manon lescaut- bal en el teatro avenida

MANON LESCAUT

OPERA DE GIACOMO PUCCINI- LIBRETTO DE LUIGI ILLICA,MARCO PRAGA ,DOMENICO OLIVA Y RUGGERO LOEONCAVALLO BASADOS EN LA NOVELA DEL ABATE PREVOST

DIRECION MUSICAL-MARIO PERUSSO

DIRECCION ESCENICA-ANDRE HELLER LOPES

ESCENOGRAFIA-DANIELA TAIANA VESTUARIO SOFIA DE NUNZIO

 BUENOS AIRES  LIRICA – TEATRO AVENIDA.

Manon  Lescaut es la primer Opera de Puccini en obtener un  resonante suceso, y abrirá camino a sus posteriores creaciones. No es por cierto una de sus obras más logradas. Los tres primeros actos on  muy irregulares y si bien incluyen grandes momentos como el dúo tenor-soprano del segundo acto, el aria PAZZO SON en el tercero sólo el acto  cuarto  es una verdadera maravilla digna del mejor Puccini, ya que la verdad es que en el resto hay demasiado material de relleno y que el interés musical y dramático entra en una serie de baches, mientras salta de un gran momento al que sigue.

Esto fue acentuado en esta versión extrañamente anémica del Maestro Perusso , un especialista en Puccini, que se mostró claramente  ausente y sólo en algunos momentos ( el preludio del cuarto acto el más notorio ) se reconectó con la obra.

Y hubo además irregularidades de reparto. Comenzando por los papeles menores, IVAN MAIER fue muy bien aprovechado cantando 3 papeles secundarios cada uno de ellos con sus dificultades propias. Maier reiteró su musicalidad y su entusiasmo actoral, luciendo una voz que ha crecido en volumen  aun cuando en algunos momentos esto se haya dado a expensas de la belleza tímbrica. Lo contrario ocurrió con ERNESTO BAUER que sigue teniendo una de las voces más bonitas de barítono lírico existentes en el medio, pero que lució algo disminuído en volumen vocal. Quizás su voz no sea la más adecuada para la pesada orquestación de Puccini.

Sólida actuación vocal del bajo NORBERTO MARCOS  como Geronte, un papel muy castigado por la regie , que por lo tanto no puede ser analizado en profundidad en cuanto a su interpretación. Llamó la atención la bonita y sólida voz de barítono  de ENZO ROMANO, cantando tres papeles menores. Tanto en lo musical como en lo actoral y hasta en la figura, pareció un elemento valioso que estaría requiriendo mejores oportunidades.

MACARENA VALENZUELA  es una destacada cantante , que ha rendido mucho a los elencos locales en diversos papeles. Pero en esta oportunidad su escalación como Manon Lescaut fue un notorio error de reparto, porque Macarena es una soprano lírica que no es la voz adecuada para el papel que exige si o si una lírico spinto. Macarena, gran música , hizo lo posible por disimularlo pero no fue lo suficiente, y su concentración en los problemas musicales seguramente tuvo que ver bastante con su interpretación que no fue todo lo emotiva que uno esperaría de ella dados sus antecedentes.

ERIC HERRERO es un tenor de respladecientes y seguros agudos ( casi siempre porque casi se le escapa de control el del final del aria del tercer acto, un escollo en el que han naufragado varias voces importantes ), con un timbre muy agradable y un buen grado de entrega emotiva como quedó evidenciado en la última escena vivida con  gran emoción. Su interpretación vocal se resiente de desigualdades entre el centro y el agudo, y tiene momentos donde inexplicablemente la melodía del aria desaparece si bien él canta todas las notas como ocurrió con PAZZO SON , una de las versiones más desanimantes que he oído en mucho tiempo.

Fue notable en cambio toda su escena final, vivida con un  gran nivel de entrega emocional. Me da la impresión de que es un valor que podría rendir muchísimo más y ser inclusive una importante presencia en el mundo europeo, si fuera orientado por un gran maestro musical y actoral.

La escenografía fue innecesariamente grandilocuente y se planteó obstáculos a sí misma, como la monumental bóveda y las columnas del primer acto, que cambiadas de lugar dieron una imagen abusivamente suntuosa de la habitación de Mano n en  casa de Geronte. Y ni que decir del desierto con un árbol razonablemente bien desarrollado.

La regie parece indicar que su realizador ha pronunciado el “ grito de Ypiranga “ en relación al libretto, del que se distanció toda vez que pudo, incurriendo en todo tipo de contradicciones con el mismo, cuando no en escenas de pésimo mal gusto, innecesarias por otra parte, como los dos actos sexuales que se incluyeron en la escena de la casa de Geronte , ideas extrañas como que Lescaut se despierte desnudo en la cama de Manon ( sugestión de incesto ¿? ) o toda la secuencia sado masoquista de Manon con Geronte , y el muy improbable espectáculo de que el dueño de  casa llame a todos sus amigos para oír música nada menos que en el cuarto de su amante, que está acostada y hace generosa exhibición de su anatomía. O el innecesario apuñalamiento de Lescaut por parte de Geronte en el fin del segundo acto, que complica bastante el desarrollo del tercero.

Heller ha hecho varias regies para BA y Montevideo exhibiendo buena capacidad de conducción  de actores, pero este es su más pobre espectáculo hasta la fecha.