Ayer infelizmente tuve que atrasar mi llegada al
SODRE debido a un inelñudible compromiso
familiar (cumplia años mi hermana mayor
MUYUUUUY MAYOR POR SI ME LEE , y
como siempre me chantajea para que vaya a saludarla diciéndome que puede que
sea el último, no sé si refiriéndose a ella o a mi. )
Llegué con todo a tiempo de ver la escena del
espejo del primer acto en el monitor del perifoneo en compañía de DANIEL ROMANO
que me dijo que veía el ballet en el monitor porque le gustan los intervalos
comerciales y no tuve el coraje de explicarle que en el monitor no habría spots
publicitarios .
Y pude finalmente ver el 2do. Y 3er actos desde mi
butaca favorita en la sala.
FUE UNA FUNCION HISTORICA, DIGNA DE FIGURAR EN LOS
ANALES DE LOS MEJORES MOMENTOS DEL BNS.
En primer lugar la
escalofriante entrada de CIRO MANSILLA, distante prescindente, subido a
una colina de orgullo y condescendencia, en una composición genial. Frente a él CIRO TAMAYO y su minucioso retrato
de la cólera en aumento que va tomando cuenta de Lensky hasta llevarlo a
suprema y final imprudencia de retarlo a duelo. Y la desgarradora escena de
Riccetto teniendo su corazón rasgado con la carta fatal que ocupa el centro del drama.
Acto seguido la escena del duelo , precedida por el
solo desgarrador de Lensky despidiéndose de la vida, consciente de que va a
morir , donde Ciro en plena posesión de los recursos técnicos y con una entrega
emotiva total, aunó a la fuerza dramática esa belleza plástica de los
movimientos, ese elevarse en el aire como si estuviera dotado del don de volar,
que le han ganado un justo lugar de privilegio en el cariño y la admiración de “
su “ publico uruguayo (quien dijo que Ciro es español ¿??!!! No digan tonterías)
. Y para completar el panorama las fantásticas participaciones de Povea y
Riccetto , la imagen viva del dolor, y el retrato que Mansilla hizo de los
sentimeintos encontrados de Oneguin que no quiere el duelo y quiere hacer
desistir a su amigo, pero que ante la bofetada que le propina pierde los
estribos y se embarca en el enfrentamiento fatal.
Pero nada puede compararse a la tremenda escena final,
el pas de trois que cierra la obra.
Allí una MARIEL NOEL RICCETTO sublime bailarina,
con toda la belleza plástica que es capaz de desplegar con sus estilizados movimientos, pero también con una
tremenda entrega emotiva que no cesó ni con el final de la obra porque las
lágrimas continuaron corriendo por su rostro durante el inicio de los saludos, encontró el soporte ideal en el doliente
Oneguin de MANSILLA, creando entre ambos un momento mágico de emoción que
envolvió por igual a público e intérpretes. MARIA NOEL no necesita no necesitó
nunca desde que vino al Uruguay consagrarse porque fue desde el primer día una
bailarina de otro mundo, pero en sus últimas actuaciones ha demsotrado un
crecimiento impresionante de su personaldiad dramática que ahora está totalmente
a la altura de su calidad como bailarina, que es el mejor elogio que puede hacerse
de sus dotes interpretativas. Y Mansilla, con un físico y una apariencia
privilegiados, ratifica como bailarín y como intérprete el alto potencial y el
alto nivel que viene alcanzando desde
sus últimos tres papeles (DON JOSE, UN TRANVIA LLAMADO DESEO, ONEGUIN ) y que
hasta ahora no había exhibido en toda su plenidutd. Una pareja mágica en una
noche mágica con una coreografía mágica , creando una emoción envolvente y
avasalladora.
Algunos se habrán apresurado a corregirme y decir
NO ES UN PAS DE TROIS sino de DEUX – MENTIRA ¡!
porque ayer en la escena final se hizo presente un
tercer componente de la escena que fue la orquesta, con una oleada emotiva , un
crescendo que apoyó envolvió y exigió emocionalmente a los intérpretes (creo inclusive que llevados por la emoción y
el entusiasmo , los tempi se aceleraron un poco haciendo aún más difícil de bailar
la ya de por sí terrible escena)
MARTIN GARCIA
está haciendo, todos lo sabemos ,
un notable trabajo al frente de la OSSODRE , manteniendo y perfeccionando
el nivel al que la había elevado el excelente STEFAN LANO su predecesor que como ya lo demostrara en el
Colón es un gran reconstructor de organismos orquestales con problemas. Lo he
visto poco ( mea culpa ) en los conciertos y menos aún en Opera ( BNS culpa ) y
por lo tanto me sería difícil calibrarlo en dichas tierras. PERO DE LO QUE NO
TENGO DUDA ALGUNA YA ES DE QUE MARTIN ES
UN EXCELSO DIRECTOR ORQUESTAL PARA BALLET, por el grado en que domina la
coordinación foso- escenario haciendo que la orquesta sea parte, participe de
igual a igual con los bailarines en la trasmisión de las emociones de la obra.
Lástima que el año próximo haya dos funciones con
música grabada. Sentiremos su falta Maestro. Sentiremos su falta, señores músicos
de la OSSODRE
tuve el placer de estar ayer en la función y realmente fue mágica, ademiro desde su llegada profundamente a ciro tamayo, ahora agrego a otro ciro, físicos diferentes, diferentes modalidades, pero geniales ambos, fue realmente maravillosa, no había vistoa poveo, etérea y grácil le sienta perfectamente el papel de la alboratora olga y bueno, maría noel cada día se supera, felicitaciones y gracias!!
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