LA SCALA DI SETA
LA SCALA DI
SETA, DE GIOACHINO ROSSINI- LIBRETTO DE GIUSEPPE MARIA FOPPA
DIRECCION
MUSICAL- CARLOS DAVID JAIMES
REGIE –CECILIA
ELIAS
ESCENOGRAFIA-RODRIGO
GONZALEZ CARRILLO
BUENOS AIRES
LIRICA
TEATRO
PICADERO
Es la 5ta
opera de Rossini , compuesta cuando era aún un chico de 20 años, y con franqueza
se le nota, si bien sorprende cosntatar que pocos meses después sorprendería
por obras como TANCREDI Y AURELIANO EN
PALMIRA de muy otro aliento.
La Operita
es poco representada hoy en día, por lo que la feliz iniciativa de BAL de traernos
de vuelta este título olvidado, tiene un verdadero valor arqueológico.
Y cabe decir
que la Cia.se ha empeñado a fondo en presentarla bajo las mejores condiciones posibles,
con un excelente conjunto orquestal de cámara dirigido con delicadeza por CARLOS DAVID JAIMES, en un desempeño magistral
que tiene una gran importancia ya que el mayor peso musical de la obra recae
esta vez sobre la orquetda y no sobre los cantantes que si bien tienen oportunidades
de lucirse con la coloratura y en la ejecución de las fugas que caracterizarán los finales de acto
y que serán una especialidad del Maestro
en sus Operas Comicas., en general tienen a su cargo una partitura que no
consigue levantar vuelo, muy carente desde el punto de vista melódico.
Completando
un excelente equipo de dirección CECILIA DIAZ logró una inspirada puesta, que
sacó todo el jugo posible a la endeble historia de la Opera, que yo diría que
incurre en el peor pecado que puede cometerse con una farsa , que es no conseguir
hacer reír más que en muy contadas ocasiones.
Diaz además supo hacer de necesidad virtud y explotó la presencia de los
músicos en el escenario, ya que el Teatro no tiene foso, para hacer que los
cantantes interactúen con ellos.
Completando
un panorama en general positivo, se reunió un muy buen elenco de pareja calidad
que sacó buen partido de las situaciones escénicas y cantó con total corrección
la partitura, integrado por COSTANZA DIAZ FALU en el papel más exigido de la
obra, ya que canta prácticamente todo el tiempo, SEBASTIAN RUSSO a quien fue un
placer oír finalemente en su regisro natural de tenor ligero,muy b ien empleado
en el aria más digna de tal nombre de la Opera, LUIS LOAIZA ISLER con una muy
buena voz de barítono bajo, GUADUALPUE MAIORINO
que infelizmente no pudo lucir su atrayente voz por la brevedad de la
parte , SERGIO CARLEVARIS excelente en su frustrado galán servido con gran
dominio escénico y una bella voz baritonal que no rehúye los pianísimos y
PATRICIO OLIVERA , quizás algo sobreactuado en su parte de Director.
Y NO PUEDIO
SOSLAYAR LA UNICA OBJECION GRAVE AL ESPECTACULO
El Teatro
Picadero obviamente no fue concebido como un Teatro para representaciones
líricas, y carece de foso obligando a ubicar a los músicos en escena. Esto ya
se hizo otras veces con resultados muy aceptables. Pero en este caso el tamaño
del conjunto y la muy peculiar forma semicircular del escenario y de la platea,
juegan muy en contra. El conjunto ocupa prácticamente la mitad del escenario,
relegando a los cantantes al extremo izquierdo d l mismo. El resultado es que
los espectadores que tienen la mala fortuna de estar ubicados en el costado
derecho de la Platea, ven el espectáculo a través de los músicos con el poco
agradable resultado de que ven poco y escuchan muy poco a los solistas. Debo
agradecer al acomodador que se tomó el trabajo cuando se apagaron las luces de
reubicar a todos los que estábamos en esa indeseable ubicación distribuyéndonos
entre localidades mejor ubicadas que no estaban ocupadas.
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