UNA SUGESTION PARA EL BNS PERO QUE BIEMN PODRIA SER APLICADA
POR EL SOLIS O EL SODRE.
A quien no le ha ocurrido , especialmente con el BNS , de
querer comprar una entrada adicional para un amigo remolón que no la compró
meses antes y encontrarse con la respuesta LOCALIDADES AGOTADAS ¿?
A quien no le ocurrió después en la función de constatar que
hay decenas de localidades vacías y en general en los mejores lugares del Teatro
¿?
Quien con un poco de espíritu de aventura no se ha cambiado
del lugar que con tristeza tuvo que comprar porque no había nada mejor, para
pasar a ocupar uno de esos lugares de privilegio que están siendo
desaprovechados función tras función ¿?
Varias veces hice indagaciones sobre el fenómeno y tanto en
el Solis como en el Sodre me han explicado que son las entradas que el Teatro
no pone a la venta porque están reservadas para invitados oficiales ( que por
ejemplo son los únicos con derecho a sentarse en la primera fila de la Platea
Alta en el Sodre )
Yo me pregunto si no sería posible establecer un sistema por
el cual el plazo de los invitados para reclamar sus entradas se venza por
ejemplo 15 minutos antes de la función y pasado el limite ponerlas en venta al
público que si tal posibilidad es anunciada públicamente formará una cola larga
frente a la Boletería.
Y agrego otra sugestion.. Debido a que el BNS prácticamente
nos obliga a comprar las entradas con meses de anticipación, suele suceder que
en definitiva terminemos no pudiendo ir a alguna de las funciones para las que tenemos entrada, sea
por razones de salud o por otros compromisos que aparecieron después de la
compra.
El Teatro, obviamente , no devuelve el valor de las entradas
como no lo devuelve ningún Teatro del mundo. Pero por ejemplo en el MET tienen
un sistema interesante. Cuando a uno le ocurre algo así entrega bajo recibo su
entrada en la Boletería que la pone a la venta cuando se agotan las localidades
del Teatro 15 minutos antes de la función.El que entregó la entrada recibe su
valor con un % de descuento por administración del sistema. De esta forma el
desperdicio de tener lugares buenos vacíos para espectáculos de la calidad de por
ejemplo el BNS disminuye y aparece la posibilidad de que quien tiene el
problema, aue al fin de cuentas es un cliente, no pierda su dinero.
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