fue
hasta no hace tanto tiempo el más importante de América Latina y uno de los más
importantes en el mundo.
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