EUGENIO ONEGUIN- FUNCION DEL DIA 29 DE OCTUBRE de
2016
Pensaba no escribir comentario sobre esta función y
hacerlo en conjunto con la de mañana ya que en ambas estaré repitiendo los
elencos ya vistos en las dos funciones iniciales.
Pero el grado de perfección de la función de esta
noche, que se representó con el Teatro absolutamente colmado de público, me ha
conmovido y no puedo dejar pasar la oportunidad de hablar sobre lo que he visto
y oído.
En primer lugar, lo que he oído. Para quienes
estamos habituados a oír la Opera EUGENE ONEGUIN , que es un título muy
representado en los teatros líricos, y uno de
los títulos más bonitos de la lírica rusa, nos resulta extraño escuchar
esta partitura que nada tiene en común con ella, a cuyas melodías estamos tan habituados. Pero
a medida que voy viendo diversas funciones ( esta fue la tercera ) me voy
familiarizando con las nuevas melodías y comienza a emocionarme su belleza. Hoy
en particular me resultaron conmovedores los acompañamientos orquestales para
el pas de deux del primer acto ( Olga-Lensky ) el preludio a la segunda escena
y el pas de deux que le sigue, el adiós a la vida de Lensky antes del duelo y
el sobrecogedor acompañamiento del pas de deux final de la obra. Es el genio de
Chaicovski magníficamente seleccionado por quien hizo los arreglos. Y la
OSSODRE respondió con una ejecución
ejemplar con palmas especialmente para las cuerdas, muy expresivas en los
momentos más culminantes.
El Cuerpo de Baile no tiene en este ballet muchas
exigencias interpretativas. Debe limitarse a bailar y lo hizo con la gran
calidad que uno ahora espera siempre del BNS. Gloriosas las danzas de los
campesinos en el 1er. Acto con sus diagonales aceleradas, y las dos escenas de
danza formal en los bailes. Mucho color , alegría, solemnidad, entusiasmo. Hoy
en la escena del baile del tercer acto pudimos apreciar los bien logrados
cameos de FEDERICO GODOY y de ISMAEL ARIAS. Ese último como siempre robando
escenas en las contraescenas. Aquí fue impagable su reacción en la escena del reto
a duelo, que casi me distrae de la acción principal.
Un elenco absolutamente genial dio vida a los 4
personajes principales.
CARELIZ POVEA
toda belleza y delicadeza fue una seductora Olga , con un buen momento
trágico en la segunda escena del acto 2 cuando es exigida. Me fascinó en el pas
de deux con Lensky la forma en que flotó
en el aire cayendo como si fuera en cámara lenta produciendo un gran efecto poético.
CIRO TAMAYO fue todo lo que se le puede pedir a un
Lensky . Ciro pertenece a esa raza de bailarines que consigue ejecutar los
movimientos más difíciles haciéndonos creer que son sencillos, sin que se noten
ni el cuidado ni el esfuerzo. Técnicamente es un logro total, luciendo en
algunos momentos su famosa habilidad para el salto en altura. Interpretativamente Ciro ratificó
esa cualidad que tuvo desde el primer día que bailó en el BNS de meterse en la
piel del personaje de turno y vibrar con sus emocioens. Aquí fue conmovedor el
retrato de su enamoramiento incondicional
por Olga, el furor creciente y mal contenido en la escena del baile , y la
agónica despedida de la vida en el solo del cuadro 2 del acto 2 que es uno de
los momentos más bonitaos de toda la obra. Y si ayer dije – y lo mantengo – que
no creo que haya en el BNS alguien técnicamente tan dotado como GUSTAVO CARVALHO para
interpretar el Oneguin, por su dominio como porteur fuerte,seguro, preciso y
plástico, es de justicia que hoy diga que no creo que haya en el BNS alguien capaz
de rayar a la misma altura que Ciro para interpretar el Lensky. Simplemente notable.
CIRO MANSILLA como Oneguin demostró cabalmente que
hay en él, como muchos de nosotros sospechamos siemrpe, mucho más que un joven
bien dotado por la Naturaleza en el rubro estatura y belleza física, aportando
una composición de una madurez inesperada, profundamente conmovedora. Se ve a
la legua que ha meditado el personaje, lo ha profundizado y logra un retrato
ejemplar, que va de la calculada indiferencia de su aparición inicial, su
enamoramiento cuando no es él sino la imagen que de él sueña Tatiana, el hastío,
el desdén y una cólera mal reprimida en la escena del primer baile , y luego la
imagen de desolación de alguien que ha sido derrotado por la vida, y la
desesperación con que intenta aferrarse del
amor de Tatiana y pierde . Estas escenas fueron dadas con una madurez y un aplomo que parecieron
desmentir la edad de este joven bailarín.
En lo técnico resolvió con bastante más que corrección las dificultades del papel y sus
terribles pas de deux de la segunda escena
del primer y tercer actos , donde sus cualidades como porteur y su resistencia física son puestos a muy dura
prueba.
Impresionante, glorioso el trabajo de MARIA NOEL
RICCETTO una cabal demostración de lo
que puede llegar a hacer una gran estrella cuando decide no dormirse en los
laureles y seguir superándose. María Noel agregó a su conocida perfección
técnica de gran bailarina clásica y su habitual delicadeza de movimientos, belleza
plástica, elegancia, una fuerza interpretativa total que le permitió transitar
con igual grado de intensidad emotiva las escenas iniciales con su progresivo
enamoramiento, el dolor de la decepción ante el rechazo y la terriblemente
trágica escena final en la que debe rechazar lo que ama y lo hace devolviendo
el gesto de la carta rasgada con la cual fue rasgado su corazón. Una interpretación
memorable que muestra elocuentemente por qué Maria Noel es una estrella de primer
nivel dentro del firmamento del BNS y una referencia para las talentosas
bailarinas jóvenes que el elenco ha sabido reunir. Retendré de por vida la emoción de verla
bailar en los dos pas de deux, la forma en que se deja elevar, con una belleza
y una elegancia , una levedad tales que parece que no fuera a bajar del punto
más alto de la figura, sino directamente a emprender el vuelo.
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