GISELLE-
FUNCION DEL DIA 3 DE JUNIO
No recuerdo muchas oportunidades en mi vida en que
me haya sido dado ver en dos noches consecutivas a una Compania de Opera,Ballet
o Teatro presentar 2 elencos diferentes
de una misma obra y obtener en ambas resultados tan agobiantemente emotivos ,
al par que de gran nivel técnico y estético.
Fue lo que ocurrió con las dos ultimas funciones de
GISELLE. Y la verdad es que me sorprendió porque no lo esperaba.
Uno sabe que MARIA NOEL RICCETTO es por trayectoria
una bailarina difícilmente comparable en técnica de baile cuando encarna papeles del más puro repertorio
clásico. La belleza, la gracia, la armonía de los movimientos, el poético uso
de los brazos, y hasta la suavidad con que retoma contacto con el piso del
escenario, que prácticamente no suena, son aspectos que uno no se cansa de
admirar. Tambien sabe cualquier espectador que haya seguido el BNS la
progresión que ha venido experimentando en la intensidad dramática de sus
creaciones que son más y más
convincentes y emotivas cada vez. Y dos funciones atrás en el estreno oficial
de la obra ( hubo un pre-estreno para
espectadores VIP ) mostró una impactante máscara trágica en los momentos más
culminantes de la obra. Pero lo de ayer colma la medida. Bailó como auténticamente poseída por su
personaje entregándole toda la carga emocional que el papel pide, tanto en la
dura escena final del primer acto como en toda la participación en el segundo
acto donde hay que mantener ese difícil equilibrio entre la emoción a flor de
piel y la contención de un personaje que vive ya en otro mundo. Fue una gran
creación , la mejor que le he visto desde que regresó al Uruguay, digna de ser
aplaudida de pie y digna de figurar entre los logros de esta temporada que ya
ha presentado dos versiones memorables del papel en manos de GIOVANNA
MARTINATTO y VANESSA FLEITA, tres versiones además muy personales , diferentes
entre sí y que pueden dar lugar a preferencias personales derivadas de la
subjetividad de cada uno. Hoy Riccetto dio varias grandes lecciones. La primera
es que no vino del American Ballet al BNS para esforzarse menos, descansar
lejos de la dura competencia que debe haber en esa compañía poblada de talentos
de todo el mundo, sino que vino para esforzarse aún más, perfeccionar lo que en
ella ya era casi perfecto y dominar aquello en lo que todavía podía crecer,
como efectivamente lo ha hecho.
Desde su llegada al BNS GUSTAVO CARVALHO causó una profunda impresión por sus
características técnicas, que indudablemente lo individualizaban como un
bailarín de excelente escuela y con experiencia escénica, pero pareció más
limitado en lo actoral donde no conseguía desprenderse de lo que yo llamaría “
rostro de bailarín “ dando la idea de que su preocupación por la perfección de
los movimientos no le dejaba espacio para ocuparse de la creación del personaje
que resolvía con gestos estandarizados aprendidos en la Escuela de baile.
En sucesivas interpretaciones, incluyendo en ellas
la función del estreno oficial de Giselle , fue dando idea de que no era así,
que estaba evolucionando como actor y poniéndose a la altura de lo que es como
bailarín. En la función de anoche logró un primer acto magistral, en el que soltó
su emotividad , fue espontáneamente el príncipe Albrecht con su amor a flor de piel, luego su vergüenza al ser
descubierto y por ultimo su dolor y su sentimiento de culpa ante el duro final.
Y logró además ese algo misterioso e indefininible que es el contacto emocional
con su partenaire. Una gran labor sin lugar a dudas. En el segundo acto
continuó desempeñándose con un muy buen nivel interpretativo , al margen de dar
una verdadera clase de danza en los momentos más difíciles de la coreografía,
pero su expresión lució algunos grados menos espontánea que en el primer acto.
O sea que aparte de haber logrado una gran interpretación tiene aun campo para
mejorarla. Envidia me dan los que se quedan en Montevideo en los próximos días
en que yo estaré en La Plata viendo Carmen, y
podrán ver esa evolución-
Yo seguramente soy parcial cuando hablo de
GUILLERMO GONZALEZ, pues lo considero un bailarían y un intérprete de excepción
y creo que su Hilarion alcanzó un nivel
altísimo de emoción en las escenas clave del final del primer acto y en el
cuadro del segundo acto donde es obligado a bailar hasta morir. Guillermo es de
los primeros bailarines no uruguayos que ingresaron al BNS y para mí formaba
junto con ISMAEL ARIAS y CIRO TAMAYO el terceto de intérpretes que más
valorizaban a los personajes que les eran asignados. Y precisamente ambos tuvieron
a su cargo funciones de Hilarión reiterando la vieja magia que tanto me emocionó en puestas anteriores. Ambos
excelentes, sin por ello olvidar la magistral creación de SERGIO MUZZIO
de ayer que alcanzó un nivel
comparable. Lamento que por las fechas no veré a SEBASTIAN ARIAS haciendo este
mismo papel.
En el primer acto la fiesta se completó con una
colorida versión de las danzas donde volvió a maravillarme la forma en que cada
uno de los integrantes del cuerpo de baile logra crear un personaje, en lugar
de ser una cara anónima dentro de un conjunto ( y en este sentido ayer me
distraje observando la gran reacción dramática de MARIA NOEL BONINO en la la tragedia final, una contraescena de
gran impacto dramático ) ARIELE GOMES
volvió a derrochar belleza y gracia en el Pas Paysans muy bien
acompañada por LUCAS ERNI.
En el segundo acto reinan , como corresponde, las
Willis que volvieron a derrochar elegancia, belleza, ritmo en una actuación que
volvió a arrancar aplausos a telón abierto. Muy bonitas también las solistas
LARA DELFINO y MARTA BEIERSDORF . Entre todas lograron uno de los momentos más
hermosos de toda la historia de la companía, superando incluso el nivel del
logro mayor hasta el momento que era el cuadro celestial de SILPHIDE.
Algo pasó con GABRIELA FLECHA que había sido una
excelene Mirtha en la función del estreno pero que aquí estuvo transtornada, realmente deslumbrante. Altiva, en plena
posesión del comando, estática cuando necesario, con una ligera vacilación
emotiva al percibir el amor que une a la pareja principal, dominó completamente
la escena hasta con su hieratismo cuando eso es lo que marcaba la coreografía.
Y , last but not least, logró una impactante ejecución de la dificultosa promenade
que le salió a la perfección sin el menor temblor.
Sumemos a ello que la orquesta estaba en un día
feliz, que tocó con más emoción y mejor ajuste, alcanzando grandes momentos en
los solos de oboe y de viola , y hasta algún instrumento que ofreció problemas
en las funciones anteriores, brindó hoy un sonido perfectamente afinado la
mayor parte del tiempo.
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