BAYADERA-C UANDO LA EMOCION NO TERMINA AL BAJAR EL TELON

EN EL BNS LA EMOCION NO SIEMPRE ACABA CUANDO CAE EL TELON

Son muchas las veces que la emoción se mantuvo después de terminada la función, mientras se realizaban los saludos frente a un publico emocionado, feliz y hasta orgulloso de ver el nivel alcanzado por su ballet.

Se agolpan en mi memoria algunas circunstancias en que los saludos fueron particularmente emotivos :

-         Cuando JULIO BOCCA  salió por primera vez a entregarle el ramo de flores y el abrazo a su primera bailarina de la noche, una costumbre que después mantuvo en todas las funciones de estreno y en algunas destacables por motivos especiales.

-         -Cuando el público saludó con emoción y entusiasmo la función de Cascanueces en que dejaba la actividad como bailarina en escena SOFIA SAJAC

-         Todas las funciones de UN TRANVIA LLAMADO DESEO  y HAMLET RUSO, esfuerzos mayores del conjunto, que provocaban una carga emotiva especial.

-         Cuando por primera vez la primera bailarina que hace el mismo papel en las otras funciones , salió a darle las flores a su “ rival “ ( luego esto se transformo casi en rutina )

-         -Cuando Ismael Arias después de una  fantástica  función , resbaló y tuvo que apoyarse en las manos para no caer, teniendo luego que soportar las “ gastadas “ de Bocca que para su mala fortuna venía precisamente detrás de él

Hasta en eso la función del día 19 fue una función diferente ¡! María Noel Riccetto recibió su ramo de flores y siguiendo una rutina que se ve muy sentida extrajo de él una rosa, la besó y se la dio a su partenaire CIRO TAMAYO. Parecía que con esto terminaba el saludo. Pero no. Inmediatamente Riccetto se encaminó resueltamente hacia el lugar donde estaba CLAUDIA MOTA, la Gamzatti de la noche, y depositó sobre sus brazos que ya sostenían el ramo regalado a ella, el que le habían entregado a Maria Noel, haciendo que la brasileña trastabillara un poquito primero y se quebrara emocionalmente después. Bellisimo gesto , lindo de ver y un apropiadísimo broche de oro para una función de excepción.